Contra todo esto se rebela Sebreli en
El olvido de la razón (Debate,
2007). En la extensa y singular obra de Sebreli (Buenos Aires, 1930) la crítica
al irracionalismo ha sido una constante. Su trilogía
El asedio a la
modernidad (1991),
Las aventuras de la vanguardia (2002) y
El
olvido de la razón (2007) conforman un logrado proyecto destinado a depurar
el papel de la razón en el pensamiento contemporáneo desde la perspectiva de las
ideas políticas y sociales, la estética y la filosofía. Dicha trilogía ha de
completarse con un cuarto texto dedicado al papel que los teóricos de la ciencia
política han tenido en el desarrollo del irracionalismo moderno.
Mientras sus lectores esperamos con ganas la aparición de este cuarto
libro, nos llega
Comediantes y mártires, I Premio de Ensayo Debate-Casa
de América 2008. El subtítulo,
Ensayo contra los mitos, indica con
claridad que Sebreli sigue empeñado en la defensa de la ideas universales,
seculares y racionales de la Ilustración y en contra de Schopenhauer, Nietzsche
y el esfuerzo de los estructuralistas –Lévi-Strauss, Deleuze, Lyotard-
obsesionados por reemplazar la “conciencia” por la “inconsciencia de la
estructura”.
En 1951, Eva Perón presenta su
candidatura a la vicepresidencia y publica La razón de mi vida, una
autobiografía en la que, como señala Sebreli, se hace patente su falso feminismo
y su retorcido populismo
En la reivindicación
que hace Sebreli del humanismo de rostro humano y en su rechazo del “texto sin
contexto” de los estructuralistas, su análisis de cuatro grandes mitos
argentinos encaja a la perfección en su horizonte reflexivo. Gardel, Evita, el
Che Guevara y Maradona son los cuatro ídolos sobre los que nuestro autor ha
volcado su crítica reflexión.
Nacido en 1890, Carlos Gardel –su
verdadero nombre era Charles Gardés- se hizo famoso en todo el mundo primero
como intérprete de tangos y posteriormente como actor en películas de enorme
popularidad como
Luces de Buenos Aires (1928) o
Tango Bar (1935).
Su trágica muerte en 1935 dio impulso a su mitificación. Se organizó el sepelio
como un espectáculo hollywoodiense y se relanzaron sus fotos y entrevistas y,
como se dice hoy día,
se le
construyó un storytelling que acabó convirtiéndole
en un arquetipo.
María Eva Duarte (1919-1952), actriz mediocre en su
juventud, se casó con Juan Domingo Perón en 1945. Compartió su carrera política
y su popularidad comenzó a crecer cuando su esposo ocupó la presidencia de la
República Argentina en 1946. En 1951 presenta su candidatura a la
vicepresidencia y publica
La razón de mi vida, una autobiografía en la
que, como señala Sebreli, se hace patente su falso feminismo y su retorcido
populismo. Un populismo en el que su pretendida defensa de los obreros condujo
en realidad a domeñar a los sindicatos tras eliminar a los viejos líderes
sindicales y sustituirlos por jóvenes y dóciles dirigentes obreros. La Fundación
Eva Perón, cuya obra fue tan elogiada, resolvió pocos problemas estructurales.
Las dificultades de fondo, dificultades que el peronismo –un bonapartismo
conservador- no llegó nunca a resolver, no encontraron solución en los regalos,
arbitrariamente distribuidos, a los que tan aficionada era Evita. La
construcción de su imagen, de su posterior mito dependió en buena medida de sus
modistos, sus fotógrafos y su corte de asesores.
Desde la óptica de Sebreli, con
Guevara estamos ante un marxista-leninista que cometió un puñado de asesinatos,
que “trataba a sus propios compañeros con toda crueldad” y cuyo mito está
anclado en dos fotografías: la de Alberto Korda y la de su cadáver arreglado por
monjas alemanas
Ernesto Guevara de la Serna
es el personaje más demolido por Sebreli. Nacido en Rosario en 1928 en el seno
de una familia acomodada pero rota por sus desavenencias. Estudió en la Facultad
de Medicina de Buenos Aires e intervino en distintas acciones políticas contra
Perón en 1952. En 1949 y 1952 realizó dos grandes viajes por Iberoamérica, y
tras licenciarse en 1953 se instaló en México. Su primera esposa, la peruana
Hilda Gadea, le puso en contacto con revolucionarios cubanos que luchaban contra
Batista y en 1955 conoció a los hermanos Fidel y Raúl Castro. Caído Batista el 1
de enero de 1959, el Che Guevara es nombrado presidente del Banco Nacional y
ministro de Industria. En 1965 deja Cuba, combate en el Congo y organiza un
grupo revolucionario armado en Bolivia destinado al fracaso. El Che es apresado
y ejecutado el 17 de octubre de 1967. Desde la óptica de Sebreli, estamos ante
un marxista-leninista que cometió un puñado de asesinatos, que “trataba a sus
propios compañeros con toda crueldad” y cuyo mito está anclado en dos
fotografías: la de Alberto Korda y la de su cadáver arreglado por monjas
alemanas.
Nacido en 1960, Maradona fue campeón del mundo juvenil en
1979. Tras pasar por el Barcelona y el Nápoles, ganó con la selección argentina
el Campeonato del Mundo de México en 1986. Su abuso de las drogas y su vida
desordenada le han apartado del fútbol de modo recurrente. Su oportunismo
político le ha permitido saltar de Videla a Fidel Castro. Todavía hoy es un mito
para muchos.
Paginas vibrantes que muestran el peligro que encarnan los
mitos: fanatismo, odio e intolerancia. ¿Cuántos asesinos de Eta están
alimentados por mitos?