Ahora, dando un paso más en otra
línea, nos encontramos con la extraordinaria obra gráfica Nietzsche, donde se recorre, de manera
resumida y con gran acierto, la entrelazada vida y obra del filósofo, quizá, más
sorprendente, controvertido y moderno que haya existido jamás.
Este “comicbook” nos adentra en la principal
línea argumental del pensamiento de Nietzsche y nos hace partícipes del
origen de las ideas que desarrollaron su filosofía, a la vez que nos presenta con
acierto a los personajes clave que influyeron, de una forma u otra, en su obra a
través de las distintas etapas de su vida. De esta manera, nos convertimos en
observadores de los principales acontecimientos que marcaron el carácter y la
obra de Nietzsche: el encuentro entusiasmado con el trabajo de Schopenhauer, la
amistad y ruptura con Richard y Cósima Wagner, la colaboración de Peter Gast, la
ambigua relación con su manipuladora y oportunista hermana, la influencia
claustrofóbica de su madre, el loco enamoramiento de Lou Andreas Salomé, con
quien intenta infructuosamente una relación triangular junto a Paul Rée, la
afiliación al consumo de opio, los burdeles y las prostitutas y la temprana
sífilis, que le irá minando la
salud hasta adentrarse en la más oscura locura en los últimos años de su vida,
tras el paso por el manicomio en Jena.
En un perfecto entramado,
meticulosamente ejecutado, el escritor y filósofo francés Michael Onfray firma
el guión de esta obra donde repasa y despliega, a través de la voz propia del
personaje, las principales ideas de Nietzsche. En esta línea argumental trazada
-donde se citan textualmente frases del filósofo-, nos adentramos en los
pensamientos laberínticos que forjaron los cimientos de la filosofía
nietzschiana, encontrándonos de frente con sus teorías sobre el Eterno retorno,
la Voluntad
de poder, el “Superhombre”, el nihilismo o la ética contemporánea y la
deconstrucción de los valores cristianos, culturales y filosóficos que imperaron
en su época.
La utilización del lenguaje del
cómic para hacernos llegar la vida y obra de un gran filósofo como Nietzsche es,
sin duda alguna, un gran acierto. Esto nos demuestra que, una vez más, el cómic
es un medio de expresión en el que se puede tratar cualquier asunto, por
difícil, serio o complejo que pueda resultar a simple vista. El propio Onfray
afirmó que este proyecto era “sacar la filosofía del gueto”.
Y llevando a cabo la parte
gráfica, en una perfecta adecuación con el plano del contenido del texto,
hallamos a Maximilien Le Roy, un joven dibujante, también galo, que se estrenó
en 2009 con el cómic Hosni. Y aunque
nos sorprende su juventud (París, 1985), el trazo y el color de su dibujo no
muestran a un principiante, sino a un artista sereno que conoce el oficio
de diseñar la escena y que consigue
transportarnos con la misma precisión y efectividad a los paisajes de Tribschen
o de Sils María, que al mundo simbólico de las pesadillas y de la locura del
gran filósofo alemán.
Finalmente, aunque esta obra esté
basada en el libro biográfico La
inocencia del devenir, escrito por el mismo Michael Onfray, Nietzsche es puramente un cómic. Una
novela gráfica. Esto significa que su lectura y disfrute no es exclusiva para
aquellos amantes de la filosofía, o para los que sientan curiosidad sobre la
vida del autor de Así habló
Zaratustra, o un privilegio para los fieles seguidores del cómic, sino que
se convierte en un punto de encuentro para todos
ellos.