Magazine/Cine y otras artes
Crítica de la película "Factotum", del director Bent Hamer
Por Eva Pereiro López, viernes, 10 de marzo de 2006
Henri Hank Chinaski (Matt Dillon) alias Charles Bukowski - mito de los 80 - es un personaje preocupado solamente por tener suficiente dinero en el bolsillo como para poder beber. De trabajillo en trabajillo y de mujer en mujer, siempre con un cigarrillo entre los labios y la botella a mano, Chinaski vive el día a día al margen de la sociedad pero deseando que ésta le reconozca como escritor.
Cuando la nebulosa alcóholica se disipa parcialmente, plasma relatos y versos de lo único por lo que la vida vale la pena según él: el alcohol y el sexo.
El director noruego Bent Hamer recrea, en la gran pantalla, la novela homónima del escritor en la que su alter ego nos relata su vida de bebedor empedernido, de mujeriego y de jugador aficionado a las carreras de caballos.
El buen trabajo de Dillon y de sus compañeras de reparto no logra, sin embargo, acortar las distancias entre pantalla y espectador
En un ambiente eficaz de bares cutres, salones de striptease, hoteles de mala muerte y brumas etílicas, los personajes, Chinaski y sus compañeras Jane y Laura (Lili Taylor y Marisa Tomei, respectivamente) se ven feos, deformados por el alcohol, unidos únicamente por la bebida, inmensamente solitarios y egoístas.
Las escenas absurdas desfilan hacia una salida inexistente. Y a ritmo de voz en off, se declaman las máximas del escritor que aunque tienen su gracia y pueden hacernos sonreír, se nos antojan poco relevantes.
El buen trabajo de Dillon y de sus compañeras de reparto no logra, sin embargo, acortar las distancias entre pantalla y espectador. Factotum es una película para aquellos fans que necesiten rememorar la imagen de Bukowski de otra manera que releyendo su obra. Para los demás, pasará desapercibida.