El delirio para los unos, el público popular reunido en la plaza gratis, y para los otros, incluido el ogro de la escena operística mundial, el antidivos por excelencia, el director artístico que lleva décadas arremetiendo contra el star system operístico internacional, el director que alguna vez juró que jamás cantarían ni Domingo ni Pavararotti en los teatros bajo su mando, el hombre que se hará cargo la próxima temporada del Teatro Real madrileño, el inefable Gerard Mortier. Sí, en la noche madrileña, hasta Mortier se puso de pie para aplaudir a un milagro de voz y carisma de nombre Juan Diego Flórez
Juan Antonio González Fuentes
Ya he escrito algún post dedicado a este inconmensurable tenor peruano de nombre Juan Diego Flórez, a esta estrella de la ópera cuya sola presencia en el escenario anuncia momentos de inolvidables de extrema emoción musical. Hasta ahora he tenido dos veces en mi vida la suerte de poder escucharlo cantar. Las dos en Santander, las dos en el marco del Festival Internacional, las dos en concierto con piezas de Bellini y Rossini, principalmente. En una de las ocasiones ofreció como propina “La donna e mobile” del Rigoletto de Verdi, y anunció que estaba preparándose poco a poco para poder abordar un papel tan extremadamente complicado y exigente desde el punto de vista vocal.
En efecto, han pasado cuatro años al menos desde la última vez que le escuché en directo, y estaba anunciada su actuación como duque de Mantua en las representaciones del Rigoletto que van a tener lugar en el Teatro Real de Madrid casi de forma inmediata. El tenor debutó en el papel hace poco, creo, y cito de memoria, en un teatro alemán o suizo. Las sensaciones no fueron buenas. El tenor comprobó en vivo y en directo que su voz aún no está preparada para el reto, y siguiendo el ejemplo de Alfredo Kraus (del que en septiembre se cumplirá una década de su muerte), anunció que se retiraba del papel, que no podía asumirlo ahora sin correr el riesgo de que su voz se deteriorara tal vez de forma irreparable. Y haciendo gala de profesionalidad, sentido común, y una honradez a prueba de bomba, canceló sine die sus Rigoletto. Sólo asumirá el papel cuando su voz haya alcanzado la robustez necesaria, la agresividad y fortaleza vocal que determinados momentos demandan al encarnar al duque de Mantua, un tipo a la vez siniestro, malvado, simpático, alegre, dicharachero, atractivo...
Para compensar al público madrileño, el tenor ofreció el martes 2 de junio un concierto en el Real que repetirá el próximo domingo día 7. En el concierto Juan Diego Flórez se ajustó estrictamente a su especialidad, a los compositores y papeles para los que su voz hoy es un instrumento ideal, inigualable casi: Rossini, Donizetti, Gounod, ... Y la armó, literalmente la lío.
Juan Diego Florez: "La donna e mobile" del Rigoletto de Giuseppe Verdi (vídeo colgado en YouTube por Tenor65)
Miles de personas seguían la actuación desde una pantalla gigante instalada en la plaza de Oriente, y tanto dentro del teatro como fuera el éxito fue de los que no se olvidarán en décadas. El entusiasmo se desbordó. Bravos, aplausos, vítores de miles de personas puestas en pie..., llenaron la noche madrileña de amor por la ópera, por el canto, por el más grande, personal y estratosférico tenor lírico que ahora mismo existe sobre la faz de la tierra. Las propinas se fueron sucediendo una tras otra. Canciones populares, Tosti... La respuesta del público tanto dentro como fuera del teatro estaba siendo tan clamorosa, que el tenor decidió lo inaudito: abandonó el escenario, salió a un balcón del Teatro y regaló a los miles de asistentes que se congregaban en la plaza una interpretación a cappela. ¿Resultado? El delirio, nada más y nada menos.
Y el delirio para los unos, el público popular reunido en la plaza gratis, y para los otros, incluido el ogro de la escena operística mundial, el antidivos por excelencia, el director artístico que lleva décadas arremetiendo contra el star system operístico internacional, el director que alguna vez juró que jamás cantarían ni Domingo ni Pavararotti en los teatros bajo su mando, el hombre que se hará cargo la próxima temporada del Teatro Real madrileño, el inefable Gerard Mortier. Sí, en la noche madrileña, hasta Mortier se puso de pie para aplaudir a un milagro de voz y carisma de nombre Juan Diego Flórez.
Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:
-LIBRO: Jesús Pardo, Borrón y cuenta vieja (RBA Libros, 2009)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.