Juan Antonio González Fuentes
Leo que el PSOE ha registrado en el Congreso de los Diputados una iniciativa para que se “eliminen los estereotipos que mantienen los roles (galicismo) machistas” nada más y nada menos que en los patios de los colegios, y se promueva, por poner tan sólo un ejemplo, que las niñas jueguen al fútbol y los niños a la comba, según explicó a diversos medios de comunicación el diputado socialista José Alberto Cabañes, impagable cerebro de la propuesta.
Para acabar con estas desigualdades durante el recreo y durante "cualquier otra actividad lúdica", el representante del PSOE ha presentado una proposición no de ley en la Cámara baja, que será votada en la Comisión de Igualdad, en la que pide al Gobierno que elabore una guía para que los profesores de Educación Primaria puedan implantar juegos no sexistas en los colegios públicos y concertados. El diputado socialista explica en su argumentación escrito los juegos constituyen “un instrumento de transmisión de valores y pautas sociales de conducta que en ocasiones contribuyen al mantenimiento de roles (de nuevo el maldito galicismo) sexistas contrarios a la igualdad de niñas y niños”. El socialista diputado Cabañes sigue teorizando y propone que la futura guía sea útil para que los profesores puedan “controlar desde la más tierna infancia que no hay ningún tipo de discriminación de carácter sexista en los juegos y para que se transmita una educación en igualdad”.
Cabañes argumenta que cuanto más temprana sea la educación de los niños y niñas en el principio de igualdad, primero se erradicará la desigualdad (¿?) entre las mujeres y los hombres. Y Cabañes añade que “es necesario promover desde las instituciones educativas estrategias que impulsen juegos no sexistas también en estos ámbitos de juego no reglado, de manera que posibiliten nuevas formas de relación de niños y niñas, alejados de la reproducción de roles (maldita sea) o estereotipos sexistas”.
Cabañes trata, según propia confesión, de “desterrar de los patios de los colegios actitudes que mantienen los roles (NO!!!) machistas, como que las niñas no puedan jugar al fútbol o los niños no puedan jugar a la comba”, así como de eliminar situaciones, “por poner un caso extremo, en las que haya grupos de niños jugando a policías y ladrones y grupos de niñas jugando a las mamás”. “Esto se ha dado y se sigue dando”, apostilló el bueno, sesudo y controlador señor diputado Cabañes.
José Alberto Cabañes, diputado socialista por Badajoz
El diputado Cabañes es sin duda un buen socialista, y como tal hay que aplaudir su trabajo, perspicacia, perseverancia y preocupaciones políticas y sociales en pos de la igualdad de sexos. El problema en este caso del diputado Cabañes es precisamente que es un buen socialista, y que como tal (me repito), está poseído por ese afán apocalíptico de inmiscuirse en la vida de los ciudadanos hasta en los más mínimos y personales detalles. El socialismo, lo lleva en sus genes intelectuales y prácticos, desea ordenar, tabular, controlar, vigilar la vida de los ciudadanos según sus propias reglas de lo correcto y lo incorrecto.
Siempre se dice que este controlar estatal es por el bien de los ciudadanos, para la mejora de sus vidas. Y estoy convencido de que el bueno de Cabañes cree en su socialismo a pies juntillas. Pero la cuestión es que está históricamente demostrado hasta la saciedad y la sangre que las sociedades más libres, prósperas, democráticas y saludables no han sido, no son ni serán las socialistas, sino aquellas en las que el concepto general de libertad individual está por encima del de igualdad general, a fin de cuentas imposible.
Ahora el señor diputado Cabañes quiere incluso legislar el recreo de los niños españoles en busca de la futura igualdad. Alguien le ha debido soplar al señor Cabañes que en los patios de colegio españoles se obliga a los niños a jugar al fútbol y a las niñas a la comba, que unos juegan obligatoriamente a policías y ladrones (¿habrá niños españoles que aún jueguen a eso?) y otras a las mamás. Y claro, el señor Cabañes acepta la veracidad del soplo y a él y a sus acólitos tales reparticiones en “roles” les parecen de un sexismo intolerable. Así que es probable que el socialismo español acabe obligando a las niñas a jugar al fútbol y a los niños a convertirse en lo imposible, es decir, en mamás.
De prosperar el desatino socialista, lo más terrible será sin duda para los niños catalanes, vascos, mallorquines, gallegos...: obligados a no hablar español y obligados a jugar a determinados juegos en los recreos.
Señor Cabañes, señores socialistas..., dejen en paz a los niños, dejen que jueguen a lo que les dé la realísima gana en sus escasas horas de asueto, dejen que se preparen para ser lo que les dé la gana ser de mayores, entre otras cosas muy naturales hombres y mujeres, con sus características y particularidades, con sus derechos y sus deberes.
Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:
-LIBRO: Jesús Pardo, Borrón y cuenta vieja (RBA Libros, 2009)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.