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Rosa Maria Artal: <i>La energía liberada. El estallido social de un mundo en crisis</i>  (Aguilar, 2011)

Rosa Maria Artal: La energía liberada. El estallido social de un mundo en crisis (Aguilar, 2011)

    TÍTULO
La energía liberada. El estallido social de un mundo en crisis

    AUTOR
Rosa Maria Artal

    EDITORIAL
Aguilar

    OTROS DATOS
ISBN:9788403052857. Madrid, 2011. 289 páginas. 16,50 €




Reseñas de libros/No ficción
Rosa Maria Artal: La energía liberada. El estallido social de un mundo en crisis (Aguilar, 2011)
Por Àngels Martínez i Castells, jueves, 1 de diciembre de 2011
El pasado día 9 de noviembre salió a la venta La energía liberada, el último libro de Rosa Maria Artal, con el subtítulo de El estallido social de un mundo en crisis. Saludé su alumbramiento aquel mismo día en mi blog Punts de Vista, pero quedaron muchas cosas por decir y, entre otras, relacionar su publicación con un momento confuso para España, entre los últimos alientos de un gobierno que ha ampliado los derechos cívicos hasta la vanguardia europea cuando, desde el punto de vista económico, se dejaba apresar –e imponía—unos irracionales grilletes de desigualdad que iban a mellar de forma grave el apoyo de sus partidarios.
Nunca creí demasiado en el poder de la palabra escrita, pero –aunque no era intención de la autora ni estoy segura se escribió para tan cortas coyunturas— lamento que La energía liberada no haya podido ni siquiera amortiguar, en alguna medida, los graznidos voraces de tanta gaviota. No me malinterpreten: el texto no muestra inclinación ni parentesco --para nada-- con opciones partidarias en el sentido tradicional, pero el proyecto intelectual y vital que contiene está en las antípodas de esas mayorías absolutas de neutrinos parásitos, “sumideros de energía” que están lejos de aportar ideas propias pero que nos quitan fuerzas para construir una sociedad más justa. Porque la autora sí toma partido en La energía liberada por otra interpretación de la realidad, por otra manera de vivir y ejercer la solidaridad, y por sembrar semillas de empoderamiento ciudadano.

Por suerte, Rosa María Artal ha trabajado rápido y bien. Ha escrito un magnífico libro de periodismo bien documentado, utilizando el buen hacer de su oficio para levantar acta de las claves, anotar los puntos de inflexión, avisar cuándo han aparecido nuevas grietas en las estructuras sociales, y cómo el musgo del la mediocridad y del hastío ha empezado a esconder, peligrosamente, profundos intersticios. Rosa María Artal desconfía de los panoramas sociales sin relieve y nos convida de nuevo a explorar horizontes, a no huir de las contradicciones, a sumergirnos en los conflictos. Invita a desplegar con ella velas, gavias y trinquetes para dejarnos arrastrar por los vientos de los pueblos, para huir de esta aparente calma chicha de la trampa y la mentira, donde medran los bueyes y los corruptos. Ayuda a compartir esa energía que nos envuelve abriendo puertas y ventanas, y avisa de los momentos en que el mundo, aunque parezca que se detiene, avanza y se ilumina, y nos enseña a utilizar los instrumentos de su oficio para detectar trampas de lenguaje y perforar las opacidades del sistema.

Rosa María Artal utiliza la visión panorámica imprescindible para entender por qué en un determinado punto del planeta se agrieta la corteza y brota una esperanza inesperada (ya sea en Sol, o en la plaza Tahir, o en Zuccotti Park)

De la mano de Rosa Maria Artal recorremos países gravemente amenazados (Grecia, Portugal, Letonia) países que se levantan (Islandia) y países fantásticos que se enseñorean de nuestro paisaje mental (Equidistán) para que el discurso público de los medios se hunda y confunda en un trémolo amedrentado: por el contrario, su discurso vibrante nos previene de los tono monocordes que hace indistinguibles las verdades de las mentiras.

Seguramente habrán leído ya algunas malinterpretaciones que confunden y circunscriben –por pereza de lectura o por esa tendencia tan española de quedarse en el mensaje aparente de los titulares, La energía liberada a un intento más o menos comercial de explicar el 15-M. Pero lo cierto es que el trabajo emprendido por la periodista y escritora es de muchísimo más calado, y se remonta con acierto a los orígenes de la crisis, nos revela sus causas, se detiene en tono especialmente acusador en la corrupción y no rehúye identificar los personajes que interactúan en el desastre, ya sean de carácter político, social o económico.

La propia autora lo explica:No es un libro `del 15M´, aunque contenga una detallada descripción del movimiento. He tratado, sobre todo, de aportar información esencial sobre la génesis de la crisis en todos sus detalles, incluso en los indispensables antecedentes que nos hablan de una estrategia diseñada. Desde el mismo mes de Noviembre de 1989 cuando –recién caído el Muro de Berlín y con él el bloque contrario- se firma el Consenso de Washington (seguido del Consenso de Bruselas) que –con premura extrema- adapta para el mundo lo que los neoliberales venían aplicando en Latinoamérica y África, con justificaciones varias y en lugares que pasarán más desapercibidos”.

Basta esta cita para darnos cuenta de que Rosa María Artal utiliza la visión panorámica imprescindible para entender por qué en un determinado punto del planeta se agrieta la corteza y brota una esperanza inesperada (ya sea en Sol, o en la plaza Tahir, o en Zuccotti Park). Pero si nos centramos en los efectos sin repasar, con Rosa María, Artal, las causas y sus responsables, contribuiremos no es sólo a empequeñecer injustamente su propuesta, sino que también le inyectaremos, de la manera más injusta, caducidad: les aseguro que La energía liberada trasciende, de largo, la por otro lado loable tarea de relatar en cronologías de mayor o menor densidad, lo que sólo es un momento (o un resultado parcial e incompleto, si se quiere) de las tensiones que han venido rompiendo equilibrios, desequilibrando pactos, y repartiendo sesgadamente responsabilidades y culpabilizaciones inmerecidas, mientras los auténticos responsables siguen dictando su voluntad desde áticos decorados con especies en extinción y reciben torpes indultos que alejan para muy, muy tarde, la esperanza socialdemócrata –hoy tocada y no se sabe hasta qué punto hundida-- de recuperación. De alguna manera en Reacciona lo adelantaba al escribir en mi texto sobre las estafas cotidianas: “El sueño socialdemócrata ha muerto y el capitalismo arrogante toma por bandera la falta de equidad, la explotación y las desigualdades: inicia un retorno al futuro que sólo conduce a la barbarie.”

Las políticas neoliberales, nos dice Rosa María Artal, pueden calificarse de suicidas para la población (no desde luego para sus privilegiados beneficiarios) y sólo basta mirar sus resultados

Lo que entonces no sabía todavía es hasta qué punto, en España, las torpezas de última hora se iban a sumar a cesiones políticas surgidas en las antípodas de la democracia, e impuestas de forma antinatura a los restos del naufragio socialdemócrata. Las políticas neoliberales, nos dice Rosa María Artal, pueden calificarse de suicidas para la población (no desde luego para sus privilegiados beneficiarios) y sólo basta mirar sus resultados. Pero son también letales para los gobiernos democráticos que quieren imponerlas. Lo estamos viendo también en Europa con el trampantojo de la “tecnocracia” en el poder que salta sobre los programas y los escaños elegidos en Grecia o en Italia, que hunde con rapidez en las arenas movedizas al presidente griego que se atreve a proponer que el pueblo opine, y que abre para España un futuro demasiado incierto, con mayorías más que absolutas, aplastantes, utilizadas para avalar programas ignorados, deliberadamente ocultos. Cuando se descubra la dureza del modelo se pondrá de nuevo a prueba la solidez de una corteza social trabajosamente anestesiada.

Rosa María Artal no es sólo una excelente periodista y escritora. Tiene el don de captar lo esencial de una situación, por complejo que sea, y explicarlo de forma clara. Además, es también especialmente feliz en esta labor nada fácil de “titular”, tarea que me parece extremadamente difícil y en la que sólo los buenos periodistas consiguen destacar. Rosa Maria Artal demuestra su domino de esta técnica en las portadas de sus libros. Hay títulos que se ajustan como un guante a su contenido y que sintetizan perfectamente, con honradez, la invitación al diálogo entre autor y lector. Lo demuestra Reacciona, el gran éxito (y no sólo editorial) del que es coordinadora, autora y editora. Si no temiera caer en la metafísica o, peor todavía, en ontologías demasiado trascedentes, les diría que Rosa Maria Artal fue (es) además, el alma de Reacciona , y que sin embargo, el resultado publicado también por Aguilar estalla por todas las costuras ante todo lo quedó por analizar, explicar y fundamentar en esa obra plural, pero demasiado breve. Quienes seguimos el blog de Rosa María Artal (que no por casualidad se llama “El periscopio”) entendimos enseguida que le quedó mucho, demasiado por contar, analizar y proponer desde la “La sociedad desinformada”, el texto que firmó en la obra colectiva publicada a mediados de abril de este mismo año.

Con una capacidad de trabajo casi inhumana --Rosa María Artal se permite pocas concesiones y descansos cuando ha emprendido un proyecto-- ha hecho posible que sólo seis meses después –¡con la de cosas que han pasado en estos seis meses!– podemos retomar el desafío con el que nos invitó a reaccionar, poniéndonos al día de todos los movimientos que hemos vivido en los últimos años, los últimos meses o semanas y que desde las capas más profundas de la sociedad cambian mapas y modelos desde el privilegiado punto de vista de la autora, y originan ondas tectónicas que nos arrastran hacia abismos cada vez más desgarrados. Rosa María Artal es consciente de que, casi sin darnos cuenta, hemos vivido muchos años (décadas) con la marcha atrás de las conquistas sociales. Poco a poco, algo que llamaban bienestar nos provocaba mayores inquietudes y desasosiego, hasta que finalmente lo hemos identificado como “medioestar” para unos pocos que son cada vez menos… y malestar para muchos, mientras avanzamos hasta este guarismo de la Gran Desigualdad que puebla calles y plazas en los USA: “Somos el 99% de la población”… pero sólo el 1% manda, decide, vive.

Finalmente, cuando se declara oficialmente inaugurada la crisis (que es el final de una tendencia que nos estafa y nos deshumaniza) nos hemos visto inmersos en un torbellino, y arrastrados hacia un sumidero de aguas sucias y turbulentas. Hemos vivido tantos cambios subrepticios en tanto tiempo, que cuando el mundo estalla hemos olvidado lo fundamental, lo que deberíamos tener bien presente, para entender que no se trata de magia, sino de unas relaciones sociales de producción que nos conducen a una especie de barbarie que reinicia un nuevo feudalismo siglo XXI, y un fascismo que avanza con gran peligro hacia lo más cotidiano.

La energía liberada es un libro necesario en el que Rosa María Artal recoge la vehemencia y fuerza de quienes luchan por ser protagonistas de su historia, en una explosión de dignidad

De hecho, Rosa María Artal nos ayuda también a vernos en la historia como sociedad que avanza, desde muy antiguo… y se humaniza civilizándose, asumiéndose en su pluralidad, respetándose en su autonomía y forjando redes de solidaridad. ¿Quieren una prueba de lo que digo? Si leen el libro, las encontrarán a cientos, pero baste ahora este párrafo sobre luchas sociales y de supervivencia, devenir, y un futuro que empezó hace ya mucho tiempo. Dice Artal:

“Los del 15M no son “ellos”, somos “nosotros”, hasta quienes aún no han querido serlo. Somos los que pusimos la primera piedra, y la segunda sobre la primera. Los que descubrimos cómo hacer fuego e inventamos la rueda que iba a sentar bases del progreso (…) Los que consagramos en un documento que los seres humanos tienen derechos (…) Los que nunca más moriremos en las hogueras de la intolerancia, porque habrá muchos para apagar el fuego (…)”.

Podría seguir mucho más, porque es difícil dejar la lectura incluso si se transcribe. Pero quiero sencillamente invitarles a que entren en contacto con la autora dialogando con su texto, investiguen sus conclusiones, se sumerjan en su discurso y sean también conscientes de que forman parte de la disidencia, tan sentida como razonada, que engendró el estallido. La energía liberada es un libro necesario en el que Rosa María Artal recoge la vehemencia y fuerza de quienes luchan por ser protagonistas de su historia, en una explosión de dignidad que afianza el perfil de ciudadanía de unos hombres y mujeres que, en colectivos empoderados, se niegan al retorno a un pasado sin derechos, a inclinar mansamente la cerviz ante el chantaje trasnochado, a la aceptación de la barbarie y al vasallaje incivilizado con el que nos quieren otra vez inermes estos delincuentes fantoches que se esconden bajo el seudónimo de “los mercados”.

Permítanme que acabe con la frase con la que empecé hace unos días mi saludo a La energía liberada. Procede de La balsa de piedra, de José Saramago: “He vuelto, ésa es su historia, alguien quizá la cuente un día. Los hombres y las mujeres seguirán su camino, qué futuro, qué tiempo, qué destino. La vara de negrillo está verde, tal vez florezca el año que viene”.

Y creo que su oportunidad es hoy aún mayor. Porque no hay duda de que, a pesar de nuestra disposición y ánimo ante los tiempos que debemos vivir, seguimos y seguiremos nuestro camino. Y que para mucha gente de bien, y con la lectura de libros como el de Rosa, es posible que florezca con más fuerza, y de manera más rotunda, la vara de negrillo.



Entrevista donde Àngels Castells (finales de julio 2011) anticipa las bases que acabrán desembocando en el movimiento del 15M (vídeo colgado en YouTube por photooscar)
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