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Kathryn Bigelow: <i>La noche más oscura</i> (2012)

Kathryn Bigelow: La noche más oscura (2012)

    GÉNERO
Cine

    TÍTULO ORIGINAL
Zero Dark Thirty

    TEMA
Crítica de la película de La noche más oscura, película de Kathryn Bigelow (por Eva Perteiro López)

    OTROS DATOS
País: USA. Año: 2012. Duración: 157 minutos. Género: Thriller, drama, bélico. Reparto: Jessica Chastain (Maya), Jason Clarke (Dan), Joel Edgerton (Patrick), Jennifer Ehle (Jessica), Mark Strong (George), Kyle Chandler (Joseph Bradley), Edgar Ramirez (Larry), Reda Kateb (prisionero), Scott Adkins (John), Taylor Kinney (Jared), J. Gandolfini (director CIA). Guión: Mark Boal. Producción: K. Bigelow, M. Boal y M. Ellison. Música: A. Desplat. Fotografía: G. Fraser. Montaje: W. Goldenberg y D. Ticheno




















Magazine/Cine y otras artes
La noche más oscura (Zero Dark Thirty), película de Kathryn Bigelow
Por Eva Pereiro López, jueves, 7 de febrero de 2013
Zero Dark Thirty (La noche más oscura fue una operación de entrar a matar. Significa, en terminología militar, treinta minutos pasada la medianoche, hora en la que los Navy SEALs asaltaron la casa en la que se refugiaba Osama Bin Laden en Abbottabad, Pakistán, el 2 de mayo de 2011 (hora local). Tras el éxito de En tierra hostil (The Hurt Locker, 2008), que seguía el trabajo de un equipo de élite de artificieros del ejército estadounidense en Bagdad (Irak), Kathryn Bigelow y Mark Boal (directora y guionista, respectivamente, además de productores) se atreven a reconstruir la que fue la caza del hombre más buscado por los servicios de inteligencia desde el 11 de septiembre 2001, día del atentado a las Torres Gemelas en Nueva York.



La noche más oscura – lástima de traducción que pierde exactitud y veracidad, además de añadir una percepción no deseada a los hechos – es una ficción documentada impecable, tensa y brillante que está volviendo a levantar ampollas en su país. No se trata de un documental y esto, forzosamente, implica ciertas libertades en pro del entretainment, que, al fin y al cabo, es de lo que vive la industria del cine. Comienza con el sonido desnudo de varias llamadas de emergencia recibidas en el momento del ataque a las Torres Gemelas para seguidamente mostrarnos con toda crudeza uno de esos interrogatorios que la CIA y el gobierno Bush de entonces llamaron “enhanced interrogation” y otros muchos, tortura.

 

Nadie puede sentirse cómodo durante los primeros 30 minutos. Bigelow y Boal no pretenden suavizar lo ocurrido, ni tampoco exacerbarlo. Se trata de intentar seguir lo más fielmente posible los hechos que la investigación cuidadosa de Boal, ex periodista, reveló. O por lo menos, eso parece.

 

A Ammar (Reda Kateb) lo tienen atado por las muñecas, de pie, con los brazos a 45º; parece haber recibido una buena paliza; debe llevar tiempo sin dormir; cuando lo abandonan ahí colgado encienden una música atronadora; cuando lo interroga Dan (Jason Clarke), agente de la CIA, le dice: “me perteneces, si mientes te hago daño”. Hay dos personas más con él, llevan pasamontañas, simulan ahogar al detenido con la ayuda de un trapo y un cubo de agua. Ammar no habla, o por lo menos no les da la información esperada; probablemente no sepa nada acerca de próximos atentados. Salen. Maya (Jessica Chastain) acaba de llegar sobre el terreno directa de los Headquarters en Virginia, se quita el pasamontañas y espeta a Dan a que continúe con el interrogatorio. Ambos están haciendo su trabajo, no contravienen ni cuestionan órdenes, las acatan; siguen un procedimiento conocido. La violencia se muestra desnuda y profesional. También hay súplicas.

 

Al espectador le viene entonces a la memoria todo lo leído en artículos de prensa y libros, quizá, en la red (o le dan ganas de refrescar la memoria urgentemente). Bigelow y Boal no dan la información masticada ni completa, dejan que el espectador se enfrente a la complejidad de los hechos con su propio bagaje de conocimientos. Zero Dark Thirty se adentra en lugares éticamente y moralmente difíciles y deja al espectador decidir si el precio que se pagó valía la pena.

 

Volvemos a Ammar en la habitación medieval de los horrores. La violencia no parece dar información válida y hay un cambio de táctica. Dan y Maya están sentados con Ammar en una mesa con comida y bebida. Tiene claramente mejor aspecto cuando se le trata como un ser humano. Quieren saber cuál será el siguiente objetivo de Al Qaeda. Dan le ofrece un cigarrillo y el preso acaba formulando algo que podría ser una pista, nada sobre futuros atentados, sino un nombre, el del supuesto courier de Osama Bin Laden, un tal Abu Ahmed al-Kuwaiti. Es la pista que Maya perseguirá durante ocho años, una aguja en un pajar.

 

Llega el cambio de administración en la Casa Blanca. Varios agentes están viendo en la televisión al nuevo presidente, Barack Obama, en una entrevista el 16 de noviembre 2008: “He dicho repetidamente que América no tortura” sentencia, y prosigue que están haciendo “un esfuerzo para recuperar la talla moral de América en el mundo” – la traducción libre, es mía. La cámara ofrece un plano de la cara de Maya después de esas palabras, es totalmente inexpresiva. Una empleada escuchando las nuevas directrices de su jefe.

 

La película finaliza con la espectacular reconstrucción con imágenes de visión nocturna del asalto, paso a paso, a la casa del cabecilla de Al Qaeda por los Navy SEALs y su asesinato.

 

Zero Dark Thirty no cuestiona. No se trata de un alegato en favor o en contra y Maya, ese ser solitario y ambivalente, sin amigos o familiares, que con tenacidad persigue una pista que parecía falsa, está lejos de ser una heroína. Por supuesto, la condensación de 10 años de investigación y análisis de todo tipo de información en 2 horas y 37 minutos tiene claras implicaciones, y es evidente que el trabajo de inteligencia de las distintas agencias involucradas contó con muchas más personas anónimas que las retratadas en este film. Pero el trabajo de Bigelow y Boal es muy interesante y acertado (a Boal se le conoce también por su guión de En el Valle de Elah, 2007), así como el de la camaleónica Jessica Chastain, a la que vimos recientemente en El árbol de la vida y en Take Shelter, ambas de 2011. Los Oscar están al caer y no habrá muchas películas que puedan hacerle sombra.



Tráiler subtitulado de la película La noche más oscura, de la directora Kathryn Bigelow (otra versión en castellano AQUÍ)

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