Juan Antonio González Fuentes
Recién llegado a España me entero de que nuestro Ministerio de Cultura, dirigido, creo, por una conocida guionista, va a dar un paso más en la manida discriminación sexual progre. El caso es que, según parece, el susodicho Ministerio y su absurda Ley de Cine va a dar prioridad en su política de subvenciones a los proyectos que estén dirigidos por mujeres. ¿La razón? Pues pregunten en portería, a mi no se me ocurre, a no ser que el propio Ministerio piense que las mujeres directoras españolas son unas discapacitadas a las que hay que prestar una ayuda supletoria para que las pobres puedan desarrollar su trabajo. En otras palabras, si al Ministerio llegan 10 proyectos, siete de ellos interesantes, pero dirigidos por hombres, las ayudas se orientarán a las tres restantes, sólo porque las dirigen mujeres.
Es más, desconozco por qué el dinero público, el que ponemos todos sobre el tapete a través del pago de impuestos, debe ir en parte destinado a que un grupo de productores (así cualquiera) que producen las pajas mentales de unos cineastas cuyos productos no llevan a nadie a las salas de proyección y aburren a tirios y troyanos. El cine hecho en España pierde espectadores como por un anchísimo tubo, y en vez de reflexionar con mínima seriedad sobre las causas de tal continua fuga de aficionados, parte del dinero público se sepulta en seguir haciendo latir a una industria muerta cuyos productos no interesan a casi nadie. Es una evidencia que esta es una forma de pago del gobierno socialista al apoyo que siempre ha recibido de la más mediática facción progre de nuestro cine, incluida la que hoy es ministra del ramo, quien está al frente del ministerio no por su valía intelectual, sino porque había que pagar la imbécil cuota de la llamada “discriminación positiva”, es decir, por narices debe haber un número de ministras en los gobiernos progres de España, y ahora debe haber por “güevos” un número de directoras de cine, como lo tendrá que haber en el futuro diseñado por la progresía nacional de escritoras, médicos, abogadas, taxistas, barrenderas... Es más, en el futuro orweliano del zapaterismo rampante, quizá los ciudadanos tengamos que someternos a ver determinados porcentajes de películas dirigidas por mujeres, a leer cada año un número establecido de libros de escritoras, a recitar una fijada cantidad de versos femeninos, a escuchar x número de canciones compuestas por mujeres, y así podemos sumar los ejemplos que se nos vayan ocurriendo, incluyendo también una operación momentánea de cambio de sexo para todos los hombres a cargo de la Seguridad Social.
El erario público no debe tener en cuenta absolutamente para nada si quien se pone detrás de la cámara es un hombre o una mujer. Lo único que debería contar en esta materia es hacer un cine que no sufra el rechazo de su público, un cine que esté concebido para que su autor o autora entretenga, emocione, transmita belleza..., y no para que satisfaga con dinero de todos sus carísimos caprichos, sus ególatras y onanistas necesidades expresivas en nombre de una industria que ni interesa ni en realidad existe. Una industria española del cine que se desmoronaría ipso facto si no se le enchufase dinero público permanentemente. Una industria que pide a gritos para su supervivencia de verdad enfrentarse de una vez por todas con la realidad, y empezar a replantearse guiones, actuaciones, direcciones, puestas en escena... Ahí sí está el único futuro posible para un cine al que no va a salvar ninguna Ley del Cine, y mucho menos imbecilidades tales como las medidas sexistas anunciadas.
Últimas colaboraciones (OCTUBRE) de Juan Antonio González Fuentes en la revista electrónica Ojos de Papel:
LIBRO: Luis García Jambrina: El manuscrito de piedra (Alfagaura, 2008)
CREACIÓN: La lengua ciega (DVD, 2009)
CINE: Isabel Coixet: Mapa de los sonidos de Tokio (2009)
-LIBRO (septiemre): P.D. James: Muerte en la clínica privada (Ediciones B, 2009)
-LIBRO (julio): Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009).
-PELÍCULA: Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009).
Más de Stieg Larsson:
-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)
-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.