Juan Antonio González Fuentes
Así son los franceses. Se juntan cuatro profesores de universidad que trabajan en París y te escriben un diccionario con los grandes directores de cine de la historia en número, tan arbitrario como casi cualquier otro, de 200.
Los profesores responden a los apellidos Ch. Viviani, Ch. Tesson, J. A. Gili y D. Sauvaget, y su trabajo ha sido publicado ahora en español por Ediciones Robinbook. El volumen tiene su evidente utilidad para los cinéfilos que se inician en la bibliografía de su pasatiempo o pasión favorita: el cine.
Es útil porque en sus escasas 400 páginas ofrece unos escuetos datos biográficos de los protagonistas (entre la página y las dos páginas) y sus filmografías completas. Contenidos sin duda relevantes que como mera aproximación documental a los interfectos cumple con creces su función informativa u orientativa. El problema surge si le quieres pedir un poco más al trabajo. Ahí sufres un parón en seco. Las filmografías, por ejemplo, sólo ofrecen los títulos originales y su traducción al español más el año de producción de las películas. Algo francamente escaso y que en el mejor de los supuestos sólo sirve como punto de partida en posibles sucesivas búsquedas e investigaciones.
Ch. Viviani, Ch. Tesson, J. A. Gili y D. Sauvaget: Los grandes directores de cine (Robinbook, Ma Non Troppo, 2008)
Si a cada director sólo se le dedican una o dos páginas, puede suponerse que las informaciones biográficas y “críticas” son lamentablemente esquemáticas y esqueléticas. Insisto, si queremos ver la botella medio llena subrayemos que el libro cumple con su función de primer paso, de “cartilla” inicial para aprender a leer.
No hay ausencias sangrantes entre los 200 nombres que se ofrecen, ni tampoco aparecen, por ejemplo, nombres que puedan provocar un infarto fulminante entre los más ortodoxos. Los que más abundan son los norteamericanos o los que trabajaron o trabajan en la industria americana. Siempre faltará alguien a juicio de los aficionados y expertos, y es seguro que siempre habrá nombres que sobren dependiendo de los gustos personales. Pero hay que subrayar que los académicos franceses han hecho al respecto un trabajo ortodoxo y no han convertido sus capas en sayos.
Vuelvo a la idea inicial. Se me antoja un libro interesante para quienes muy jóvenes han decidido conscientemente tomarse un poco en serio su afición al séptimo arte. Para los veteranos en dichas lides el libro no tiene mayor interés, salvo quizá el de encontrar algunos datos imprescindibles sobre autores muy poco tratados ni en Internet ni en las bibliografías en español.
Que cada aficionado juzgue con estas premisas el interés de esta nueva herramienta para sumergirse en el universo de los mejores directores de cine de los últimos cien años.
NOTA: En el blog titulado
El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de
Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.