Juan Antonio González Fuentes
El clásico sello disco británico Decca acaba de sacar al mercado una caja de cds de su amplísimo fondo de catálogo que es un verdadero acontecimiento. En resumidas cuentas se trata de 15 discos compactos que incluyen las óperas más populares e importantes escritas por Puccini en versiones de indiscutible calidad y con reconocidos intérpretes. Las grabaciones son de los años 1950 (una década de oro en las grabaciones operísticas) y primeros años 1960. ¿El precio? 24 euros, lo que en muchos restaurantes vale comer o cenar un solo plato.
Las óperas incluidas son Manon Lescaut (1893), La Bohème (1896), Tosca (1900), Madama Butterfly (1904), La fanciulla del West (1910), Turandot (1926), y los tres títulos de óperas breves que componen Il Trittico (1918), es decir, Il tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi. Han quedado por tanto fuera Le Villi (1884), Edgar (1889) y La rondine (1917).
Los intérpretes incluyen nombres muy importantes, tanto entre los cantantes como entre los directores de orquesta. Entre estos últimos figuran Lamberto Gardelli, Alberto Erede, Franco Capuana, Francesco Molinari-Pradelli y Tullio Serafin, todos más que inspirados y competentes maestros italianos que, en el caso de Serafin, alcanzan el nivel de lo excelente. Las orquestas y coros no son conjuntos de primer orden, pero sí son algunos de los italianos más prestigiosos, y su musicalidad y adecuación idiomática para el repertorio del que hablamos es indiscutible: la Orquesta y coro de la Academia de Santa Cecilia de Roma y la Orquesta y coro del Maggio Musicale Fiorentino.
Giacomo Puccini
Todas estas versiones puccinianas cuentan con la misma soprano protagonista, la gran Renata Tebaldi, una de la más grandes voces de su cuerda del pasado siglo, y la única que rivalizó con la Callas en el momento de esplendor de la cantante grecoamericana. Los tenores estrella son nada más y nada menos que Mario del Mónaco y Carlo Bergonzi, dos grandes entre los grandes. El resto de cantantes lo conforma un elenco cuya calidad hace palidecer a su favor casi cualquier comparación con posibles compañías de nuestros días: Fernando Corena, Cesare Siepi, Ettore Bastianini, George London, Piero de Palma, Fiorenza Cossotto, Cornell Macneil, Nicola Zaccaria, Robert Merrill, Giuletta Simionato, Dora Carral…, vamos, un lujo absoluto, se mire por donde se mire.
La oportunidad de acercarse a uno de los grandes repertorios operísticos italianos de la historia, y de hacerlo en versiones tan estupendas y a un precio tan irrisorio, es probablemente única, y no sé si irrepetible. Coros y orquestas italianas, directores italianos, cantantes estrellas italianos, compositor italiano…, quince discos que muestran el esplendor de cómo se “hacía” ópera italiana por artistas italianos hace más de medio siglo.
A la hora de que estas palabras se lancen al ciberespacio electrónico estaré precisamente en Italia, más concretamente en la Toscana, en Florencia. Cuando paseé con M. por las calles antiguas de la capital Toscana, seguro que parte de la banda sonora del paseo que sonará en mi cabeza estará compuesta por fragmentos de Puccini, fragmentos escuchados en los discos de esta caja que acabamos de adquirir.
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.