Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Stuart Galbraith: Akira Kurosawa. El emperador y el lobo (T&B Editores, 2010)
  • Sugerencias

  • Música

    Lola, película de Brillante Mendoza (por Eva Pereiro López)
  • Viajes

  • MundoDigital

    La creación de contenidos web en la era de la economía de la atención
  • Temas

    Explicar la globalización
  • Blog

  • Creación

    Poemas de Urbano Blanco Cea
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
miércoles, 5 de marzo de 2008
Sherlock Holmes aún recibe cartas en el 221b de Baker Street
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[13151] Comentarios[0]
Todos los días del año, haga frío o calor, llueva o luzca el sol, haya niebla o el día esté despejado, llegan cartas dirigidas a nombre de Sherlock Holmes al 221b de Baker Street, en Londres

Juan Antonio González Fuentes

Juan Antonio González Fuentes

 A partir del año 1890 empezaron a llegarle cantidades ingentes de cartas a Arthur Conan Doyle, signo inequívoco de la fama mundial alcanzada por su mítico personaje literario. No pocas de esas cartas incluso no iban dirigidas a Doyle, sino que directamente llevaban en el sobre el nombre como destinatario de Sherlock Holmes, y habían sido enviadas al 221b de Baker Street, es decir, al lugar donde en las aventuras escritas por Doyle residían el detective y su íntimo amigo el doctor Watson. El servicio de correos londinense, con una encomiable predisposición a cumplir con su deber, reenviaba dichas cartas a Doyle, lo que significa que el servicio era muy diligente y que los carteros leían las historias protagonizadas por el detective rey del método deductivo.

Las cartas no pocas veces estaban redactadas por verdaderos lunáticos (un tendero de Liverpool que le confesaba suspirar por conocer a Jack el Destripador, una estadounidense que le decía que tenía “desviada la columna”...), pero otras misivas presentaban misterios y asuntos que, como el propio Doyle aseguró en alguna entrevista a la prensa del momento, le inspiraban para escribir nuevas aventuras de Holmes. Muchas de esas cartas solicitaban ayuda al escritor para resolver misterios realmente increíbles, horrendos o conmovedores, pero Doyle no podía hacerse cargo de tales cuestiones, aunque procuraba contestar personalmente las cartas que más le apesadumbraban.

Con todo, la lectura de las cartas que le llegaban de lugares tan remotos como Moscú o San Francisco, casi siempre le procuraban un rato divertido y placentero, aunque cometió el error de guardar sólo algunos envíos y no todos, lo que más tarde lamentaría en gran medida.

Arthur Conan Doyle

Arthur Conan Doyle

Cuando en 1904 Doyle comunicó oficialmente al mundo que Holmes no volvería a entrar en acción por su mano, recibió multitud de cartas de todas partes del globo, muchas de protesta, pero algunas ofreciéndole al personaje una nueva ama de llaves o un experto colmenero, dado que la retirada de Sherlock Holmes era para retirarse al campo y dedicarse a las colmenas de abejas.

Conan Doyle continuó recibiendo cartas relacionadas con su personaje o pidiéndole consejo o asesoramiento sobre crímenes y misterios prácticamente hasta el final de sus días, en 1930.

Hoy en día, en el año 2008, cada semana, llegan una media de 50 cartas semanales de cualquier rincón de la tierra dirigida a Sherlock Holmes. Las cartas siguen llegando al 221b de Baker Street, dirección londinense existente y que está ocupada por las oficinas centrales de la Abbey National Building Society desde hace décadas. En el año 1951 era ya tal el volumen de correspondencia a nombre de Sherlock Holmes que llegaba a la mencionada dirección, que la dirección de la susodicha empresa tomó la decisión de contratar personal para ejercer las funciones de “Secretaría de Sherlock Holmes”. El correo londinense tuvo que crear una dirección específica para poder centralizar las cartas que les llegaban dirigidas al detective de la enorme lupa.

En edición al cuidado de Richard Lancelyn Green se llegó a publicar un volumen con una selección o antología de dichas cartas. Muchas estaban escritas como una ingeniosa broma, muchas eran de niños que se dirigían a su héroe favorito, pero muchas otras eran de particulares que se dirigían al detective solicitándole ayuda para resolver algún caso que les afectaba.

Todos los días del año, desde hace más de un siglo, Sherlock Holmes recibe cartas a su nombre en su dirección de la ciudad de Londres, sin duda la dirección postal más famosa de la historia de la humanidad: el 221b de Baker Street.


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios









  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Juan Jacinto Muñoz Rengel: El sueño del otro (por José Cruz Cabrerizo)
  • Publicidad

  • Autores