Juan Antonio González Fuentes
No sé dónde he leído recientemente que es muy difícil hablar de poetas grandes, menos grandes o de poetas menores, pues sólo puede y debe hablarse de poetas en términos absolutos, con palabras que añadan la dimensión cuantitativa a la condición de poeta. Es decir, o se es poeta no se es poeta, y si aceptamos la fórmula y sus condicionantes, de ser poeta se es siempre bueno, y si no se es poeta, no se es de ninguna manera, en ninguna proporción.
Hay poetas de nuestra tradición que coincidieron al subrayar que la poesía no está en la página escrita. Estoy pensando, por ejemplo, en Juan Ramón y en Gerardo Diego. La poesía con mayúsculas, según sus reflexiones, nunca estaba en la página atrapada, circunscrita a la forma de las letras, sino que era otra cosa, algo inasible por decirlo de alguna manera gráfica.
Juan Ramón Jiménez
En este sentido creo que nadie ha expresado mejor esta cuestión que el propio Juan Ramón Jiménez. En una carta que le envió a otro grande, Luis Cernuda, en 1943, es decir, ya en pleno exilio, Juan Ramón le decía a su paisano andaluz lo que sigue:
“... en la escritura poética, como en la pintura o en la música, el asunto es la retórica, ‘lo que queda’, la poesía. Mi ilusión ha sido siempre ser más cada vez el poeta de ‘lo que queda’, y llegar un día a no escribir. Escribir no es sino una preparación para no escribir, para el estado de gracia poético, intelectual y sensitivo. Ser uno poesía y no poeta”.
Se trata de llegar a ser poesía, y no de llegar a estar en este mundo como poeta. Se trata, por tanto, de ser lo que queda, y no de ser o componer un asunto, una retórica. Es tan imponente, abarcadora y hermosa la reflexión juanramoniana que, si algún día dispongo del privilegio de un jardín, o en la entrada de mi biblioteca cuando pueda ser habitada, pondré en algún lugar visible, como una divisa o lema: “ser lo que queda”.
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.