Juan Antonio González Fuentes
La poesía de Juan Antonio González Iglesias es sin duda una de las aventuras literarias más originales, frescas y revulsivas del panorama poético español contemporáneo. En ella se mezclan con sabiduría inapelable dos ingredientes que la fatal ignorancia o no sirve o lo hace por separado en nuestra tradición más reciente.
J. A. González Fuentes (izd) y J. A. González Iglesias en Almería, julio de 2000
Por un lado, la herencia estética y ética de los clásicos greco-latinos (que Juan Antonio conoce muy bien, entre otras razones, por las profesionales, ya que enseña Filología Clásica en la Universidad de su ciudad natal, Salamanca).
Y por otro, la natural y nutritiva querencia por la cotidianeidad, por la propia vida (que siempre es, o mejor dicho, sólo puede ser, cuando está puesta en relación con el exterior, con los otros, con los demás).
Cocinando estos ingredientes en la marmita de su experiencia vital y cultural, y añadiendo un poco de sal, algunas hierbas, y unas gotas de secreto, personalísimo e intransferible elixir, Juan Antonio González Iglesias obtiene una poesía que es rica en su músicalidad y profunda en su sentido; que se muestra permanentemente atenta a sí misma para ofrecerse mejor a los demás; que da mucho más de lo que exige; una poesía que es como él: sencillamente sabia, estimulante y nutritiva, porque hace camino con el corazón expectante y abierto siempre a las heridas del sentir, del vivir y del pensar libre, sin inútiles fuegos de artificio añadidos, conservando lo fructífero y humanizador de los avances, religándose permanentemente con vocación exploradora a las áreas secretas e inefables del existir con conciencia pública y personal.
Así, la poesía de Juan Antonio González Iglesias es, en definitiva, un latido plenamente vital y metafísico del vivir radical y consciente.
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.