Juan Antonio González FuentesLa ha sobrevivido apenas unos días. Recuerdo su imagen de anciano atractivo, irónico y tranquilo como tertuliano en el extinto programa de
José Luis Garci ¡Qué grande es el cine! Se llamaba
Peter Viertely era el marido de
Deborah Kerr.
En las estanterías de libros de mi casa sé que tengo alguno escrito por él, un espléndido libro de memorias sobre los años brillantes del Hollywood que le tocó vivir en su primera madurez, allá en los años 1950. El título es
Amigos peligrosos o
Amistades peligrosas, sé que las guardas de las cubiertas son espantosas, pero sé también que su lectura me proporcionó momentos muy gratos, al relatar su compleja relación con
John Huston y
Ernst Hemingway.
Peter ViertelNació en Alemania en 1920, en Dresde, la ciudad que sería borrada del mapa durante la II Guerra Mundial por los bombardeos aliados. Era hijo de la guionista y actriz
Salka Viertel, y del escritor y director de cine
Berthold Viertel, ambos celebridades en el mundo del cine norteamericano de los años treinta, amigos de
Greta Garbo o
Marlene Dietrich, y organizadores de fiestas míticas en la soleada y adinerada California de aquella época.
En ese ambiente se crió y desenvolvió el niño y adolescente Peter Viertel, desayunando y jugando con actrices legendarias que, las lenguas afiladas aseguraban que eran amantes de su madre. El niño, por tanto, creció en un ambiente artístico, bohemio y exitoso, compartiendo con la intelligentsia hollywoodiense conversaciones y juegos. El resultado quizá pudo ser muy bien otro, pero no. Peter Viertel acabó trabajando en el mismo oficio que sus padres: se hizo escritor y guionista de cine. También siguió frecuentando a las estrellas del celuloide, tanto, que se casó en segundas nupcias con una de ellas, la escocesa y pelirroja Kerr, miss Deborah.
Como guionista escribió, por ejemplo,
Sabotaje (1942) de
Alfred Hitchcock;
La reina de África (1951) de John Huston;
El viejo y el mar (1958) de
John Sturges; o
Cazador blanco, corazón negro (1990) de
Clint Eastwood.
Sabía Peter Viertel mucho de cine, lo sabía por dentro y lo sabía explicar muy bien, en un castellano con acento entre alemán y americano que le restaba algo de seriedad a su rostro tallado por los años. Vivía en Marbella desde hace mucho tiempo, y fueron impagables sus intervenciones televisivas con Garci y sus secuaces como ya ha quedado dicho. Ha muerto diecinueve días después de hacerlo su mujer. En un guión de cine este hecho ya sería una historia completa de por sí, una hermosa historia. Hoy, antes de dormir, prometo releer a Peter Viertel. Será mi callado homenaje.
______________________________________________________________________
NOTA: En el blog titulado
El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.