Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Mad Men, a propósito de la quinta temporada (por David P. Montesinos)
  • Sugerencias

  • Música

    Together Through Life, CD de Bob Dylan (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    Por qué los contenidos propios de un web son el mayor activo de las empresas en la Red
  • Temas

    Lo fundamental: el Pacto por México en su contexto histórico (por Renward García Medrano)
  • Blog

  • Creación

    La materia valverdiana (por Nicanor Gomez Villegas)
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
jueves, 13 de septiembre de 2007
Oscar Wilde: errores y certezas
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[8607] Comentarios[0]
¿Fue Oscar Wilde un profeta del catolicismo en la Inglaterra victoriana? De ser así, estaríamos ante la última y más divertida de sus paradojas

www.ojosdepapel.com

Juan Antonio González Fuentes

Uno de los más grandes errores de Oscar Wilde fue creer que la doctrina de la belleza podría volver a traer a los hombres la época de la alegría de los primeros tiempos. Esta forma de pensar partía, en mi opinión, de otro error si cabe más incomprensible: creer que hubo algún tiempo en el que en este mundo reinó la felicidad. Pero claro, en el fondo, y muy a su pesar, Wilde era un completo ingenuo.


www.ojosdepapel.com

Oscar Wilde


Sin embargo, no todo fueron equivocaciones en el escritor irlandés. Por el contrario, estoy con Borges cuando escribe que es un hecho comprobable y elemental que Wilde, casi siempre, tiene razón. Hay muchos ejemplos de justa certeza en su subjetiva interpretación del mundo, pero ahora que se cumplen los 114 años de la publicación de su drama Salomé, quisiera destacar el hermoso aforismo que el poeta pone en labios de la protagonista: “el misterio del amor es mayor que el misterio de la muerte”.

Encuentro en esta frase el perfecto resumen del peculiar ideario de Wilde que, como no podía ser de otra forma, tiene un punto y aparte paradójico en la presencia constante y obsesiva del pecado. Una presencia a veces nebulosa, a veces plomiza, que en opinión de otro hipnotizante irlandés, James Joyce, se dibujaba en el inquieto pensamiento del poeta como un sentimiento de separación y pérdida imprescindible en el tenaz propósito de conmover el corazón de Dios.

¿Fue Oscar Wilde, sin saberlo, un profeta del catolicismo en la Inglaterra victoriana como insinúa Joyce? Si así fuese, estaríamos, desde luego, ante la última y quizá más divertida de sus paradojas.


Otro artículo de Juan Antonio González Fuentes sobre Oscar Wilde:

Un poeta de nombre Oscar Wilde

______________________________________________________________________
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios









  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Anatomía del miedo, de José Antonio Marina (reseña de Rosalía de Frutos)
  • Publicidad

  • Autores