Los EEUU siguen siendo líderes indiscutibles en todo lo que respecta a las nuevas tecnologías e internet. El mundo de lo virtual es, de momento, norteamericano por completo. Quizá por eso
Obama mantuvo hace unos días una reunión en la ciudad de San Francisco con los empresarios más importantes del sector. Los asistentes a la cena fueron exactamente los siguientes:
Barack Obama (Presidente de Estados Unidos),
Steve Jobs (Apple),
Mark Zuckerberg (
Facebook),
Eric Schmidt (Google),
Carol Bartz (Yahoo),
John Chambers (Cisco Systems),
Dick Costolo (Twitter),
Larry Ellison (Oracle),
Reed Hastings (NetFlix),
John Hennessy (Presidente de la Universidad de Stanford),
Art Levinson (Genentech),
Steve Westly (Westly Group). Solo hubo una ausencia significativa, muy significativa, desde luego, la de alguien de Microsoft.
Durante la cena
Obama pidió a los empresarios ideas para que EEUU siga siendo el líder mundial en todo lo concerniente a internet, tanto desde el punto de vista comercial como desde el tecnológico. Vista la importancia esencial que en el mundo moderno tienen hoy las
nuevas tecnologías y, sobre todo, internet, no es una exageración decir que la cena reunión a un buen grupo de las personas más poderosas del mundo: ciencia, tecnología, conocimiento, saber, redes empresas, sociales, universidad, dinero…, reunidos para diseñar un plan, un plan que nos afecta y afectará a todos nosotros.
Foto de Pete Souza (Casa Blanca)
Será quizá una exageración afirmarlo, y es posible que en la frase haya mucho de sensacionalismo periodístico, pero el futuro del mundo tal y como lo conocemos está en manos de los asistentes a esa reunión. Ellos, sus empresas, sus instituciones…, marcarán las pautas por las que se conducirá la humanidad durante las próximas décadas. Pero mi reflexión no va por ahí, es decir, no va por señalar la evidencia que refleja la foto de la reunión. La reflexión es otra y ha surgido precisamente contemplando la foto (
AMPLIADA), La reunión creo que fue en casa de una pareja que ejercieron de anfitriones. Como no sé quienes forman la pareja heterosexual no los puedo señalar. Lo que sí aparece meridianamente claro en la imagen es que, si quitamos a la anfitriona, solo hay una mujer en la foto, es decir, tan solo una mujer forma parte de la elite empresarial norteamericana en el mundo de internet:
Carol Bartz, de Yahoo.
¿Es una casualidad? ¿Estamos ante una evidencia más del machismo imperante en el mundo empresarial? ¿Es el mundo empresarial norteamericano machista? Lo más curioso del caso es que no estamos ante un viejo sector productivo dominado históricamente por los hombres. Tampoco estamos en un campo de expresión artística o intelectual tradicionalmente copados por los hombres. No, no señor. Los datos son otros. Estamos ante un sector empresarial, del conocimiento y de la investigación que apenas tiene
algunas décadas de desarrollo. Estamos antes un área de investigación relativamente novedosa en el mundo universitario norteamericano, un mundo en el que las mujeres ya participan activamente desde hace mucho tiempo. Estamos antes unas empresas que nacieron en modestos garajes fruto de la investigación de jóvenes estudiantes universitarios, todos hombres. ¿Por qué todos hombres? ¿Por qué todos los nombres de grandes y geniales empresarios-investigadores en el recientísimo universo de lo virtual corresponden a hombres? ¿Se ha discriminado a las mujeres en el mundo universitario y empresarial norteamericano durante los últimos treinta años hasta ese punto? ¿Es la investigación y el estudio de internet antifeminista, es machista? No tengo ninguna respuesta fehaciente a estas preguntas. Pero aquí quedan hechas, y me parecen ciertamente de un enorme interés.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Ya se ha publicado la foto indicando los nombres correspondientes a cada uno de los participantes en la cena (
VER AQUÍ).
Carol Bartz, la consejera delegada de Yahoo, es la rubia que está al fondo, de cara al objetivo de la cámara. Otro dato interesante es que el anfitrión,
Jonn Doerr, además de inversor de capital riesgo, con una fortuna calculada en 1.000 millones de dólares, "es decisivo en las labor de
lobbyng de la Casa Blanca", según escribe
L. Gómez en el magazine
XL Semanal del 13 de marzo de 2011.