Isaac Cuende es un amigo que acaba de cumplir juveniles ochenta años. Isaac es poeta, dramaturgo, actor, activista cultural, incluso recitador. Isaac está fuerte como un toro y mantiene convenientemente lubricada la esgrima de la palabra. A mi amigo Isaac le acaba de editar un libro de poemas mi amigo
Luis Alberto Salcines. Los tres somos amigos por activa y por pasiva. El nuevo libro de Isaac se titula
Contrabando, poemas súbitos, y lleva un hermosísimo prólogo del bueno de
Luis Alberto de Cuenca, al que califico de bueno porque es buen poeta. El libro ha visto la luz en la preciosa colección de Salcines, quien se gasta sus ahorros, desde hace dos años, en darle sentido y cobijo a los versos de amigos como
Jorge Riechmann, Fernando Abascal, Ángel Sopeña, Ana García Negrete, y ahora Cuende. La colección de Luis se llama
La Grúa de Piedra, y en ella ponen su sabiduría libresca y bibliófila nuestros amigos
Carlos y
Antonio, ambos dos artífices de la editorial
Creática.
Yo les recomiendo que, si se tropiezan con este libro de
Isaac Cuende en alguna librería o en los anaqueles de algún librero de lance, no desperdicien la ocasión y lo adquieran. Son 10 euros de nada, dos o tres cafés, quizá cuatro mal contados. El libro es una delicia y ha nacido con vocación de entretener. Les dejo con algunos de los más breves poemas de Isaac, todos con título en latín. Ya me dirán, si les apetece.
ALUCINATIO
Celebremos la luz
aplaudiendo
con los párpados
CACHINNO
El viento cosquillea
las axilas de los árboles
y el bosque ríe a carcajadas
COLUMBA
Es misión de las palomas
humillar a las estatuas
SALUTATOR
El tren del norte
cruzó la estación
dirección al sur.
Alguien me saludó.
Conservo su mano.
SERVA
Silbó
la cafetera.
Arrancó
resoplando.
Me trajo
el desayuno
a la cama.
INFIDELIS
Dejé mi sombra
colgada en el perchero
y me fui de copas.
Cuando regresé
estaba acostada
con mi traje nuevo.