Juan Antonio González Fuentes
Escribo estas líneas medio sentado medio tumbado en la cama. Es domingo, casi las cinco de la tarde, que de hora lorquianamente taurina ha pasado en España a ser hora futbolística por antonomasia. En efecto, en la radio suena la voz gritona del locutor que anuncia que los jugadores del Racing de Santander y los de Athletic de Bilbao salen al césped de los Campos de Sport del Sardinero.
Un resolillo tibio y ramplón intenta hacerse un hueco en el paisaje otoñal que contemplo por la ventana. Tejados urbanos húmedos como olas, la bahía santanderina de color sopa sucia, y al fondo las montañas verde esmeralda, cuajadas de casitas minúsculas en la lejanía. Hace cuatro días que diluvia. No llueve, caen mareas oceánicas enteras desde el cielo. Mi cuarto parece un submarino desde el que navego por un mar de nubes hinchadas de blancura sucia.
Escribo estas líneas, escucho las incidencias del fútbol y leo el periódico, donde me empapo tomando datos de una encuesta realizada por Merco Ciudad sobre las mejores ciudades españolas. ¿Las mejores ciudades españolas? Las mejores para qué. Pues por ejemplo para estudiar, trabajar, hacer negocios, visitar, divertirse y vivir. En el ranking general Madrid queda como ciudad ganadora, siendo la segunda Barcelona y la tercera Valencia. Es decir, las tres ciudades españolas más grandes y pobladas son las que mejores ratios tienen con respecto a elementos tales como sanidad, oferta cultural, deportes, comunicaciones, educación, trasportes, limpieza, gestión política, etc, etc... Para estudiar, trabajar, divertirse y hacer negocios, la mejor ciudad española es Madrid, la segunda Barcelona. Para visitar la mejor ciudad española es Barcelona, y la segunda Madrid.
Santander, Cabo Menor, 11-6-2007 (foto de Maria Victoria Gomez Fernandez, wikipedia)
La ciudad en la que vivo, Santander, queda en el puesto 16 dentro del ranking general que relaciona 78 ciudades, ni más ni menos. Santander, mi ciudad, no está considerada entre las 10 mejores ni para estudiar, ni trabajar, ni hacer negocios, ni divertirse, ni para visitar. Un puchero sentimental de amor a la patria chica se me dibuja en la boca. Sin embargo cambio el puchero por una amplia sonrisa (ah!!, la patria chica bien valorada) cuando observo la columna estadística que se refiere a la ratio “mejores ciudades para vivir”. En esta columna, ¿la más importante a fin de cuentas?, el primer lugar lo ocupa Pamplona, la ciudad en la que Hemingway veía los toros con bota de vino y bocata en las manos, y Santander, mi ciudad, la segunda. Es decir, vivo en la segunda mejor ciudad española para vivir.
No me quejo, desde luego, de la suerte que me ha tocado al nacer y vivir en una ciudad como la mía, Santander. Podría hacer una lista no breve de defectos, carencias, ausencias y calamidades que observo, padezco y siento en Santander desde que tengo uso de razón. Más menos. Pero no es el momento. Creo que al revés, es el momento de hacer un elogio a la calidad de vida que ofrece mi ciudad, y de la que disfruto a pierna suelta y con esa cara de provinciano satisfecho que se nos pone (por qué será) a los provincianos satisfechos. Paisajes variados y cambiantes. Una bahía que es sin duda una de las más bellas del mundo. Playas por doquier, salvajes y turísticas. Estación de esquí a tres cuartos de hora en coche. Clima templado y tranquilo. 200.000 almas con las que pasear y compartir vivencias. Parques. Ciudad peatonal desde una esquina a la otra. Latidos culturales (Universidad, Festival Internacional, librerías como Estudio y Gil, Concurso de Piano Internacional, Fundación Botín, UIMP, Fundación Gerardo Diego, Biblioteca Menéndez Pelayo, Filmoteca, Palacio de Festivales, Museo de Bellas Artes…), tradición comercial, Banco de Santander, buenos restaurantes, deportes e instalaciones deportivas, puerto industrial, puertos deportivos, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, paisanos ilustres (Menéndez Pelayo, José Hierro, Gerardo Diego, Mario Camus, Marcelino Sanz de Sautuola, José María de Pereda, Pancho Cossío, Álvaro Pombo, Jesús Pardo…) aeropuerto con vuelos directos a París/ Londres/ Roma/ Bruselas/ Dusseldorf/ Madrid/ Barcelona/ Valencia, etc, etc…
No, no puedo quejarme de vivir en Santander, la segunda mejor ciudad española para hacerlo según los sesudos estudiosos de Merco Ciudad. Pero por favor, ¡¡¡¡no se lo digan al alcalde!!!!
***
Últimas colaboraciones (NOVIEMBRE) de Juan Antonio González Fuentes en la revista electrónica Ojos de Papel:
LIBRO: Miklós Bánffy: Los días contados (Libros del Asteroide, 2009)
CINE : Woody Allen: Si la cosa funciona (2009)
-LIBRO (octubre): Luis García Jambrina: El manuscrito de piedra (Alfagaura, 2008)
-CREACIÓN (octubre): La lengua ciega (DVD, 2009)
-CINE (octubre): Isabel Coixet: Mapa de los sonidos de Tokio (2009)
-LIBRO (septiembre): P.D. James: Muerte en la clínica privada (Ediciones B, 2009)
-LIBRO (julio): Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009).
-PELÍCULA (julio): Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009).
Más de Stieg Larsson:
-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)
-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.