El americano-venezolano Devendra Banhart se mueve en la senda del
folk rock desde hace más de 10 años con toda discreción, avanzando por un mundo
muy suyo, tranquilo y lleno de dulzura. Su música podría calificarse de
independiente ya que su color es muy propio y difícil de comparar con
otros.
Devendra Banhart: "Golden
Girls" (vídeo colgado en YouTube por zeitonline)
Lo más cercano a este estilo tan depurado podría ser él de artistas como
Alela
Diane, Andrew Bird u otros artistas del llamado folk
psicodélico: pocos instrumentos- con una clara predominancia de la guitarra-,
voz cristalina, coros sutiles, percusión escasa, melodías sencillas y delicadas,
mucha humildad y mucha pasión, pero con toda naturalidad... Devendra
Banhart parece vivir la vida con la tranquilidad de un hippy con mucho humor
y enamorado de los sonidos. Como si quisiera compartir con quien quisiera las
cosas que le mueven y le gustan, sin ninguna pretensión, así,
simplemente.
A pesar de tener este color tan propio, Devendra asoma
constantemente la cabeza -y la guitarra- en otros géneros, sin perder nunca esta
ligereza y esta despreocupación que podría definir su obra. Criado entre Caracas
y Los Ángeles, el cantante y compositor pasa del inglés al español con total
facilidad (e incluso al alemán cuando hace falta), y del folk más puro a la
música electrónica pasando por lo psicodélico, sin olvidar unas ligeras
influencias orientales o brasileñas de vez en cuando...
Devendra Banhart: "Daniel" (vídeo colgado en
YouTube por Billy Barnes)
Esta descripción puede aplicarse a cada uno de sus álbumes. El primero es
quizás el mejor de todos. Titulado Rejoincing Hands (2004), es el trabajo
que nos permitió descubrir el estilo tan original, por su gran sensibilidad y
elegancia, de este singular artista. Sus siguientes discos, Niño Rojo
(2004) y Cripple Crow (2005) son otras obras maestras de una gran
delicadeza. Sigue, muy en la misma linea, Smokey Rolls Down Thunder
Canyon (2007), hasta el más reciente y quizás menos valorado por el público,
What Will We Be (2009). No nos extraña saber que Devendra también
colaboro con otros artistas, aportado todavía más finura y sensibilidad al
conjunto (si es posible) ya que su participación más conocida fue en el
magnífico disco de Anthony and the Jonhson, I'm a Bird Now
(2005), con su voz y su guitarra.
Devendra
Banhart es
tan discreto que su último disco “Mala”, que significa “pequeño” en
serbio, podría pasar casi desapercibido cuando, en realidad, está repleto de
“pequeñas” joyas. Inspirado por su reciente historia de amor con una periodista
serbia, Mala es quizás más elegante y todavía más íntimo que otros de sus
trabajos.
Devendra Banhart: "Für
Hildegard von Bingen"(vídeo colgado en YouTube por Renato
Csatich)
“Golden
Girls” es el primer tema de este nuevo álbum. Sirve de introducción corta y
depurada como nos tiene acostumbrado Banhart, pero con un toque
superficial en la temática y el espíritu de esta pieza que sorprende un poco.
Rápidamente, empieza “Daniel”, tan delicado como todos los temas lentos del
artista, en el que su voz y su guitarra son los protagonistas principales; una
de las pequeñas joyas del disco. La tercera canción, “Für Hildegard von Bingen”,
instala un ambiente que roza el electrónico y parece anunciar que el viaje ha
empezado. Seguimos avanzando, más ligeros todavía, por sendas entre electrónicas
y folk, muy al estilo Banhart, en el tema siguiente titulado “Never Seen Such Good
Things”. El paseo prosigue en español ya que Banhart nos
canta “Mi negrita”, acompañado por coros
masculinos y un “goteo” musical salido de unos teclados discretos pero
definitivamente presentes en este álbum.
La
siguiente, “Your
Fine Petting Duck”, es quizás la mejor canción del disco por su originalidad.
Por primera vez en este disco, los sonidos electrónicos toman el primer plano y
camuflan ligeramente las letras que de repente pasan al alemán... “The
Ballad of Keenan Milton” es una hermosa pieza enteramente
instrumental que propone una pausa en este recorrido musical, seguida de
“A Gain”, un tema muy corto que instala
durante unos segundos un ambiente inquietante muy diferente del resto del álbum.
Por suerte, Devendra vuelve con su buen humor y su energía habitual en
las tres canciones siguientes, “Won't You Come Over”, “Cristobal
Risquez” y “Hatchet Wound” muy al estilo Devendra
Banhart que nos gusta.
Devendra Banhart: "Your Fine Petting Duck"
(vídeo colgado en YouTube por ettawhy)
“Mala”
es el cortísimo tema que le da título al álbum. A pesar de ser una palabra
serbia, Devendra juega con los idiomas y decide repetir varias veces una
frase en español, como si se estuviera hablándose a sí mismo. “Won't
You Come Home” es la penúltima canción del álbum y parece anunciar
el final, de forma suave y tranquila. El excelente tema “Taurobolium” es el encargado de
cerrar este nuevo disco, retomando
ingredientes de temas anteriores y cerrando perfectamente este recorrido en
compañía de un artista excelente.
Como
en todas las obras de Devendra Banhart, Mala nos deja un gusto
dulce y feliz en los oídos, y una sensación que oscila entre el misticismo y lo
espiritual por un lado (también, cuando uno se llama como el rey de los dioses
hindúes...), y la simple realidad por otro. Un momento tan agradable que lo
convierte en una experiencia imprescindible.
Devendra Banhart: "Won't You Come Over" (vídeo
colgado en YouTube por valeestrellachong)