Tom y Gerri – guiño humorístico-, una pareja que se unió joven, han sabido
encontrar lo que necesitan el uno del otro y evolucionar conjuntamente. Han
logrado crear un modus vivendi que les facilita una vida compenetrada y sin
complicaciones añadidas, habilidad de la que carece la mayoría. Viven
cómodamente a las afueras de Londres, ella es terapeuta en una clínica pública y
él, geólogo, tienen un hijo treintañero, Joe (Oliver Maltman), con el que
mantienen una buena y sincera relación, y su casa se ha convertido en un refugio
para las almas solitarias y en pena.
Another Year es un drama
inteligente, íntimo y emotivo en el que parece que nada sucede pero ocurre todo,
una radiografía de la vida de la gente corriente, de la distribución desigual de
la felicidad, de las insatisfacciones calladas. ¿Se gana la felicidad con
esfuerzo merecido o es una concesión caprichosa del azar? Ahí está Mary (Lesley
Manville), una colega de Gerri, mujer divorciada de aspecto joven, como dicta la
sociedad actual, aparentemente alegre pero atenazada por una soledad
desesperada, falta de cariño y de atención, insegura y proclive a la bebida. O
Ken (Peter Wight), su reflejo masculino, un bonachón solitario que engulle tanto
como bebe. Con ellos, la pareja es paciente, amable, cariñosa, muy lejos de
juzgarlos les ofrece consejo y ánimos. Pero Gerri acabará encontrándose en un
conflicto moral con Mary, entre el rol profesional y el de la amistad y la
confidencia.
El prólogo de la película, deja sentado que, a pesar del
humor de algunas escenas,
Another Year es un drama real. En esta
introducción aparece Imelda Staunton (la protagonista de
Vera
Drake) en una consulta médica a la que ha acudido debido a un
insomnio prolongado. Esta mujer madura, de escasas palabras, con claros signos
depresivos se niega a reconocer la necesidad de acceder a una terapia, afirmando
el tono irrevocable y amargo del film que Leigh ensambla con cuidadosa maestría.
Más tarde, una muerte en la familia hará que Tom vuelva a su ciudad
natal, a Hull, al norte de Inglaterra, un origen humilde de una grisura
desalentadora, para acompañar a su hermano Ronnie en el funeral de su esposa. Es
en ese momento cuando entendemos que Tom logró escapar de una vida triste con
pocas perspectivas y satisfacciones y nos explicamos cuán agradecido está hacia
Gerri y la vida que han construido juntos.
Mike Leigh modula en
Another Year a todo tipo de personas, las que están bien y las que están
mal, sin aderezos, describiéndolas con finura y compasión tal y como sólo puede
hacerlo un observador excepcional.