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Álvaro García Linera (foto de Marcello Casal; fuente: wikipedia)

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Carlos Malamud es Catedrático de Historia de América Latina de la UNED e investigador principal del Real Instituto Elcano

Carlos Malamud es Catedrático de Historia de América Latina de la UNED e investigador principal del Real Instituto Elcano

Evo Morales (foto: wikipedia)

Evo Morales (foto: wikipedia)

Sergio Hinojosa (foto procedente de www.servindi.org)

Sergio Hinojosa (foto procedente de www.servindi.org)


Análisis/Política y sociedad latinoamericana
Bolivia: ¿Quiénes están contra Álvaro García Linera?
Por Carlos Malamud, martes, 1 de febrero de 2011
La gestión de los hidrocarburos se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el gobierno de Evo Morales. Tras el cosmético decreto de nacionalización de los hidrocarburos, sancionado el 1 de mayo de 2006, fueron varios los presidentes que rotaron al frente de la estatal YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia) y también los ministros a cargo del área energética. Tras el enorme coste social que debió pagar el presidente Morales después del fracaso del “gasolinazo” y un protagonismo cada vez mayor de algunos movimientos sociales que lo respaldaron en su ascensión al poder, el gobierno afronta un nuevo desafío. Ya se han dejado oír algunas voces que quieren la cabeza del vicepresidente Álvaro García Linera y para ello proponen la convocatoria de un referéndum revocatorio, previsto en la nueva Constitución.
El sorpresivo decreto que aumentaba considerablemente el precio de los combustibles causó tal impacto entre el pueblo boliviano, y especialmente entre los seguidores de Evo Morales, que dio lugar a impresionantes movilizaciones de protesta. El clamor popular se manifestó de tal forma que al presidente y a su gobierno no le quedó más remedio que dar marcha atrás. Sin embargo, a quienes salían a la calle, aunque equivocados desde la perspectiva gubernamental, no se los podía acusar de ser “neoliberales” o de estar al servicio del imperialismo. Daba igual. El resultado de la presencia de tanta gente en las calles de todo el país marcó el inicio de un nuevo pulso entre el presidente Morales y los movimientos sociales, algunos de ellos sumamente descontentos con la gestión de su gobierno.

Evo Morales justificó la anulación del decreto en la idea del “mandar obedeciendo” y en la cercanía y sintonía de su gobierno con los intereses populares. Pese a ello, la soberbia del mandatario, cada vez más encerrado en el Palacio Quemado, vaticina un creciente divorcio entre la cúpula de su gobierno con una parte nada despreciable de quienes lo apoyaron desde las luchas iniciales. Desde las filas del oficialista MAS (Movimiento al Socialismo) y de algunos partidos y agrupaciones cercanas se comenzó a reclamar un profundo cambio en el gabinete la rectificación de algunas de las políticas más emblemáticas, que no se estaban poniendo, según su interpretación, al servicio de los intereses populares. La respuesta de Morales fue bastante inflexible, ya que sólo cambió a dos ministros y a ninguno de los que componen el núcleo duro de su poder.

Para Hinojosa, el máximo responsable de las malas decisiones que ejecuta el presidente Evo Morales es el vicepresidente García Linera y los ministros de Economía y Gobierno

Dando un paso más el Jiliri Apu Mallku Sergio Hinojosa, máximo dirigente del indígena Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo (Conamaq), informó el jueves de que apoyarán la convocatoria de un referéndum revocatorio del vicepresidente Álvaro García Linera si lo pedían sus bases. El Conamaq representa a las nacionalidades y pueblos indígenas de las tierras bajas del occidente boliviano. Según Hinojosa, García Linera es responsable del gasolinazo y del aumento de los precios de los productos de primera necesidad y también de la exclusión de los indígenas a la hora de aprobar las leyes en el Parlamento, en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Por eso dijo que si las bases del Conamaq piden la revocatoria del vicepresidente, el directorio de su organización la impulsará, de la misma manera que pedirá la renuncia de aquellos ministros que estén cuestionados: “Como Conamaq representamos a las mayorías. No es que el Sergio Hinojosa dice, sino las mayorías. Si (bases) piden una revocatoria del mandato de Álvaro García Linera, el Conamaq se suma”.

Sin embargo, el Jiliri Apu Mallku no se atrevió a ir más allá y por eso desligó a Evo Morales de cualquier responsabilidad en lo ocurrido el último mes y sólo cargo las tintas contre el vicepresidente y algunos de sus ministros. “En los ayllus, en las marcas y en los suyus estamos totalmente afectados con lo que ha habido el gasolinazo…, ha subido el pasaje, la canasta familiar…, ¿eso a quien le está afectando? Nos está afectando a nosotros, estamos muy preocupados”. Para Hinojosa, el máximo responsable de las malas decisiones que ejecuta el presidente Evo Morales es el vicepresidente García Linera y los ministros de Economía y Gobierno: “Ellos están haciendo equivocar al hermano presidente. Nosotros no podemos ser manejados con la gente que ni siquiera ha luchado, eso es lo que nosotros queremos cuidar… por eso hemos pedido al Conamaq la renuncia [de estos ministros]”. Pese a todo, Evo Morales sigue teniendo el apoyo incondicional de su agrupación: “Defenderemos al hermano Presidente hasta la última instancia”.

Tras el gasolinazo la popularidad de Evo Morales sufrió un serio retroceso y comenzó un proceso, que no se sabe si será lineal y cuánto puede durar, de descomposición de las propias filas. Un fenómeno similar al que están viviendo otros regímenes populistas de América Latina

La respuesta de Morales ha estado en concordancia con lo por él actuado en las últimas semanas. De este modo insistió en su respaldo total a Garcia Linera y a los miembros de su gabinete. Con el tono de autosuficiencia y la soberbia que caracteriza sus últimas intervenciones y apoyándose en su investidura denunció de forma rotunda, en un acto público posterior a las declaraciones de Hinojosa, que: “No falta [en la actualidad] un hermano de poncho que está pidiendo la revocatoria del compañero Álvaro, pero la organización [que ese dirigente representa] no dice nada contra los gringos, la derecha, la oligarquía, sólo habla contra el Gobierno”. Nuevamente el discurso polarizante de quien no está conmigo está contra mi. Así, el Conamaq, como en esta oportunidad no dice nada contra la responsabilidad del imperialismo norteamericano o de la derecha oligárquica en la situación de postración del pueblo boliviano, está en contra del gobierno y se alinea con los traidores.

Tras el gasolinazo la popularidad de Evo Morales sufrió un serio retroceso y comenzó un proceso, que no se sabe si será lineal y cuánto puede durar, de descomposición de las propias filas. Un fenómeno similar al que están viviendo otros regímenes populistas de América Latina. En Ecuador, tras la convocatoria a un referéndum de 10 preguntas en torno a algunas reformas consideradas esenciales por Rafael Correa, al menos tres miembros del grupo parlamentario oficialista y dos ministros de su gabinete rompieron la disciplina requerida por el presidente. Desde su torre de marfil Correa descalificó a sus antiguos partidarios que ahora lo tildan de autoritario y dictador: “¿Por qué no decían eso cuando me buscaban para tomarse fotos y ganar las elecciones?”. También reconoció que le sorprendió la actitud de algunos políticos frente al referéndum: “Jamás pensé que contradiciendo toda la tradición de la izquierda, se pongan contra la consulta”. Así se refirió al ex secretario de Transparencia, Juan Sebastián Roldán: “Lamentablemente un chico que quiero, brillante, renuncia, sale declarando que la consulta contradice los principios con los que se formó su grupo. Todas las veces que me reuní con él, la única pregunta que le preocupaba era la de los toros, porque es torero”.

En Venezuela el PSUV también teme la descomposición de sus filas, de ahí la férrea ley contra el transfuguismo aprobada por la anterior Asamblea. Hoy vemos nuevas expresiones frente a una situación cada vez más delicada. El PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) hizo público a fines del año pasado sus “Líneas Estratégicas de Acción Política del PSUV 2011-2012”, necesarias para imponerse en las elecciones locales, regionales y presidenciales de 2012. Para ello es necesario reconquistar a la militancia que pudiera estar “confundida por el adversario de derecha o por nuestros errores”. Por eso: “Es fundamental, en esta etapa, recuperar, reagrupar, rearticular las fuerzas dispersas, desmovilizadas, desmoralizadas o confundidas por el adversario o por nuestros errores. Nuestros adversarios nos prefieren dispersos, desunidos y enfrentados en diatribas estériles, porque saben que ése es el camino más expedito para intentar poner freno al avance de las fuerzas democráticas revolucionarias”. Pero estas crecientes dificultades no implican la pérdida del apoyo popular, como demuestra el caso de Silvio Berlusconi. Sin embargo, se trata de un camino a transitar por las respectivas oposiciones si aspiran a algo tan legítimo en democracia como ganar elecciones.
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