Si la celebración del bicentenario de la independencia no pasó
desapercibida en Venezuela, comenzando por la propia elección de la fecha y el
carácter
cívico-militar que intentó darle el gobierno, el decreto del 13
de abril que otorgaba a la Academia Nacional de la Historia (AHN) dos meses para
trasladar los archivos del “Libertador”
Simón Bolívar y del
“Generalísimo”
Francisco de Miranda al Archivo General de la Nación (AGN)
aportó más munición para la discusión. Y esto de la munición no es una figura
retórica si tenemos en cuenta que el periódico oficialista el
Correo del
Orinoco (en homenaje al diario del mismo nombre
fundado por
Bolívar y que circuló entre 1818 y 1822) lleva como subtítulo
“
La artillería del pensamiento”
. Los 63 tomos
del archivo de
Miranda y los 283 del de
Bolívar cambiarán de manos
luego de permanecer desde 1926 y 1999 al cuidado de la ANH. El decreto 7.375,
publicado en la Gaceta Oficial Nº 39.402 (se puede ver
AQUÍ)
señala que es “obligación del Estado Revolucionario garantizar la protección,
preservación [y] enriquecimiento… de la memoria histórica de la Nación” y que el
archivo de
Bolívar “contiene la documentación fundamental de su legado
revolucionario liberador para los pueblos de nuestra América y el Mundo”. Pero
el decreto va más allá, y ofrece importante información sobre los propósitos y
objetivos del presidente
Chávez. Es indudable, por la trascendencia de la
medida y su repercusión mediática, que el presidente no fue ajeno al mismo y que
se trató más de
una medida
política que técnica, relacionada con el estado de
conservación de los archivos.
Según el gobierno hay que rescatar
la memoria histórica que durante tanto tiempo le ha sido hurtada al pueblo
venezolano por razones políticas y
contrarrevolucionarias
Dice el decreto que la
medida se ha tomado “con el supremo compromiso y voluntad de lograr la mayor
eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción del Socialismo, y
la refundación de la nación venezolana, basado en principios humanistas,
sustentado en condiciones morales y éticas que persiguen el progreso de la
patria y del colectivo”. De ahí que en los considerandos se señale “Que el
pensamiento universal de
Simón Bolívar “El Libertador y de “Generalísimo”
Francisco de Miranda, precursores de nuestra independencia, representan
la base ideológica de la
Revolución
Bolivariana”. Pero para que esa documentación cumpla con
su papel revolucionario debe “estar al servicio de instituciones del Estado que
verdaderamente desarrollen sus funciones con el objeto de rescatar la memoria
histórica de las luchas de liberación del pueblo venezolano, las cuales han sido
ocultadas por factores públicos contrarios al proceso revolucionario”. Esto
significa, literalmente, que hay que rescatar la memoria histórica que durante
tanto tiempo le ha sido hurtada al pueblo venezolano por razones políticas y
contrarrevolucionarias.
El decreto deroga dos anteriores, de 1926 y
1999, que transfirieron a la ANH la custodia de los archivos
. Según el
ministro del Poder Popular para la Cultura,
Francisco Sesto, el Archivo
de
Bolívar fue transferido de forma ilegal en los últimos días de la
presidencia de
Rafael Caldera, con un decreto promulgado “entre gallos y
medianoche”
a pocas semanas de que asumiera la presidencia Hugo
Chávez
.
Según la Academia de la Historia se
trata de “colocar los documentos y el pasado histórico al servicio de la
revolución”
En la ANH, integrada por una
veintena de historiadores, entre ellos algunos muy críticos con el gobierno de
Chávez, reina la inquietud por la preservación del patrimonio. Según su
director,
Elías Pino Iturrieta, “El decreto presidencial fue totalmente
inconsulto. La Academia deplora un tratamiento tan antirrepublicano, tan
intempestivo… Los documentos son de libre consulta, sólo están sometidos a las
normas de seguridad. Puede revisar su contenido el que quiera”. En definitiva,
según su punto de vista, se trata de “colocar los documentos y el pasado
histórico al servicio de la revolución”.
El traslado de la
documentación se producirá de inmediato, sin esperar a los dos meses del plazo,
y a mediados de mayo comenzará la mudanza. Uno de los motivos para proceder con
tanta urgencia era poner los documentos al alcance del pueblo. Sin embargo,
desde un inicio la discusión se quiso rodear de consideraciones técnicas sobre
su conservación y así fue como las principales autoridades responsables se
manifestaron al respecto. No se olvide que el archivo de
Bolívar fue
declarado “Memoria del Mundo” por la Unesco.
La Academia es totalmente contraria
al Decreto y dicen que lo acata porque no le queda más
remedio
El ministro
Sesto
señaló que “si hubiera que trasladar los archivos… hoy mismo… los espacios están
dispuestos y se encontraría a mejor resguardo de lo que están en la Academia”.
La viceministra de la Cultura para el Desarrollo Humano
Carmen Bohórquez
dijo que los espacios del Foro Libertador son óptimos para su conservación y
advirtió que en la AHN corren peligro, porque su actual repositorio no es
antisísmico y un terremoto podría arrasarlo. También alertó del riesgo que
supone el smog que se condensa en el centro de la ciudad o los incendios
navideños a causa de los “juegos pirotécnicos” en los alrededores de la
Academia. Mientras, el director del AGN,
Luis Pellicer, indicó que la
institución que dirige cuenta con las condiciones ambientales de humedad y
temperatura idóneas. Por si estos argumentos fueran insuficientes,
Bohórquez resaltó que está demostrado que la AHN “no publicó desde sus
inicios los archivos de
Miranda o su totalidad, como ellos afirman, pues
la segunda edición fue impresa en el extranjero”.
La opinión de la
Academia es totalmente contraria y dice que acata el Decreto porque no les queda
más remedio. Según sus argumentos, el Archivo del Libertador está guardado en
una bóveda situada en el corazón de Caracas, construida especialmente, que
conserva los documentos a 19ºC y 60% de humedad en estantes de mármol y vidrio.
A escasos cientos de metros de allí, en un arca en la ANH, están las memorias de
Miranda. Para el historiador y académico
Guillermo Morón, el
traslado es “el mayor disparate que se puede cometer”, pues los espacios del AGN
son insuficientes para almacenar los manuscritos de
Bolívar y
Miranda y “no cuentan con las condiciones físicas y técnicas”.
Según el gobierno venezolano la
difusión de los documentos de Bolívar ha sido “insuficiente”. ¡Qué será del
culto al Libertador el día que sus documentos tengan la difusión que
merecen!
Aparte de las consideraciones
técnicas hay otras políticas, más vinculadas a los intentos de
reescribir y
falsificar la historia. Como señala el
Correo del
Orinoco “Con la mudanza física del Archivo del Libertador al Archivo General
de la Nación (AGN) se restituye a la República la custodia sobre ese bien
patrimonial, muy sensible para el pueblo venezolano. Y se asegura su
transferencia a soportes físicos y digitales, que permitirán el acceso masivo”.
Además de la digitalización los documentos originales “se transcribirán al
castellano moderno, se traducirán los que estén en otros idiomas, y se montarán
en la Internet para que pueden ser consultados por cibernautas en todo el
mundo”. Según el gobierno venezolano la difusión de los documentos de
Bolívar ha sido “insuficiente”. ¡Qué será del culto al Libertador el día
que sus documentos tengan la difusión que merecen!
Para
Luis
Pellicer, uno de los objetivos del traslado es que el pueblo venezolano
pueda conocer los documentos de dos de sus figuras máximas en términos
históricos porque el trabajo de difusión realizado hasta ahora ha sido mínimo:
“Este decreto defiende la memoria histórica del país y la coloca al servicio del
pueblo venezolano”. En línea con el deseo de reescribir el pasado
Pellicer agregó que “vamos hacer la historia que necesita la patria, que
dé cuenta de todos los procesos de lucha que hemos tenido desde la etapa
colonial hasta ahora, donde estamos construyendo una sociedad de justicia para
lograr la independencia plena de la nación”.
Las posturas no podían ser
más frontales. Si para
Pellicer el decreto quiere “defender la
memoria histórica del país para que esté al servicio del pueblo, haciendo la
historia que necesita el pueblo una historia que de cuenta de los procesos de
liberación que ha tenido desde la etapa colonial”, para los académicos
Pino
Iturrieta y
Morón es la “la historia de la nación [la] que se
encuentra en peligro”.