Easy Come, Easy Go parece ser un homenaje al mundo de la música. 
Después de 40 años de carrera y más de veinte discos, 
Marianne Faithfull 
eligió 18 canciones, y casi otros tantos compañeros de ruta, para acompañarla a 
lo largo de este doble álbum de 
covers, subtitulado 
18 Songs For Music 
Lovers. 
Una de las ventajas de llamarse Marianne Faithfull es que, 
frente a un proyecto tal como éste, los artistas que aceptan participar se 
llaman 
Keith Richards, 
Nick Cave, 
Sean Lennon o 
Rufus 
Wainwright, entre muchos otros. Los músicos que la rodean también son 
figuras tan conocidas y respetadas como 
Marc Ribot y 
Barry Reynolds 
a la guitarra, 
Jim White a la bateria, 
Greg Cohen al bajo y 
Rob Burger al piano, además de un sinfín de invitados.
Marianne Faithfull interpreta "As Tears Go By" en 1965 
(vídeo colgado en YouTube por Leahmmakqy)Sin embargo, tanta 
heterogeneídad hace que el resultado sea menor de lo esperado. El álbum tiene 
escasa personalidad y poco relieve y aparece como una selección de temas sin 
conexión entre ellos. Por otra parte, la voz de Faithfull es una voz que ya 
conocemos hace varios años y a la que nos hemos acostumbrado, pero está cada vez 
más alejada de la que la hizo famosa en 1964, cuando susurró por primera vez “As 
Tears Go By” escrito por 
Mick Jagger y 
Keith Richards. 
Easy Come, Easy Go fue grabado en los estudios más antiguos de 
Manhattan, los famosos 
Sear Sound, en directo. La mayor parte de los 
arreglos son de 
Steven Bernstein y 
Steve Weisberg y se hicieron 
específicamente para Marianne Faithfull. Los numeroso músicos invitados, 
distintos maestros de instrumentos de cuerda (violín, violín eléctrico, 
violonchelo, viola) y viento (clarinete, trompeta, trombón, saxo, flauta, corno, 
clarón) fueron dirigidos por 
L. Picket. El disco fue producido por 
Hal 
Willner, íntimo amigo de Faithfull desde el comienzo de los años ochenta, 
además de haber sido el productor de dos de los trabajos anteriores de la 
artista: 
Strange Weather (1987)
 y 
Blazing Away 
(1990).
De hecho, 
Easy Come, Easy Go vio la luz el día en que los 
dos amigos llegaron al estudio con una selección de temas bajo el brazo, 
elegidos cada uno por su lado y por razones distintas. Esto explica la falta de 
hilo conductor en este doble álbum, o por lo menos, para los que lo escuchamos. 
Mirando al DVD que acompaña el disco (en el que lamentablemente solo aparece la 
cantante y ninguno de sus brillantes invitados), entendemos que para Faithfull, 
cada una de estas canciones represente un recuerdo particular, una anécdota o un 
desafío personal. Entendemos también el valor que tuvo la artista para atreverse 
a versionar ciertos clasicos como “Solitude” de 
Duke Ellington y 
Eddie 
DeLange o “Somewhere (A Place For Us)” de 
Leonard Berstein y 
Stephen Sondheim, sin embargo con resultados muy desiguales, en general 
por el peculiar timbre de su voz o por la calidad de la interpretación del tema 
en sí misma.
Marianne Faithfull: "Easy Come, Easy Go" (vídeo colgado en YouTube por 
angelinadoherty)Covers como los de “Down From Dover” de la 
cantante 
Dolly Parton, “Easy Come, Easy Go” de la increíble 
Bessie 
Smith, “In Germany Before The War” de 
Randy Newman, en el primer 
disco, y “Kimbie” de 
Jackson C. Frank, “Many a Mile to Freedom” de 
Traffic y 
“Flandyke Shore”, un tema tradicional popularizado por 
Nic Jones, en el 
segundo disco, son muy decepcionantes. La peor de las versiones es sin duda la 
de “Somewhere (A Place For Us)”, canción que se hizo famosa con la comedia 
musical 
West Side Story, con la participación poco agradecida de 
Jarvis Cocker. Todas estas versiones están recreadas por Faithfull, en 
este doble álbum, con una voz sin relieve y un acompañamiento con poca 
personalidad. Incluso las versiones de “Ooh Baby Baby”, un tema de 
Smokey 
Robinson,
 con la preciosa voz -reconocible entre mil- de 
Antony 
Hegarty de 
Antony and the Johnsons, o la de “Solitude” se escuchan un 
poco flojas. 
Menos mal que muy buenas versiones, mucho más rockeras y 
potentes, como (seguramente la mejor del álbum) “
Hold On Hold On” de 
Neko Case con 
Cat Power y la 
impresionante guitarra de 
Sean Lennon, “The Crane Wife 3” de 
The 
Decemberist con la participación del grandioso 
Nick Cave y la 
guitarra acústica de 
Ribot, “Sing Me Back Home” de 
Merle Haggard 
con el propio 
Keith Richards, en el primer disco, y “Salvation” de 
Black Rebel Motorcycle Club con la voz de 
Sean Lennon y “Dear God 
Please Help Me” de 
Morrisey (presente en este álbum por consejo del 
mismísimo 
Lou Reed) en el segundo disco, levantan el nivel del álbum y 
justifican la reputación de Marianne Faithfull. 
El resultado es un doble 
álbum muy desigual que no pone suficientemente en valor las cualidades de los 
distintos músicos presentes en el estudio, ni de los invitados de lujo que 
acompañan a la intérprete. Más que un buen álbum de rock, 
Easy Come, Easy 
Go parece un regalo que se quiso hacer Marianne Faithfull a sí 
misma.
Marianne Faithfull: "Salvation" (vídeo colgado en YouTube por 
crazedwitch2)