Magazine/Música
Gracias Sres. Martin
Por Marion Cassabalian, lunes, 4 de diciembre de 2006
Sale a la venta la última obra de los Beatles, Love, producida y dirigida por George Martin y su hijo Gilles. Este excelente trabajo compuesto a partir del material original del cuarteto más famoso del mundo será la banda sonora del próximo espectáculo del Circo del Sol.
Este curioso proyecto nació del encuentro entre George Harrison y Guy Laliberté, el fundador del Circo del Sol, en una carrera de coches varios años atrás. Los dos artistas se pusieron de acuerdo para poner en común su respectivo talento: música de los Beatles para un espectáculo del Circo del Sol. La idea surgió entonces de utilizar cualquier grabación original que poseía EMI del cuarteto más famoso del mundo y readaptarla pensando en las luces y las acrobacias del mundo del circo. George Martin, el productor de los Beatles durante 30 años, fue el encargado de realizar esta hazaña. Difícil reinventar temas como “Yesterday” o “Get back”, que todos escuchamos miles de veces y conocemos de memoria... Difícil también retocar el sonido de esta mítica banda sin perder en autenticidad. El desafío residía en realidad en potenciar su sonido de acuerdo con parámetros contemporáneos. Por suerte, la música de los Beatles es a la vez suficientemente simple y rica para permitir numerosos tipos de variaciones.
Martin se hizo acompañar por su hijo Gilles para hacer frente a este desafío. Un oído más joven y unos conocimientos sobre las tecnologías de hoy le eran indispensables para viajar en el tiempo. Su amplio conocimiento del material con el que estaba trabajando era fundamental, pero un poco de sangre joven era necesario para adaptarse a la nueva generación, que asocia a veces los Beatles a un viejo grupo que suena siempre igual.
Las transiciones entre los temas son quizás el mejor logro de este álbum. Se nota enseguida que los productores tenían un conocimiento muy amplio del material con el que estaban trabajando
El resultado es excelente. Primero, los 22 temas que componen Love parecen unidos entre sí, a nivel melódico pero también a nivel rítmico, lo que transmite una sensación de conjunto, de obra entera, como un enorme collage o más bien un patchwork realizado con la obra de los Beatles. Si recordamos que mientras escuchamos estas melodías, acróbatas y equilibristas deambulan sobre la pista, entendemos mucho mejor que el disco solo parezca tener un comienzo y un final. Por otra parte, se nota que numerosos arreglos estuvieron pensados para el mundo del espectáculo. El quinto tema, “I am the walrus” parece adaptado directamente para una película, así como la canción “Within you without you” acoplada con “Tomorrow never knows”. De hecho, el disco contiene dos momentos cumbres con el trinomio compuesto por los temas “Being for the benefit of Mr. Kite!” (quizás uno de los mejores temas de los Beatles), “I want you (She's so heavy)” y “Helter Skelter” y la excelente adaptación de “Strawberry fileds for ever”, unas canciones más tarde. Nos imaginamos entonces un escenario lleno de luces, incluso, porque no, de fuegos artificiales, unos trajes coloridos, casi sicodélicos y coreografías alocadas, pero eso sí, majestuosas...
Las transiciones entre los temas son quizás el mejor logro de este álbum. Se nota enseguida que los productores tenían un conocimiento muy amplio del material con el que estaban trabajando. Gracias a un ritmo o algunas notas de una melodía o incluso algunos coros, “Drive my car” se transforma en “The word” y “What you're doing”, o la magnifica “Blackbird” sirve de introducción a la conocidísima “Yesterday”. Incluso “Julia”, una de las baladas más romántica de los Beatles, sirve de transición entre dos temas al comienzo del disco...
La gran proeza de este álbum es haber logrado reinventar temas míticos y sumamente conocidos que marcaron a generaciones de fans
Otro punto en favor de este trabajo es la selección de los temas, tanto a nivel musical como a nivel del espectáculo. Canciones legendarias como “Eleanor rigby”, “Here comes the sun”, “The Walrus”, “Hey jude”, “Revolution” o “All you need is love” son bases musicales excelentes para que nazcan coreografías e ideas brillantes en un escenario. Se agradece tambien la inserción de temas menos conocidos de los Beatles como “Because” o “A day in the life”.
Para terminar, la gran proeza de este álbum es haber logrado reinventar temas míticos y sumamente conocidos que marcaron a generaciones de fans. Por ejemplo, se escuchan de repente en “Blue Jay Way” las voces de “Nowhere man”... “Strawberry fields forever”, por su parte, es a la vez irreconocible e inconfundible. El ritmo, la voz y el tempo marcado transforman el tema y provoca en el cerebro (o el oído) del que lo escucha una extraña sensación de dejà vu, sin embargo, totalmente nuevo.
Allí reside el toque mágico de la familia Martin. Lograron reinventar a los Beatles, conservando toda su fuerza y su originalidad. La genialidad del Sr. Laliberté se descubrirá en el escenario cuando podamos disfrutar del espectáculo del Circo del Sol en nuestro país. También merece la pena echarle un vistazo a las fotos que acompañan el disco, todo un homenaje al mundo del circo, y agradecer a los miembros de la gran familia de los Beatles que dieron su visto bueno para la realización de este trabajo (¡y especialmente a Yoko Ono por haber encontrado el título del álbum!). En definitiva, gracias a todos por este gran homenaje a una de las mejores bandas de rock del siglo XX.