Magazine/Cine y otras artes
De vuelta a las raíces
Por Eva Pereiro López, miércoles, 3 de mayo de 2006
Volver cuenta la historia de tres generaciones de mujeres vinculadas a un único hombre –el padre-, a un pueblo manchego – Almagro-, y a las costumbres y supersticiones del lugar. La inteligente tela de araña que teje el director más internacional del cine español habla de los recuerdos de la infancia y el cordón umbilical que nos une al lugar donde nacemos, las viejas cuentas pendientes, los abusos sexuales incestuosos, el peso de la culpa y del secreto, la solidaridad femenina, la lucha contra el infortunio, la soledad, y ese viento solano que insufla locura.
Raimunda (Penélope Cruz) tiene una hija adolescente, Paula (Yohana Cobo), y está casada con un obrero en paro. Su hermana Sole (Lola Dueñas) se gana la vida como peluquera de barrio atendiendo a las clientas en su propio piso. Ambas abandonaron el pueblo, sus raíces, hace tiempo para venir a probar fortuna a la capital, pero la muerte de su tía (Chus Lampreave), de la que se ocupa Agustina, una vecina del pueblo (Blanca Portillo), las hará volver y enfrentarse al pasado. Su madre (Carmen Maura), que murió junto al padre en un incendio jamás aclarado, vuelve a “aparecerse” fantasmalmente para saldar cuentas pendientes, mientras Agustina busca a su madre que desapareció sospechosamente el mismo día de aquel incendio.
Un elenco de actrices sólidas y vitales, que se apoyan las unas en las otras, encabezadas por Penélope Cruz y Carmen Maura, dan vida a esta compleja trama que discurre entre guiños y reflejos irónicos sobre los tiempos que corren
Almodóvar vuelve, fiel a sí mismo, a nutrirse de la idiosincrasia española, en este caso manchega, a rebuscar en las raíces, en el pasado de las protagonistas, y como en sus mejores películas, engarza complejidad y riqueza, hábitos tradicionales y supersticiones, fatalidad, destino, vida y muerte en esta tragedia completamente femenina con toques de comedia, sin desvirtuar a ninguno de los dos géneros. Los personajes masculinos, una vez más casi inexistentes – el marido de Raimunda- o presentes únicamente en el recuerdo de las protagonistas - el padre, epicentro del sufrimiento –, son el obstáculo a superar, cueste lo que cueste.
Un elenco de actrices sólidas y vitales, que se apoyan las unas en las otras, encabezadas por una heroína de carácter fuerte que interpreta estupendamente Penélope Cruz y una Carmen Maura experimentadísima, de vuelta con su mentor, dan vida a esta compleja trama que discurre entre guiños y reflejos irónicos sobre los tiempos que corren. Y Almodóvar demuestra una vez más por qué tiene tan merecido su éxito.