Magazine/Cine y otras artes
El peso de la responsabilidad
Por Eva Pereiro López, jueves, 1 de junio de 2006
Jorge (Quim Gutiérrez) ha heredado la portería en la que trabajaba su padre (Héctor Colomé) después de que éste sufriera un infarto cerebral. No ha tenido elección. Día tras día cuida de su progenitor, trabaja y, sacando tiempo aquí y allá, ha logrado acabar empresariales por la UNED. Se empeña en conseguir otro trabajo y escapar así de esa portería que tanto detesta. Lucha contra un destino que parece inevitable, una vida que no tiene nada que ver con la soñada. Su hermano mayor, Antonio (Antonio de la Torre), está en la cárcel. Cuando conoce a Paula (Marta Etura), la novia reclusa de éste, las cosas parecen tomar un rumbo nuevo: por primera vez se enfrenta al desafío de alcanzar sus deseos.
Azul oscuro casi negro es el primer largometraje de Daniel Sánchez Arévalo - reputado cortometrajista-, un relato iniciático sobre el peso de la responsabilidad, sobre la realidad y los deseos que rara vez coinciden. Un debut sólido e interesante que se centra en los personajes, sus destinos y circunstancias, la lucha diaria, el modelo de los padres y las ilusiones frente a la vida cotidiana.
A Jorge parecen haberle arrebatado su futuro. Tras el cristal de la portería está abocado a una vida que él considera de segunda, un trabajo que le pesa como un lastre y que no acepta. Jorge es ante todo portero, ese es el rango que la sociedad le ha dado y en el que él cree que le verán siempre. Un obstáculo. Aun así, y como se siente responsable de lo que le ocurrió a su padre, no halla la manera de enfrentarse a su futuro.
Los actores del reparto son en su mayoría desconocidos, una fuerza nueva y fresca que proporciona veracidad y proximidad a la historia, sin desvirtuar, en general, una buena interpretación
Paula es el punto de inflexión, un epicentro del que emanan motivación y fuerza, el paso necesario para empezar a tomar las riendas y cambiar de rumbo, para dejar de hacer lo que los demás esperan de él. Ahora le toca a Antonio ocuparse de su padre porque Jorge quiere recuperar los años no vividos. Decidir y asumir las consecuencias de sus decisiones y de un futuro incierto que a veces, según la luz, se puede ver azul o negro.
Los actores del reparto son en su mayoría desconocidos, una fuerza nueva y fresca que proporciona veracidad y proximidad a la historia, sin desvirtuar, en general, una buena interpretación. Así, el film se ha visto premiado en el festival internacional de cine español de Málaga 2005 con tres Biznagas de Plata (Premio de la Crítica, Premio Especial del Jurado y “Premio Egeda” al Mejor Guión), lo que augura para su director un futuro esperanzador.