Título:
Una rabieta infantil
Autor: André Glucksmann
Traducción: Mónica Rubio
Editorial: Taurus
Lugar y fecha: Madrid, 2007
Páginas: 272
Precio: 19,50 €
Con sólo cuatro años,
André Glucksmann ya tenía varias identidades. ¿Quién era? ¿Dónde estaba? Ocupación. Liberación. Revolución. Disidencia. Por dos veces el niño escogió Francia, y después se inventó padrinos poetas:
Victor Hugo, Baudelaire, Mallarmé. A sus ojos, el pecado de la indiferencia -el peor, porque permite todos los demás- lo comete la doble ceguera de los que consideran que el mundo marcha bien y la de los que creen que ya no se puede arreglar. «No soy un profeta del apocalipsis, solamente un pensador al acecho».
Desde sus vivencias durante la ocupación nazi hasta los recientes ataques del islamismo radical, Glucksmann repasa las experiencias que más le han influido: el nazismo, el comunismo, Mayo del 68, el rechazo del comunismo por efecto del estalinismo, la guerra de los Balcanes, la guerra de Kosovo... Así, en este relato autobiográfico, el célebre intelectual francés presenta las claves de su pensamiento y de su trayectoria militante.
André Glucksmann (Boulogne, Francia, 1937) es uno de los filósofos europeos más importantes de nuestra época. Entre otras, ha escrito las siguientes obras:
Le Discours de la guerre, El undécimo mandamiento, La estupidez: ideologías del postmodernismo y
La fisura del mundo: ética y sida. Sus últimas obras,
Dostoievski en Manhattan (Taurus, 2002),
Occidente contra occidente (Taurus, 2004) y
El discurso del odio (Taurus, 2005), obtuvieron un gran éxito internacional.
La editorial, como suele ser habitual, proporciona en su portal tanto el
Indice como una serie de
Fragmentos escogidos.
De la reseña elaborada para
El Cultural (5-7-2007) por
Bernabé Sarabia, catedrático de Sociología de la Universidad Pública de Navarra, hemos seleccionado los siguientes párrafos:
Navegando entre la autobiografía y el ensayo, André Glucksmann vuelve la vista atrás para dar cuenta y razón de su trayectoria. A sus setenta años ha reunido en un texto varios libros. El más evidente es el relato de los avatares que jalonan su trepidante vida. A su alrededor ha trazado el recorrido intelectual que, desde sus maestros y desde su propio viaje por la literatura, le ha proporcionado la musculatura y la fortaleza de pensamiento para construir, con frecuencia a contracorriente, una consistente obra. Por último, su reflexión sobre Francia y Europa conforma un tercer eje y, por consiguiente, un espacio en el que se instala el conjunto de su obra y cobra sentido unitario.
(...)
Tras estudiar en Lyon entra en el prestigioso centro de investigación francés, el CNRS, y Raymond Aron le dirige la tesis y sus primeros trabajos sobre la guerra, la disuasión y la estrategia nuclear. En 1968 publica su primer libro, El discurso de la guerra,
y participa activamente en la rebelión estudiantil del mayo parisino en tanto que militante maoísta.
(...)
En 1975 Glucksmann publica un libro que constituye un punto de inflexión tanto en su trayectoria intelectual como personal. La aparición de La cocinera y el comedor de hombres,
insolentemente subtitulado Ensayo sobre el marxismo, el Estado y los campos de concentración,
fue un escándalo. Hasta ese momento su autor era un miembro tolerado e incluso querido por la intelligentsia
francesa, básicamente marxista de pies a cabeza (...) De ser tenido por un chico joven educado y de porvenir, Glucksmann pasó a ser un escritor judío pagado por la CIA y con una escondida vida de lujo. El pecado cometido era evidente: comparar el marxismo con el nazismo.
(...)
Durante los años 80 Glucksmann sigue publicando libros y se desliza hacia el periodismo, una actividad que le merece un gran respeto. Cubre para la Prensa francesa la caída del muro de Berlín y su posición pública en política internacional gira hacia posiciones estadounidenses e israelitas. Posteriormente, en 1999, apoya la intervención de la OTAN en Serbia y condena con furor la intervención de la Rusia de Putin en Chechenia. En 2007 sorprende, una vez más, con su apoyo a Nicolas Sarkozy en las elecciones presidenciales.
Superviviente de una guerra, de la persecución de los judíos y de un cáncer, la preocupación por el mal encajada más en la filosofía que en la moral es una preocupación que cruza de principio a fin Una rabieta infantil. “La cuestión del mal ha constituido en conjunto el tema fundamental del pensamiento” (...) Glucksmann está obsesionado además por un nihilismo que, mezclado con el marxismo, da origen a los males que aquejan a la humanidad. Enrabietado y a contracorriente, se despide con una reflexión poética y una invocación a la libertad que confortan al lector.
Por último, una interesante entrevista de Nuria Escur a André Glucksmann para
Magazine (25-7-2007) del periódico barcelonés
La Vanguardia.
___________________________________________________________________
NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.