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miércoles, 22 de julio de 2009
La Historia y su Periodización
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[21174] Comentarios[3]
Desde el punto de vista de la periodización, debemos partir de que a la hora de ordenar la materia histórica nos es necesario acudir a un instrumental conceptual, a generalizaciones y principios sin los cuales no es posible una visión histórica general. Resulta inevitable y también deseable el despliegue de una serie de modelos o categorías a partir de los cuales tratar de comprender la historia, aunque sin perder nunca su carácter de modelos ideales, de abstracciones teóricas (diferencia entre la “realidad” y los conceptos que tratan de explicarla y ordenarla, el “tipo ideal” de Weber).


Juan Antonio González Fuentes 

Juan Antonio González Fuentes

Desde el punto de vista de la periodización, debemos partir de que a la hora de ordenar la materia histórica nos es necesario acudir a un instrumental conceptual, a generalizaciones y principios sin los cuales no es posible una visión histórica general. Resulta inevitable y también deseable el despliegue de una serie de modelos o categorías a partir de los cuales tratar de comprender la historia, aunque sin perder nunca su carácter de modelos ideales, de abstracciones teóricas (diferencia entre la “realidad” y los conceptos que tratan de explicarla y ordenarla, el tipo ideal de Max Weber). Por ello la división y ordenación de la materia histórica en etapas delimitadas por referencias temporales es un elemento necesario para proceder al análisis de dicha materia. Aún así deben reconocerse los problemas que plantea cualquier periodización: el poco sentido de establecer cortes en la evolución de una sociedad, las diferencias en el ritmo que mantienen las diversas esferas sociales (demografía, economía, política, cultura, pensamiento…) o las diferencias en función de los espacios geográficos.

En España y buena parte del mundo occidental el modelo más frecuente de periodización es el denominado “cuatripartito” (en realidad “pentapartito” incluyendo a la Prehistoria junto a las edades Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea). Este modelo parte del siglo XVII, cuando Keller, en función de la cultura clásica y del intento de recuperación de la misma que comportó el Renacimiento, distinguió entre Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna. Posteriormente se añadió la Edad Contemporánea, como consecuencia de las revoluciones económicas y políticas sucedidas desde finales del siglo XVIII.

Por otro lado cada vez es más frecuente la utilización de términos como “Historia del Mundo Actual” para caracterizar en planes de estudio y libros el período posterior a 1945. En los últimos años se ha desarrollado igualmente con fuerza el concepto de “Historia del Tiempo Presente” para referirse al pasado más inmediato, hasta la actualidad.

En realidad la terminología utilizada viene a complicar el problema. Desde la perspectiva actual plantea problemas el denominar Edad Moderna a un período (siglos XVI-XVIII) tan alejado y diferente del actual, que además se ha caracterizado por la historiografía a través del concepto de “Antiguo Régimen”. No menos problemas presenta el hablar de una Edad Contemporánea para referirse a un período iniciado hace dos siglos. O “Mundo Actual” para denominar a una época como la iniciada después de 1945, lo cual podía entenderse aún en la década de 1980, pero no tiene en cuenta los importantes cambios políticos y sociales sucedidos desde finales de dicha década.

Por otro lado es importante no perder de vista en ningún momento la fuerte interrelación entre la modernidad y la Edad Contemporánea. En buena medida la modernidad es un concepto complejo que recoge el sentido de cambio y progreso de las sociedades occidentales desde el Renacimiento hasta nuestros días, con una serie de características que aparecen o se prefiguran en la Edad Moderna (desde el punto de vista del pensamiento la valoración decisiva del sujeto y de la razón, desde el económico el surgimiento de la economía-mundo capitalista, desde el político los orígenes del Estado-nación, pero todo ello combinado en este período con la fuerza de las persistencias y de la tradición que caracteriza al Antiguo Régimen), pero que se desarrollan fundamentalmente a partir de las revoluciones que dan comienzo a la Edad Contemporánea.

***

Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:

-LIBRO: Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009).

-PELÍCULA: Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009).

Más de Stieg Larsson:

-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)

-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios
27.10.2009 1:15:45 - melina



si tiene pelos en la concha


13.05.2011 19:26:42 - javier





13.05.2011 19:26:45 - javier













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