Juan Antonio González Fuentes
Al acabar en 1945 la II Guerra Mundial, existían algunos acuerdos fundamentales entre las grandes potencias en lo relativo a la organización del nuevo orden internacional, el que brotaría de la posguerra. Uno de ellos era la creación de una organización de naciones, heredera de la Sociedad de Naciones creada en 1919 y de la Declaración de las Naciones Unidas de 1942 (EEUU, URSS y Gran Bretaña). Entre abril y junio de 1945 se reunió la llamada Conferencia de San Francisco, de la que salieron la Carta de las Naciones Unidas, norma fundadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que nació en octubre de 1945. Sus objetivos básicos eran el mantenimiento de la paz y la seguridad, el fomento de las relaciones de amistad y cooperación entre las naciones, la igualdad de derechos entre los pueblos y el derecho de autodeterminación, así como el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Su estructura organizativa básica incluye desde entonces:
-Asamblea General: una suerte de parlamento internacional en el que todos los países miembros están representados de manera igualitaria.
-Consejo de Seguridad: órgano ejecutivo de la ONU, en el que están representados de manera permanente las cinco principales potencias vencedoras de la guerra mundial (EEUU, URSS, China, Gran Bretaña y Francia), que además poseen derecho de veto, junto a otros diez países elegidos cada dos años.
Sede la de Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York
-Secretaría General: órgano permanente encarnado por el secretario general, con la finalidad de dirigir el funcionamiento de la ONU y mediar en las relaciones o conflictos internacionales.
-Los organismos especializados: organizaciones encargadas de problemas y campos concretos, entre los que destacan el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, la UNESCO (educación y cultura), la FAO (agricultura y alimentación), la OMS (salud), la OIT (trabajo), la UNICEF (infancia), etc, etc...
A lo largo de su historia la actividad de la ONU ha tenido resultados desiguales. Desde un principio las potencias con derecho a veto han bloqueado sistemáticamente cualquier resolución contraria a sus intereses, lo que ha restado eficacia y credibilidad a la Organización en el ejercicio de sus teóricas funciones de mantenimiento del paz y el derecho internacional. Junto a ello el enfrentamiento entre EEUU y URSS se trasladó diplomáticamente a la ONU, que se convirtió muchas veces en mera caja de resonancia de la rivalidad bipolar. Estas circunstancias y la falta de una fuerza propia ha paralizado frecuentemente a la ONU ante graves conflictos y violaciones de la legalidad internacional (a ello hay que añadir que hasta 1974 no se definió el concepto de agresión). Por otro lado es de reconocer que además de constituir un foro de discusión y negociación de los problemas mundiales, en ocasiones ha actuado eficazmente para evitar o atajar algunos conflictos, ha facilitado y promovido el proceso de descolonización, ha fomentado el respeto a los derechos humanos (definido teóricamente a través de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948) y sus organismos especializados han colaborado en la lucha contra múltiples problemas y lacras (defensa de la infancia y la educación , refugiados de guerra, lucha contra las enfermedades...
Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:
-LIBRO: Jesús Pardo, Borrón y cuenta vieja (RBA Libros, 2009)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.