Juan Antonio González Fuentes
Hay escritores a los que el prestigio llega a aplastar como una losa. Si entre los más cultos lectores españoles de novelas hiciéramos una encuesta sobre los mejores novelistas hispanoamericanos del siglo XX, dudo mucho que fueran numerosas las listas en las que faltase el nombre del chileno José Donoso. Y sin embargo, ¿quién lee hoy a José Donoso? Sí, ya sé que la pregunta tiene una enorme carga de retórica vacua, por qué quién lee hoy, por ejemplo, a Gerardo Diego, a Larrea, a Salinas, a Aleixandre, a Guillén…, por hablar sólo de autores consagradísimos en el olimpo literario contemporáneo español. Sí, también sé que la pregunta esencial es mucho más sencilla, algo así como ¿quién lee hoy?
José Donoso (1924-1996), a todas luces críticas uno de los escritores chilenos mayores del siglo XX, publicó su primera novela en 1957. Coronación, una crónica casi perfecta de la decadencia de las clases altas de la capital chilena. A esta primera y exitosa novela le siguieron otras hasta superar la docena con algunos títulos póstumos (El lugar sin límites, 1965; Tres novelitas burguesas, 1973; Casa de campo, 1978; Donde van a morir los elefantes, 1995; Lagartija sin cola, 2007…), y también dos libros de memorias (Historia personal del boom, 1972 y Conjeturas sobre la memoria de mi tribu, 1996), y libros de cuentos (Verano y otros cuentos, 1955; El charleston, 1960), e incluso un libro póstumo en el que Cecilia García-Huidobro recopiló sus artículos para revistas (Artículos de incierta necesidad, 1998).
José Donoso: Poemas de un novelista (Bartleby Poesía, 2009)
En 1981 Donoso publicó su único libro de poemas oficial con el explícito título de Poemas de un novelista. Pues bien, ahora la colección Bartleby Poesía rescata esos poemas y vuelve a ofrecerlos al lector en español con un prólogo del también chileno Jorge Edwards, Premio Cervantes 1999). El volumen del que hablamos integra toda la escasa producción poética de Donoso, escrita curiosamente durante los años que vivió junto a su familia en España, en Sitges, Madrid y Calaceite, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel donde vivieron entre 1972 y 1976, y donde el autor escribió la mayor parte de sus poemas. Donoso hizo de Calaceite un verdadero centro neurálgico de la alta cultura escrita en español durante aquel tiempo, pues por su casa turolense pasaron Luis Buñuel, García Márquez, Vargas Llosa, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y los hermanos Moix, Ana María y Terenci, entre otros.
¿Y cómo son los poemas de Donoso? Con franqueza lo desconozco, pues aún no le he podido echar un vistazo al libro. Pero adelantaré la propia idea que de su poesía tenía el autor: “refugio de las monstruosidades de la prosa”, y unas líneas absolutamente elocuentes del prólogo de su paisano Edwards: “Mientras el José Donoso de la novela ocultaba o transmitía imágenes deliberadamente borrosas, el de los poemas, en cambio, como se hace y se dice en el arte de la fotografía, revelaba. Ocultar en trabajoso; enfocar y revelar era un alivio, un respiro”.
Fiémonos tanto del autor como del prologuista, y soñemos entonces una poesía clara, enfocada hacia la realidad para captarla nítida y aliviada con luz limpia, sencilla, sosegada, reveladora.
Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:
-LIBRO: Philip Roth, Indignación (Mondadori, 2009)
-CINE: Kevin Macdonald, La sombra del poder (2009)
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.