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viernes, 2 de enero de 2009
El Chino, de Henning Mankell
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[20843] Comentarios[9]
Mes de enero del año 2006. En un pequeño y tranquilo pueblo de la aparentemente tranquila Suecia (léanse, por ejemplo, las novelas de Sietg Larsson o las de Henning Mankell protagonizadas por el policía Kurt Wallander), un fotógrafo descubre por casualidad hasta un total de 19 personas brutalmente asesinadas

Juan Antonio González Fuentes 

Juan Antonio González Fuentes

Mes de enero del año 2006. En un pequeño y tranquilo pueblo de la aparentemente tranquila Suecia (léanse, por ejemplo, las novelas de Sietg Larsson o las de Henning Mankell protagonizadas por el policía Kurt Wallander), un fotógrafo descubre por casualidad hasta un total de 19 personas brutalmente asesinadas.

Las investigaciones policiales indican que el autor podría ser un psicópata asesino en serie, y sin embargo una jueza, la protagonista y cauce narrativo de esta historia, Birgitta Roslin, no cree en esa teoría y apunta otras posibilidades para explicar la extraña, la aterradora tragedia.

No muy lejos de la escena del crimen, medio enterrada en la nieve, se descubre una cinta de seda roja cuyo estudio dirige las sospechas hacia algún extranjero, hacia alguien llegado de fuera del país, poniendo la investigación sobre la pista de una trama oculta cuyo origen se pierde en la capital de China, Pekín, y en una vieja historia que arranca nada más y nada menos que en el año 1860.

En torno a esa fecha, decenas de miles de chinos fueron transportados casi como animales hasta los EEUU para trabajar en la construcción del ferrocarril que uniría la costa este con la oeste. Conoceremos las durísimas peripecias sufridas por aquellos orientales a través de los testimonios de los descendientes de los hermanos Wu, San y Gou Si, quienes también muestran la realidad de la China actual, un vasto, complejo y conflictivo país/continente llamado a ser la superpotencia emergente del siglo XXI.

Sin embargo la persecución del asesino y todas las historias paralelas que van revelándosele poco a poco a la jueza Birgitta Roslin, que investiga dejando a un lado a la policía sueca, va a experimentar un punto y aparte al sentir la jueza que su vida se encuentra realmente en peligro.

Henning Mankell: El chino (Tusquets)

Henning Mankell: El chino (Tusquets)

A grandes rasgos este es el resumen del argumento de la última novela publicada en español por Henning Mankell, El Chino (Tusquets, Barcelona, 2008), una novela que se suma al corpus narrativo del autor no protagonizado por el ya célebre comisario Kurt Wallander, la gran creación del novelista sueco, y personaje que forma parte ya esencial de la leyenda europea de la novela negra.

El Chino ha sido recibida con división de opiniones por la crítica especializada. Para una parte de la misma es una novela construida con un pulso narrativo extraordinario, y con un argumento original que desvela para el gran público europeo y americano muchas claves de la realidad de la China actual. Para otra parte de la crítica, por el contrario, El Chino es una prueba más de que cuando Mankell deja aparcado a Wallander su eficacia como narrador cae muchos enteros.

Sin alinearme con ninguna de las corrientes, y aceptando de buen grado muchos de los argumentos de ambas, en lo que sí coincido con críticos y con lectores es en la añoranza de Wallander y sus investigaciones.

Mankell, por favor, no nos dejes por más tiempo sin nuestro policía de cabecera favorito, Kurt Wallander, el único policía que ama la ópera.

***

Última reseña de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:

-After Dark, libro de Haruki Murakami


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios
22.01.2009 22:07:31 - julian



Me resultó interesante la reseña publicada, pero no hace casi mención al costado político de la novela. Es la polìtica pasada y presente, para mì, el motivo central del libro y el hecho policial un iniciador de la trama. Desde LatAm un saludo


06.08.2009 22:43:30 - ruskin



Cualquiera de las novelas protagonizadas por Wallander supera por varios cuerpos a este intento malogrado de transformarlo en una investigadora judicial preocupada por sus circunstancias personales, por cierto un tanto evitables.


26.12.2009 21:03:11 - meredith



Acabo de leer "El chino" de Mankell.
Una obra realmente mala. Desastrosa.
Un fallido intento por engarzar novela negra y algo semejante al ensayo-denuncia.
Con graves desequilibrios internos, la trama de la "novela" apenas se sostiene con las pinzas del oficio que Mankell ha demostrado en otras obras suyas.
La lógica narrativa y los ritmos fluctúan sin sentido novelístico alguno.
La última parte de la obra no es más que un frustrante querer y no poder dar salida al impactante y prometedor comienzo "negro".
Abundante, asimismo, el universo de incoherencias del libro: Un Ya-Ru que sin ninguna razón se "cepilla" a su fiel servidor y asesino Liu, quien a su vez aparece de nuevo -después de muerto- en el pequeño hotel de Hudisksvall (pág. 429) y a quien Ya-Ru "le proporcionó las armas" (pág. 465) que él propio Liu "había conseguido comprar por casualidad en una visita a Shanghai" (pág. 466), etc.
¿Excesiva prisa por parte de Mankell por acabar de una vez por todas con tanta hoja escrita? ¿Aburrimiento del autor, quizás, de un híbrido que ni es ensayo ni llega a novela?
¡Demasiado para la mente deseosa de "novela"!
¡Una pena!


26.12.2009 21:03:13 - meredith



Acabo de leer "El chino" de Mankell.
Una obra realmente mala. Desastrosa.
Un fallido intento por engarzar novela negra y algo semejante al ensayo-denuncia.
Con graves desequilibrios internos, la trama de la "novela" apenas se sostiene con las pinzas del oficio que Mankell ha demostrado en otras obras suyas.
La lógica narrativa y los ritmos fluctúan sin sentido novelístico alguno.
La última parte de la obra no es más que un frustrante querer y no poder dar salida al impactante y prometedor comienzo "negro".
Abundante, asimismo, el universo de incoherencias del libro: Un Ya-Ru que sin ninguna razón se "cepilla" a su fiel servidor y asesino Liu, quien a su vez aparece de nuevo -después de muerto- en el pequeño hotel de Hudisksvall (pág. 429) y a quien Ya-Ru "le proporcionó las armas" (pág. 465) que él propio Liu "había conseguido comprar por casualidad en una visita a Shanghai" (pág. 466), etc.
¿Excesiva prisa por parte de Mankell por acabar de una vez por todas con tanta hoja escrita? ¿Aburrimiento del autor, quizás, de un híbrido que ni es ensayo ni llega a novela?
¡Demasiado para la mente deseosa de "novela"!
¡Una pena!


23.08.2010 23:16:30 - ricardo



Esta novela se resume bien,amigos no pierdan ni el tiempo ni el dinero,en leer,esta autentica mierda,no lo que no puedo soportar en un escritor,es la tomadura de pelo,y que no finalize las novelas y las intrigas que van generando y no es la primera vez que lo hace,es una pena porque despues de un arranque extraordinario na novela va perdiendo ritmo,hasta ser en mi opinión,autenticamente insoportable


27.09.2010 19:39:45 - julio c borda



La novela parece interesante al principio, pero luego se torna incoherente y pesada. Creo que le sobran 200 páginas;no se explica con claridad los motivos de tantos homicidios; si bien uno presume que Ya Ru es descendiente de San y de sus hermanos,no queda claro la matanza de las familias suecas a manos del chino mandado por aquél pues no se sabe con seguridad si eran o no parientes de J.A. el explotador de los chinos en la connstrucción del ferrocarril.No se entiende tanto odio contra familias totalmente ajenas a los sucesos ocurrido en América en el s.XIX Por otro lado, en la novela se describe un viaje de Birgitta a China, creyendo el lector que iba con el fin de investigar la conexión, pero todo queda en la nebulosa.En la parte ambientada en el siglo XIX, San asesina gratuitamente a la persona que lo había protegido.En fin, toda una maraña difícil de desenredar.Una lástima.No es ni chicha ni limonada.


27.09.2010 19:39:51 - julio c borda



La novela parece interesante al principio, pero luego se torna incoherente y pesada. Creo que le sobran 200 páginas;no se explica con claridad los motivos de tantos homicidios; si bien uno presume que Ya Ru es descendiente de San y de sus hermanos,no queda claro la matanza de las familias suecas a manos del chino mandado por aquél pues no se sabe con seguridad si eran o no parientes de J.A. el explotador de los chinos en la connstrucción del ferrocarril.No se entiende tanto odio contra familias totalmente ajenas a los sucesos ocurrido en América en el s.XIX Por otro lado, en la novela se describe un viaje de Birgitta a China, creyendo el lector que iba con el fin de investigar la conexión, pero todo queda en la nebulosa.En la parte ambientada en el siglo XIX, San asesina gratuitamente a la persona que lo había protegido.En fin, toda una maraña difícil de desenredar.Una lástima.No es ni chicha ni limonada.


16.03.2012 21:44:55 - Alberto



Se lee muy a gusto. Entretiene, informa y a ratos tiene el ritmo de sus mejores thrillers. A mí no me parece incoherente el libro. Puedo entender que parezcan pesadas algunas divagaciones, pero todo queda bien claro. Saludos


03.07.2014 20:14:17 - Luis
Respuesta al comentario de meredith el 26.12.2009.

Completamente de acuerdo con tus comentarios, y aún iría más lejos. Una verdadera pérdida de tiempo la lectura de este libro. Resulta inexplicable que con un comienzo tan prometedor, al final de la impresión de que el autor no sabe como terminar y nos quedamos todos con las ganas de saber cual fue la razón de tantas muertes.










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