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jueves, 5 de julio de 2007
Antoni Martí Monterde: Poética del café (Anagrama, 2007)
Autor: ojosdepapel - Lecturas[12082] Comentarios[0]
Si la modernidad es una civilización de la palabra, y la nuestra una cultura de la conversación, la vida de Café ocuparía en ella un lugar central.

www.ojosdepapel.com

Título: Poética del café. Un espacio de modernidad literaria europea (Finalista del XXXV Premio Anagrama de Ensayo)
Autor: Antoni Martí Monterde
Editorial: Anagrama
Lugar y fecha: Barcelona, 2007
Páginas: 496
Precio: 20 €

Si la modernidad es una civilización de la palabra, y la nuestra una cultura de la conversación, la vida de Café ocuparía en ella un lugar central al ser autopercepción y desvelamiento, transformación e interrupción de la individualidad moderna. Una sabiduría irónica se hace densa en el Café entre el zumbido y el rugido de la sociedad. Pero, además, algo decisivo pasó cuando alguien se sentó en una mesa junto a una ventana, pidió un café, tomó un papel y se puso a escribir.

Poética del Café explora ese espacio literario, precisamente por literario; una singular institución cuya pieza fundamental es el escritor mismo, que se descubre en su soledad mundana y la escribe, gesto del que surgen importantes renovaciones literarias. Eludiendo el mero inventario de locales o de autores, éste es un libro sobre Hazlitt, Diderot, Voltaire, Balzac, Larra, Galdós, Poe, Baudelaire, Verlaine, Kraus, Altenberg, Unamuno, Roth, Camba, Zamacois, Gómez de la Serna, Cansinos-Assens, Apollinaire, Breton, Pla, Zweig, Canetti, Polgar, Márai, Sartre, Magris..., y sobre The Grecian, Florian, Procope, Régence, Lorencini, Central, Griensteidl, Museum, Els Quatre Gats, New York, Philadelphia, Flore, Aux Deux Magots, Pombo, Levante, Suís, Norat, San Marco, y otros muchos Cafés de nombres olvidados.

Antoni Martí Monterde (Torís, Valencia, 1968) es profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Barcelona. Además de diversos artículos en su ámbito académico, como ensayista ha publicado J.V. Foix o la solitud de l'escriptura (Premio Joaquim Xirau 1997, Edicions 62, 1998), un estudio sobre el pensamiento poético de vanguardia a partir de la obra del poeta de Sarrià, y es coautor de Teoría de la literatura y literatura comparada (Ariel, 2005). También ha publicado poesía, Els vianants (Columna, 1995), y narrativa, L'erosió (Edicions 62, 2001), relato de un viaje literaro a Argentina, por el que obtuvo el Premi de la Crítica dels Escriptors Valencians, y que guarda una estrecha relación con esta Poética del Café.

De la reseña del crítico Miguel Sánchez-Ostiz para el ABCD las Artes y las Letras (23-6-2007), titulada Del café y sus parroquianos, hemos seleccionado los siguientes párrafos:

No se trata de una evocación esteticista y a la fuerza agónica del café como raquítico tema literario, sino de una pesquisa erudita, y perspicaz, en torno a esos espacios que fueron y ya no son, o son apenas, como no sea a modo de meras referencias librescas o de raros santuarios de un pasado que se visita como quien va de peregrinación: siempre decepcionantes, como todos los santuarios. Una pesquisa erudita y apasionada que equivale a una invitación al viaje literario, sostenidos ambos en un discurso especulativo ambicioso, sólido, tenso, con ideas propias y escasos desfallecimientos.

Evocaciones las hay en
Poética del Café, y muchas, pero van mucho más lejos de las meras leyendas literarias que de manera habitual las acompañan. Lo que importa no es pues la leyenda, el mito literario desganado y más vacío que saco de humo, sino el análisis e interpretación de los testimonios literarios, lo de verdad escrito, la época y sus condicionamientos sociales y políticos. Empeño este que dificulta mucho la labor porque amplía de manera considerable el campo de trabajo: del muy novelesco Steele, el editor de The Tatler y para quien trabajó Defoe, a ese Pla que conversando, fumando y bebiendo café cerraba los cafetines de la Costa Brava, pasando por Gómez de la Serna, Larra, Sándor Márai, Baudelaire, W Benjamin o Karl Kraus, que editó su Die Fackel desde las mesas de un café vienés... Cada una de estas evocaciones suscita análisis literarios, a la par que sostiene diversos capítulos del libro, algunos de ellos particularmente brillantes, como «Invención y destrucción de la soledad» o «Silencio en el café».

La guía conductora formal de Poética del Café sería la historia del café como espacio literario y arquitectónico, desde sus primeros testimonios escritos, los de los cafetines londinenses de finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, que tienen reflejo en la obra periodística y literaria de Roger Steele o Samuel Pepys, hasta su práctica disolución y sus imposturas anacrónicas de la segunda mitad del siglo XX, convertido en mero decorado de farsas sociales, pasando por los cafés parisinos pre y posrevolucinarios, los vieneses de la época dorada de la ciudad, los madrileños del célebre Ramón, gran teórico del café como institución y de la fauna que los frecuentaba y a él le sostenía, y de detractores como Marañón -el hombre del café como envenenador de la Historia-.

Pero al margen de esa guía cronológica e historicista, aparecen las particulares derivas protagonizadas por autores como Baudelaire y W Benjamin, Zweig -acompañada de un brillante análisis de su obra- y Karl Kraus, Larra..., dando pie al análisis del mito del café, desde su origen a su disolución y transformación en otros lugares de encuentro o de refugio solitario, una vez que han desaparecido, sobre todo, sus parroquianos habituales y los usos sociales han cambiado, con todas sus implicaciones sociológicas, urbanísticas, filosóficas y políticas.

(...)

El café, como espacio arquitectónico y como escenario de unas vidas literarias, parece una referencia obligada perteneciente a una sentimentalidad literaria, un icono ineludible y un atractivo tema para estampas convencionales: el refugio de la bohemia laboriosa o zángana, el lugar del rumor habitualmente venenoso y donde se forma la opinión pública, el de la conspiración y el de las ensoñaciones de los solitarios (página estupenda esta), el hito obligado de los vagabundos urbanos, el escenario de las invenciones que dan fuego a las vidas sombrías... Todos estos aspectos son algunos de los que con fortuna toca y analiza Martí.


Poética del Café, con no haber agotado el tema, está a la altura de los ensayos clásicos sobre el café como espacio literario y es ya un texto de referencia obligada.

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NOTA: Este blog es una suerte de Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.


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