Título:
Cambio de rumbo
Autor: Klaus Mann
Traducción: Genoveva Dieterich y Anton Dieterich
Editorial: Alba
Lugar y fecha: Barcelona, 2007
Páginas: 656
Precio: 25 €
Este libro es ante todo una crónica, de una vida y de un tiempo, y especialmente de una evolución: de cómo el adolescente primogénito de
Thomas Mann ve la Primera Guerra Mundial como un acontecimiento perteneciente al ámbito cotidiano y familiar, y acaba viendo, con el tiempo, con la instauración del Tercer Reich, el exilio y la Segunda Guerra, precisamente las experiencias familiares y personales en un ámbito histórico y político.
Por estas páginas pasa
Hitler zampándose cuatro trozos de tarta en un salón de té,
Greta Garbo enormemente «cansaaaaaaaada», o
Richard Strauss indignado porque sus protectores nazis pretendían convertir su bonita villa en un centro de refugiados, pero lo que permanece en ellas es la trayectoria de un hombre inseguro de su utilidad pero convencido al mismo tiempo de que «debemos actuar para demostrar una y otra vez el carácter dudoso de cada acto».
Hijo primogénito de Thomas Mann,
Klaus Mann nació en Múnich en 1906. Su primera colección de relatos,
Vor dem Leben [Antes de la vida], y su primera obra teatral,
Anja und Esther, vieron la luz en 1925. Un año después publica
Novela de niños, versión de un episodio de la infancia que su padre novelaría también en
Desorden y dolor precoz. En 1930 publica la novela histórica
Alejandro y su primer volumen de recuerdos,
Hijo de este tiempo. En marzo de 1933 abandona Alemania, como la mayor parte de su familia. Obtiene la ciudadanía checoslovaca y viaja de un país a otro hasta instalarse en Estados Unidos:
Mefisto (1936) y
El volcán" (1939) son sus grandes novelas de esta época. En 1942 publica sus memorias en inglés,
The Turning Point, que al acabar la guerra revisaría y ampliaría en alemán, con el título de
Cambio de rumbo (Der Wendepunkt). No llegó a verlas publicadas. Se suicidó con una sobredosis de somníferos en Cannes en 1949.
De
Luis Antonio de Villena se han seleccionado los siguientes párrafos de un artículo publicado en
El Mundo (18-4-2007):
Klaus tiene el poderoso encanto de las altas figuras menores, de los seres atrevidos y conflictivos, de los que creen hasta equivocarse que el mundo puede ser mejor e ir adelante. Habló de Luis II de Baviera y del músico Chaikovski, porque fueron seres hipersensibles y homosexuales en un mundo hostil a esa condición. Klaus también fue homosexual, y como vivió tantos años de lucha como años muy libertarios, anduvo entre el sexo juvenil y las drogas más o menos duras, sin dejar de salir de la Alemania nazi y terminar peleando en la II Guerra Mundial como teniente del Ejército norteamericano.
Su vida (que contó poco antes de morir, en un estilo rápido, directo y grato sin falta de lagunas líricas) es así el friso sorprendente y vivaz de una época convulsa: el periodo de entreguerras, los años 20 y 30. Pero convulso también quiere decir desasosegado. Y Klaus (como su amiga suiza Annemarie Schwarzenbach) padeció de continuo un desesperado afán de libertad y alegría, unido a una perseverante sensación de caída y vacío. Hasta que se desembarazó de todo, en Cannes, con una alta dosis de somníferos. ¿La sombra del padre?
(...)
Cambio de rumbo
es una memoria vivaz, alerta, melancólica. Un hermoso libro, que nos deja la sensación de haber tocado a un ser vulnerable y frágil, que aun sin quererlo, nunca pudo dejar de medirse -o de pensar que otros lo harían- con la sombra de un padre obelisco, un hombre hizo de la contención su divisa y fue un segundo Goethe. Klaus fue siempre el hijo de Thomas, y nunca será Thomas el padre de Klaus. Pero el hijo tiene un poderoso atractivo. Porque si casi ninguno somos gigantes, casi todos (de un modo u otro) resultamos perdedores.
De la reseña de la profesora
Anna Caballé para el
ABCD las Artes las Letras (25-6-2006), titulada
Padres e hijos, se han recogido estos párrafos:
La lectura de las memorias de Klaus Mann, primogénito de Thomas Mann, deja un sabor amargo. El lector no encontrará en ellas las claves de una existencia dramática, como en efecto lo fue, aunque sí apuntes de un profundo malestar que él quiso conjurar de muchas maneras a lo largo de su corta vida: «¿De dónde proviene ese desasosiego en mi sangre?», se pregunta en el prólogo. La primera versión del libro se escribió y publicó en inglés (The Turning Point)
en 1942 y no recibió malas críticas. En aquel momento Klaus Mann (Múnich, 1906-Cannes, 1949) estaba atrapado en una depresión. Solo y sin dinero, su mayor aspiración era alistarse en el ejército norteamericano, cosa que finalmente consiguió. Debió de ser una experiencia enriquecedora para un convencido enemigo del Tercer Reich. Le permitió regresar a Europa y asistir a la caída del nazismo como corresponsal de la revista militar Stars and Stripes.
Él fue uno de los primeros en ver las ruinas del Berghof de Hitler, cerca de Múnich, después del bombardeo aliado. Y en visitar la casa familiar, abandonada precipitadamente en 1933 y convertida en escombros.
(...)
Los primeros capítulos constituyen un interesante relato de infancia. Thomas Mann, el Mago, se revela como el patriarca indiscutible de una familia feliz, ordenada, burguesa, culta, en la que se trenzan alianzas indestructibles, como la que unirá a los dos hermanos gemelos, Klaus y Erika. Con el tiempo, sin embargo, los «niños Mann» detectarán la indiferencia natural, siempre paliada por la esposa y madre, con la que el escritor suele abordar las cuestiones familiares. Lo cierto es que les resultará muy difícil hacerse un verdadero lugar en esa indiferencia. «Klaus buscará el peligro, las compañías despreciables y el castigo», observa Blas Matamoro en un estudio indispensable sobre la familia Mann (Puesto fronterizo,
Síntesis, 2003). El último castigo que se impuso no deja de estar presente a lo largo del libro.
La reseña para el suplemento cultural de
El País, firmada por
Luis Fernando Moreno Claros, se puede leer
AQUÍ.
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NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.