Título:
Sobrevivir después de Franco. Evolución y triunfo del reformismo, 1964-1977
Autor. Cristina Palomares
Prólogo: Paul Preston
Editorial: Alianza
Lugar y fecha: Madrid, 2006
Páginas: 400
Precio: 18 €
Este libro trata de una dimensión de la transición a la democracia en España, que no ha sido tratada en profundidad hasta la fecha. Examina la emergencia y evolución del sector moderado del régimen franquista desde el año 1964, año de aprobación de la Ley de Asociaciones, hasta 1977, año de las primeras elecciones democráticas en 40 años.
El papel de los reformistas fue uno de los factores que hizo posible el desmantelamiento del régimen franquista y fue de crucial importancia para asegurar una transición pacífica a la democracia. Actuaron como puente entre el sector más ortodoxo del régimen y la oposición democrática, allanando el camino para que el rey don Juan Carlos lograra con éxito la implementación de la Ley de la Reforma Política que clausuró la etapa franquista.
La voluntad del rey de acometer una reforma integral del régimen franquista y su deseo de no oponerse a la inminente llegada de la participación popular, fueron, sin duda, algunos de los factores que hicieron posible el éxito de un proceso de transición a la democracia que se caracterizó por su moderación.
La historiadora
Cristina Palomares, formada en Cambridge y en la London School Of Economics, es experta en Relaciones Internacionales.
Entrevista a Cristina Palomares en
El Norte de Castilla (28-2-2007).
El profesor
Rafael Núñez Florencio valora la obra para
El Cultural (16-11-2006) en los siguientes términos:
En los tiempos que vivimos éste es un libro a contracorriente y, aunque sólo fuera por eso, conviene destacarlo para que no pase desapercibido. Hace tan sólo dos lustros su tesis hubiera ido a sumarse a las evaluaciones positivas de la transición. Hoy en día, cuando se ha extendido la descalificación o, por lo menos, el cuestionamiento de aquel proceso en nombre de la supuesta memoria histórica traicionada, su planteamiento resulta casi provocador: adjudicar los méritos de aquella etapa a los sectores moderados del propio franquismo. ¡Y con prólogo de Paul Preston, director además de la tesis doctoral en que se basa el presente volumen!
No estamos ante un estudio más sobre la transición. La novedad de su enfoque se pone de relieve ya en el lapso que abarca, 1964-1977. Para Palomares la democratización no puede entenderse bien si partimos, como habitualmente se hace, de 1973, con el asesinato de Carrero, porque las fuerzas que entonces entran en juego vienen conformándose desde una década antes. Un sector del franquismo toma conciencia entonces de que el régimen no puede sobrevivir al propio Franco y hay que preparar el terreno para homologar el sistema político con los otros países occidentales. Son los moderados del sistema: aperturistas y reformistas.
La distinción entre unos y otros, como reconoce la misma autora, no es fácil, aunque teóricamente el reformismo siempre fue un paso delante del mero aperturismo. (...) lo importante, como explicita Palomares, no son los nombres concretos sino ese esfuerzo colectivo desde el interior del régimen que desembocará tras la muerte del dictador, no en una “correlación de debilidades” entre gobierno y oposición, sino en la constatación de que el proyecto que ofrecía el reformismo a los partidos antifranquistas era la mejor solución posible. La autora se implica en deshacer lo que llama tópicos consolidados, como que el franquismo era un “bloque homogéneo” que se cuarteó por el empuje de la oposición democrática, o que fuera la labor de ésta el factor determinante de la transformación política.
(...)
...en líneas generales el libro de Palomares termina por ser en conjunto una contribución fundamental para comprender desde las entrañas del sistema esa obra de ingeniería política que supuso la conversión pacífica en democracia de un longevo régimen autoritario.
___________________________________________________________________
NOTA: Este blog es una suerte de
Escaparate dedicado a los libros y revistas, pero no a la crítica, sino a dar noticia de ellos a través de la información que proporcionan las editoriales, la prensa y las revistas y suplementos culturales.