Estamos en la Opera de Roma, la capital de Italia. El director
Riccardo Muti, recientemente galardonado con el
Premio Príncipe de Asturias, dirige desde el foso orquestal
Nabucco de
Giuseppe Verdi. En el tercer acto interpretan el celebérrimo coro de esclavos
Va, pensiero, escrito por el libretista
Temisclore Solera, inspirado en el Salmo 127. Este pasaje operístico se convirtió tras el estreno de la obra en 1842 en una especie de himno nacional para los patriotas italianos que entonces luchaban por la unidad nacional y la soberanía al margen, por ejemplo, de los
Habsburgo austriacos. La frase del coro «
Oh mia patria sì bella e perduta!» («¡Oh patria mía, tan bella y perdida!»), comenzó a partir de entonces a formar parte del imaginario nacional colectivo italiano.
Bien. El coro termina y el público del teatro romano regala una gran ovación. Muti manda silencio, se vuelve al público y lanza un breve discurso. El arte y la cultura italianos son la mejor seña de identidad del país, explica Muti, y si no se les cuida y protege, el resultado final solo puede ser el de acabar con una Italia convertida en patria
bella e perduta. Este es más o menos el resumen del discurso. El público ovaciona la intervención, y el director invita a repetir el simbólico coro y a que el públicos acompañe la interpretación. En pie, todos cantan el
Va, pensiero: muchos lloran emocionados, y al final, de nuevo, el teatro es un puro aplauso. En el palco, el señor
Berlusconi contempla sin saber muy bien qué hacer este armónico y contundente clamor popular.
Riccardo Muti fa cantare "Va pensiero" a Roma (vídeo colgado en YouTube por gimmoXR)
En italiano Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Solima2 ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!.
En español ¡Ve, pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda las orillas del Jordán
y las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y perdida!
¡Oh recuerdo tan caro y fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que hable del tiempo que fue!
Al igual que el destino de Sólima
Canta un aire de crudo lamento
que te inspire el Señor un aliento,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
que al padecer infunda virtud,
al padecer, la virtud!.
(Fuente de la traducción: Wikipedia)