José Membrive
Quizás porque mi niñez sigue jugando… entre olivos… todo viaje a Andalucía discurre por una línea de alta intensidad afectiva. Me digo que voy a presentar algunos libros y lo cierto es que voy a darme un colosal baño afectivo del que salgo fuerte y maravillado. Familia, amigos, escritores por conocer… todo un exceso, especialmente en este caso cuando se trata de un gran libro El sendero del corazón del jiennense José Luis Villar que plantea la manera de vivir en plenitud cada instante de nuestra vida. Se trata del tercero de una trilogía cuyos otros dos volúmenes: Mensaje desde el silencio y La voz del alma, han sido publicados recientemente en Ediciones Carena.
Es de bien nacidos el ser agradecidos. Debo a Jaén algunos detalles: mi vida, un cuarto de siglo alimentado y arropado entre la sabiduría de sus olivares y la cálida suavidad de los algodonales… Jaén fue mi continente cuando el mundo era grande. En la provincia de Jaén estudié y, después de abandonarla, sigo sintiéndome “alado barro suyo”.
Género: humanista
El problema que plantea el El sendero del corazón es quién manda en nosotros y cómo hacer de nuestro interior un entorno medianamente libre habitable. Tiene el acierto de plantear el campo de batalla en nuestro interior, pero esto en sí no dice mucho. Incluso cuando, siendo conscientes de nuestros actos, decidimos tomar el timón de nuestra barca, nos encontramos tres elementos hasta la fecha difíciles de compatibilizar: la razón, los sentimientos y la voluntad. Cada uno con sus métodos, sus criterios y sus argumentos. Si echamos mano a ayuda externa, los filósofos, los psicólogos y los pedagogos nos dirán cada uno su método, trazarán sus caminos, a menudo incompatibles entre sí. Nosotros mismos sabemos que ante un problema afectivo, pensamos la solución ideal, pero nuestros sentimientos tiran por su lado y, a la hora de la verdad, no somos capaces de decidir nada, nos inhibimos o tiramos por el camino más cómodo, con lo que esa “autonomía” decisoria puede ser tan caótica como cuando dejábamos que otros metieran sus narices en nuestro destino. Libros de filosofía, de autoayuda, de urbanidad… ninguno, bajo mi punto de vista, trata el problema de la autonomía humana y del sentido de la vida, de manera integral. Y ese es, a mi modo de ver, el acierto de José Luis Villar: desvelar claves en el plano de la intuición para poder dar sentido a nuestra vida desde una óptica que aúne y potencie al mismo tiempo: pensamientos, afectos y acción.
Los escritores, y artistas en general, tienen como misión dar respuesta a las demandas que plantea la sociedad, por eso las épocas de crisis suelen ser generosas en artistas que esbozan nuevos caminos. El siglo de oro de nuestras letras coincide con una crisis sociopolítica gigantesca y lo mismo volvió a ocurrir en 1898, o en 1927, al final de los “felices veinte”. La propuesta de José Luis Villar busca en la comunión con la naturaleza el método para remontar la crisis, pero se trata de una reconexión lúdica, lejos del penitente ascetismo al uso. Es un golpe de estado interior sin “sponsors” religiosos que te cobren su ración de penitencia. Un golpe de estado a una manera penitente de entender la vida. José Luis vive en una de las provincias que más riqueza genera. Sólo ver unas cuantas postales panorámicas de sus miles de hectáreas de olivos dan idea de tal magnitud. Sin embargo, estadísticamente, Jaén está entre las provincias más pobres. No basta con producir riqueza exterior y conformarse con sobrevivir. ¿Qué sería de la provincia si se echara para adelante a gestionar al menos parte de la riqueza que produce? Exactamente igual que un individuo que trabaja y produce bienes para otros.
José Luis Villar: El sendero del corazón (Carena, 2010)
No es un tema de explotación exterior, sino de autoestima. Indirectamente El sendero del corazón incide en algunos aspectos esenciales para la mejora y bienestar no sólo espiritual, sino material de las personas.
No es un problema estrictamente de producción de riqueza, ni de conductas impecables, sino de autoestima, de considerarse digno de gozar de parte de lo que producimos o vivimos. Se trata de un paso hacia arriba, pequeño, pero decisivo a la hora de desarticular todo discurso inculpatorio con el que los dirigentes han condicionado la vida de los que producen la riqueza.
En el plano interior: sería considerarse digno de gozar de las riquezas, de la belleza, del tiempo, de los regalos universales sin que estuvieran sujetos a un acuerdo de mínimos como son los salarios en la actualidad. Tampoco se trata de disputarse las riquezas sino de crearlas con otra disposición. En todo caso, El sendero del corazón nos empuja a perder el miedo, nos disculpa y nos propone una visión más participativa, lúdica y valiente de vivir cada instante. “Llamad y se os abrirá, pero la vida sólo os abrirá aquellas puertas para las que estéis preparados…” Y después la valentía de aceptar lo que la vida nos depare, pero aceptación “no significa pasividad, inactividad o indiferencia, significa creencia en nuestro poder…”
Esta reconciliación con la naturaleza conlleva un cambio de actitud personal pero también tiene como consecuencia una rearmonización de la vida colectiva. Pienso en Andalucía, productora de poetas, artistas, a veces ignorados o maltratados en su propia tierra, cuyas obras, como el aceite de Jaén, enriquecen al mundo mientras el índice de lectores o “gozadores” de la propia sabiduría, en el interior de Andalucía, es mínimo.
¿Qué sería de Andalucía si en lugar de ocupar los últimos puestos en índice de lectura o en calidad de la enseñanza, decidiera fortalecerse con sus propias creaciones y derramar en la sociedad su genio creativo, su inventiva, su manera de entender la vida sin ese lastre de renuncia y pobreza que ha estado marcando su destino?
El sendero del corazón es, además de un hermoso libro vital que insufla ideas ánimo y voluntad, que esboza el camino de la verdadera libertad como manera de vivir en plenitud, es una obra de arte que contribuirá a mejorar el goce material de la vida a aquél que decida no sólo leer el libro, sino vivirlo, porque es un texto destinado a la vez a la inteligencia, al corazón y a la voluntad con voluntad y luz de armonía.
NOTA: En el blog titulado Besos.com se pueden leer los anteriores artículos de José Membrive, clasificados tanto por temas (vivencias, creación, sociedad, labor editorial, autores) como cronológicamente.