Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    “Todas las familias felices se parecen”. La vida de Tony Soprano (por Justo Serna)
  • Sugerencias

  • Música

    Bas As Me, CD de Tom Waits (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    ¿Realmente hay motivos para externalizar la gestión de un website?
  • Temas

    Sobre transgénicos
  • Blog

  • Creación

    El cadáver (cuento)
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
lunes, 31 de mayo de 2010
Dennis Hopper, el Easy Rider que fue amigo americano y rebelde con causa
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[7165] Comentarios[0]
Ha muerto Dennis Hopper de cáncer de próstata. Tenía 74 años, joven, diría mi señora madre, para morirse. En efecto, vivimos en una época en la que morir antes de cumplir ochenta y tantos es casi una desvergüenza, un evidente “fallo de fabricación”. Sí, Hopper era joven para morir, pero era viejísimo en nuestra memoria cinéfila. Su nombre y su figuran aparecían en ella desde mediados los años 1950, cuando nos fijamos en él como acompañante de James Dean en “Rebelde sin causa”, la sobrevalorada película de Nicholas Ray de 1954


 

Juan Antonio González Fuentes

Ha muerto Dennis Hopper de cáncer de próstata. Tenía 74 años, joven, diría mi señora madre, para morirse. En efecto, vivimos en una época en la que morir antes de cumplir ochenta y tantos es casi una desvergüenza, un evidente “fallo de fabricación”. Sí, Hopper era joven para morir, pero era viejísimo en nuestra memoria cinéfila. Su nombre y su figuran aparecían en ella desde mediados los años 1950, cuando nos fijamos en él como acompañante de James Dean en Rebelde sin causa, la sobrevalorada película de Nicholas Ray de 1954.

Hopper era un buen actor en el sentido moderno de la palabra, un actor de la raza y características de las de Brando, Newman o Dean, pero sin la “animalidad” física de éstos, sin lograr traspasar la pantalla. Hopper nunca enamoró a la cámara, y por eso de diluyó en papeles secundarios bajo la sombra aplastante de las estrellas de su generación y de otras.

Le recuerdo también en pequeños papeles sin importancia en películas grandes como Gigante (George Stevens, 1956) o Duelo de titanes (John Sturges, 1957), difuminado aquí por la estatura de Burt Lancaster y Kirk Douglas. Con los años siguió participando en películas más o menos importantes, siempre como un secundario llamativo pero con escasa presencia.

Hopper se convirtió en mito, es decir, en figura de póster para habitación de adolescentes cuando escribió, dirigió y protagonizó (junto a Peter Fonda) Easy Rider (1969), un bodrio hoy insoportable y envejecido que en su día pasó por ser algo así como la escenificación americana del mayo francés, una road movie con motos, ropa vaquera, drogas, hogueras en la noche, carreteras interminables, una historia de rebeldes con causa, la de Vietnam, la de la imaginación al poder, etc, etc…

Hopper se convirtió en leyenda, pero dilapidó el crédito alcanzado empeñándose en hacer realidad su un tanto infantil personaje de rebelde y salvaje. Sólo volvió a brillar cuando algunos grandes le dieron papeles breves pero explosivos, muy subrayados, muy desquiciados…, en los que Hopper encajaba como los dedos en un guante: El amigo americano (Win Wenders, 1977), Apocalipsis Now (Coppola, 1979) o Blue Velvet (David Lynch, 1986).



Dennis Hopper en Apocalipse Now, de Coppola (vídeo colgado en YouTube por DukeofConDao)

El resto de su carrera parece la cansina y consabida puesta en escena de una autoparodia. Cuando no estaba controlado por directores con paciencia y oficio, indefectiblemente se descarriaba en un mercado persa de muecas, asombros, brazos abiertos y cacharrería varia de actor descontrolado y demasiado autoconsciente. ¿Ejemplo? Waterworld, de Kevin Costner.

Has muerto Dennos Hopper siendo un viejo joven. Fue un buen actor al que venció su talento descontrolado, su empeño en ser un correcto rebelde, teniendo o no alguna causa.  
 

***


Últimas colaboraciones (Mayo, 2010)
 de Juan Antonio González Fuentes en la revista electrónica Ojos de Papel:

LIBRO: Irène Némirovsky: El caso Kurílov (Salamandra, 2010)

LIBRO (abril 2010):
Elizabeth Smart: En Grand Central Station me senté y lloré (Periférica, 2009)

CINE (abril 2010): Kathryn Bigelow: En tierra hostil (2008) 

LIBRO (marzo 2010): Patrick McGilligan: Biografía de Clint Easwood (Lumen, 2010)

CINE (marzo 2010): Martin Scorsese: Shutter Island (2009)

LIBRO (febrero 2010): Oliver Matuschek: Las tres vidas de Stefan Zweig (Papel de Liar, 2009)

LIBRO (enero 2010): Alex Ross: El ruido eterno. Escuchar al siglo XX a través de su música (Seix Barral, 2009)

CINE (enero 2010):  James Cameron: Avatar (2009)

LIBRO (diciembre): Gerald Martin: Gabriel García Márquez. Una vida (Debate, 2009)

-LIBRO (noviembre): Miklós Bánffy: Los días contados (Libros del Asteroide, 2009)

-CINE (noviembre): Woody Allen: Si la cosa funciona (2009)

-LIBRO (octubre): Luis García Jambrina: El manuscrito de piedra (Alfagaura, 2008)

-CREACIÓN (octubre): La lengua ciega (DVD, 2009)

-CINE (octubre): Isabel Coixet: Mapa de los sonidos de Tokio (2009)

-LIBRO (septiembre):  P.D. James: Muerte en la clínica privada (Ediciones B, 2009)

-LIBRO (julio): Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009)

-PELÍCULA (julio)Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009)

Más de Stieg Larsson:

-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)

-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, creación, historia, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios









  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Algo habrá hecho. Odio, muerte y miedo en Euskadi, de José María Calleja
  • Publicidad

  • Autores