Eh, usted, amigo! ¿Puedo proponerle un pequeño juego? Piense por favor en una boda. Sí, una boda al uso. Novia vestida de blanco, novio con frac o traje oscuro, padrino y madrina emocionados, invitados emperifollados, la iglesia engalana con muchísimas flores, el cura celebrando la ceremonia religiosa, los niños con corbata correteando sonoramente por los pasillos del templo, los jóvenes más gamberros comprobando que no se les ha olvidado el kilo de arroz que piensan arrojar con furia a la salida... ¿Y la música? Piense por favor en la música. ¿Qué melodía o melodías, le han venido inmediatamente a la cabeza? Ah, esas dos. ¿Podría tararearlas un momento? Perfecto, muchas gracias. Sí, esas son las clásicas melodías en las que se piensa cuando se habla de boda. Sí, son marchas nupciales. Sí, sí, tiene usted razón, son archiconocidas, yo creo que no hay por ejemplo película en el mundo en la que salga una boda “al uso” en la que suene una de las dos melodías. Pues nada, muchas gracias, ya se acabó el juego. ero no, espere un momento. ¿Sabe usted por casualidad quién o quienes escribieron esas melodías? ¿No?, ¿de verdad que no? Pues son compositores más bien célebres; es más, uno de ellos es probablemente uno de los más famosos de la historia de la música. Sí, incluso
Woody Allen hace un chiste estupendo a su costa y a la de la pobre Polonia en una de sus películas. Éste del que hablamos le gustaba mucho, pero mucho a
Hitler y a sus secuaces. Bueno, a sus secuaces no lo podría asegurar, pero como para llevarle la contraria al jefe.
Wagner: Marcha nupcial de Lohengrin (vídeo colgado en ouTube por solimusi)El otro músico, por el contrario, fue prohibido por el mismo Hitler. ¿El pecado?, haber nacido judío. Tan sólo eso. Los dos, sin embargo, eran alemanes, qué curioso ¿no? El primero, el que le gustaba mucho a Hitler nació en Leizpig en 1813, el mismo año en el que nació su gran rival artístico, el italiano
Giuseppe Verdi. Otra curiosidad, este músico que le puso sin saberlo banda sonora al nacionalsocialismo y al conradiano
Apocalypse now del italoamericano
Francis Ford Coppola, murió en Italia, en Venecia, en 1883, dos años antes de que naciese mi bisabuelo, el periodista y escritor
Ezequiel Cuevas, quien a su vez murió en 1965, cuando yo estaba a punto de cumplir un año de edad. El otro alemán cuya música se escucha en las bodas nació un poco antes en Hamburgo, en 1809, y murió, qué curioso, en la misma ciudad en la que nació el primero, Leizpig, pero en 1847. ¿Se conocieron ambos músicos? No lo sé a ciencia cierta, pero casi estoy seguro de que la respuesta debe ser afirmativa. La
Marcha nupcial del primero pertenece a una de sus óperas principales,
Lohengrin, estrenada en el verano de 1850 en Weimar, la ciudad que da nombre a la
república que Hitler contribuyó con todos sus deseos a destruir. ¿Es curioso, no?
La Marcha nupcial del segundo músico, escrita en 1842, es una pieza integrada en la suite de música incidental
El sueño de una noche de verano, inspirada, claro, en la obra de igual título de
Shakespeare. Y este dato también es curioso, pues el autor que creo esta Marcha era uno de los preferidos de la que reinaría en Inglaterra y daría nombre a toda una etapa de la historia europea. Me refiero la
reina Victoria, cabeza visible de la llamada época victoriana, monarca que murió el pasado siglo XX, en 1901, el mismo año, por cierto, en el que murió Verdi. Esta última
Marcha nupcial comenzó a ser célebre porque fue la utilizada en el enlace de una de las hijas de la reina Victoria, la
princesa Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, con
Federico III de Alemania, el 25 de enero de 1858, ocho años después del estreno de
Lohengrin. Pues sí amigo, y perdone las preguntas y la ristra de “curiosidades” que le he soltado. Pero la inmensa mayoría de las gentes que se han casado no saben que en su boda sonó música de
Wagner, o música de
Mendelsohnn, o incluso la música de los dos. ¿No es curioso?
Mendelssohn: Marcha nupcial (vídeo clgado en YouTube por 21SCA36)