Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Un profeta, película de Jacques Audiard (por Eva Pereiro López)
  • Sugerencias

  • Música

    Dust Lane, CD de Yann Tiersen (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    La creación de contenidos web en la era de la economía de la atención
  • Temas

    La muerte de la voluntad
  • Blog

  • Creación

    El banquete de los inocentes (por Florentino Huerga)
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Benjamin Britten en Brooklyn, un ejemplo de la Atenas neoyorquina durante la II Guerra Mundial
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[7266] Comentarios[0]
Para hacernos una idea de lo que representó el refugio norteamericano para parte de la inteligencia europea durante la II Guerra Mundial, baste mencionar quienes fueron los vecinos de Britten y Pears entre 1940 y 1942 en ese edificio neoyorkino con vistas al puente de Brooklyn. Allí vivían Paul y Jane Bowles, el editor George Davis, el poeta W. H. Auden, y en el ático del edificio residía el historiador Golo Mann, hijo de Thomas Mann. Pero ahí no acaba la cosa. Por las habitaciones del 7 de Middagh Street se dejaban caer con mucha asiduidad Salvador Dalí, Christopher Isherwood, Leonard Bernstein y Klaus Mann, hermano de Golo. Pero aún hay más: cuando los Bowles marcharon, ocupó su lugar la novelista Carson McCullers


 

Juan Antonio González Fuentes

El músico Benjamin Britten (1913-1976), uno de los más importantes del siglo XX y autor de dos de las óperas más importantes de los últimos cien años, Peter Grimes (1945) y Billy Budd (1951, y revisada en 1960), viajó a los EE.UU en 1939, justo antes de que estallara la II Guerra Mundial. Los EEUU eran entonces una tierra nueva llena de posibilidades materiales, sociales y culturales. Nueva York era tal vez la ciudad más progresista del mundo occidental, una verdadero refugio frente a lo que ocurría en la vieja Europa, desgarrada por un lado por los fascismos, y por el otro por el comunismo.

Además Britten tuvo una buena excusa laboral: recibió una tentadora oferta de trabajo desde la meca del cine, Hollywood. El director de cine Lewis Milestone quería que Britten escribiese la banda sonora de Los caballeros de la tabla redonda. Britten jamás escribió esa música, pero sí se instaló en el nuevo país. Britten no pudo volver a Inglaterra hasta el año 1942, principalmente por los evidentes peligros que en aquel tiempo de guerra suponía viajar en barco por el Atlántico. Así que durante un periodo Britten se instaló en Nueva York, y a partir del otoño de 1940 más concretamente en un bloque de pisos en el 7 de Middagh Street, en Brooklyn Heights, un lugar desde el que se divisaba el famoso puente de Brooklyn.



Acto Tercero del Peter Grimes de Bemjamin Britten en el Liceo de Barcelona (vídeo colgado en YouTube por LiceuOperaBarcelona)

En ese lugar Britten comenzó a vivir junto a la pareja que ya lo fue para toda sus vida, el conocido tenor británico Peter Pears (1910-1986), un especialista en Schubert, Bach y el propio Britten, y que a lo largo de su carrera, además de cantar en los principales teatros de Europa y en el Metropolitan, grabó discos con directores tan importantes como Klemperer, Solti, Stravinsky, Jochum, Colin Davis o Zubin Metha.

Pues bien, para hacernos una mínima idea de lo que representó el refugio norteamericano para parte de la inteligencia europea durante la II Guerra Mundial, baste mencionar quienes fueron los vecinos de Britten y Pears entre 1940 y 1942 en ese edificio neoyorkino con vistas al puente de Brooklyn. Allí vivían los americanos Paul y Jane Bowles, el editor George Davis, el poeta inglés W. H. Auden, y en el ático del edificio residía el historiador Golo Mann, hijo del escritor Thomas Mann. Pero ahí no acaba la cosa. Por las habitaciones del 7 de Middagh Street se dejaban caer con mucha asiduidad el pintor español Salvador Dalí, el escritor inglés Christopher Isherwood, el compositor y director de orquesta Leonard Bernstein y Klaus Mann, hermano de Golo e hijo, también, del premio Nobel alemán. Pero aún hay más: cuando los Bowles marcharon del “artístico” edificio, ocupó su lugar nada más y nada menos que la novelista Carson McCullers. Todo este ir y venir de cultos y creativos vecinos se producía cerca del puente de Brooklyn mientras París caía bajo las botas de los soldados nazis, en Berlín y Roma el fascismo campaba por sus respetos, en Moscú el desquicie comunista se imponía hasta para respirar, y en un lugar de Polonia llamado Auschwitz comenzaba el exterminio industrial de seres humanos por razón de su raza.

***

Últimas colaboraciones (DICIEMBRE) de Juan Antonio González Fuentes en la revista electrónica Ojos de Papel:

LIBRO: Gerald Martin: Gabriel García Márquez. Una vida (Debate, 2009)

-LIBRO (noviembre): Miklós Bánffy: Los días contados (Libros del Asteroide, 2009)

-CINE (noviembre): Woody Allen: Si la cosa funciona (2009)

-LIBRO (octubre): Luis García Jambrina: El manuscrito de piedra (Alfagaura, 2008)

-CREACIÓN (octubre): La lengua ciega (DVD, 2009)

-CINE (octubre): Isabel Coixet: Mapa de los sonidos de Tokio (2009)

-LIBRO (septiembre):  P.D. James: Muerte en la clínica privada (Ediciones B, 2009)

-LIBRO (julio): Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009)

-PELÍCULA (julio)Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009)

Más de Stieg Larsson:

-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)

-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios









  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Josu Ternera. Una vida en ETA, de Florencio Domínguez
  • Publicidad

  • Autores