Reseñas de libros/No ficción
José Antonio Marina: "Anatomía del miedo" (Anagrama, 2006)
Por Rosalía de Frutos, miércoles, 28 de febrero de 2007
En Anatomía del miedo, José Antonio Marina se centra en una emoción que pertenece al sistema defensivo de la naturaleza humana. Un sentimiento y una emoción individual pero también social, puesto que el miedo es contagioso. Su labor investigadora busca dar respuesta a la pregunta de qué puedo hacer con mis miedos o cómo desatar ese nudo en el estómago que todos en algún momento hemos sentido y sufrido. La indagación se integra en su proyecto de crear una teoría de la inteligencia que comienza en la neurología y termina en la ética. Con lo que Anatomía del miedo vendría a ser un apartado o capítulo más de ese gran y único libro.
La primera parte está dedicada a los miedos, tanto los innatos como los adquiridos. Son miedos innatos los provocados por desencadenantes no aprendidos (el típico de los niños a la oscuridad). Normalmente no aparecen al mismo tiempo, sino que cambian a medida que la persona crece y se desarrolla. Y a los miedos adquiridos porque gran parte de nuestros miedos no son provocados por nosotros mismos sino que son adoptados. Así, si por un lado el estrés, la ansiedad y el miedo pueden ser útiles, como en el caso de un individuo que se siente amenazado o desbordado por demandas tanto ambientales u originadas por él mismo que exceden sus propios recursos, por otro, Marina considera que es necesario desarrollar las llamadas “estrategias de afrontamiento” o procedimientos con que nos enfrentamos a estas situaciones, hasta llegar a la ansiada serenidad.
También José Antonio Marina resalta el carácter miedoso como un modo de percibir el mundo propio de las personas vulnerables, con una sensibilidad más afinada para muchos aspectos de la realidad, especialmente los negativos. Este carácter está relacionado directamente con la producción de un importante neurotrasmisor, la serotonina. Luego, el autor destaca las diferentes vertientes de los miedos y las fórmulas de resistencia ante ellos.
La valentía, que es un comportamiento se mueve en el campo de la inteligencia creadora, una de cuyas invenciones es la ética y surge como el afán de enfrentarnos a la angustia
Mientras, al otro lado, estaría el optimismo ciego, el aprendizaje de los miedos y la resilencia (la capacidad de resistir y reponerse de los traumas) que se basa en la empatía y el aprendizaje de la valentía. Otro aspecto del análisis del miedo es el peligro, como una anticipación simbólica del daño. Y luego están los miedos patológicos como la angustia, propia de personas con una responsabilidad exacerbada o perfeccionista, y el pánico y las fobias sociales, dentro de las que se encuentra la timidez. Termina esta primera parte el autor con una carta en la que incluye nueve consejos contra el miedo, a la vez que destaca como uno de los grandes triunfos de la inteligencia el saberse crear una red de afectos, atendiendo al dicho de Maurice Merleau-Ponty: “Un hombre vale lo que valen sus relaciones”.
La segunda parte del libro está centrada en el estudio del valor, el antónimo del miedo. La valentía, que es un comportamiento se mueve en el campo de la inteligencia creadora, una de cuyas invenciones es la ética y surge como el afán de enfrentarnos a la angustia. Filósofos y neurólogos como Sócrates, los estoicos, Jankélévitch o Tillich son analizados por Marina en esta apología de la valentía donde el coraje, así como la fortaleza y, por último, la grandeza, son la esencia del comportamiento libre.
Para la exposición de Anatomía del miedo, su último libro, Marina ha dado un brusco giro y se ha introducido en el campo de la psicología, la inteligencia y la libertad para culminar en la ética. José Antonio Marina nos ha montado en el velero y nos ha puesto a navegar contra el viento, en este caso plantando cara a los miedos. Llegar a puerto es el objetivo, y el final será una victoria de la voluntad De su mano hemos tenido también la oportunidad de navegar en otras ocasiones y ha hecho de buen timonel en su gran barco con Etica para náufragos. Hemos seguido con interés sus pesquisas detectivescas en El misterio de la voluntad perdida, libro que define como “ultramoderno”. Y en la playa de la historia nos ha dado las herramientas para construir nuestra felicidad en La lucha por la dignidad. Otras veces la labor investigadora la ha dirigido a poderosos objetos culturales, Dios y las religiones, en Dictamen sobre Dios, y siempre de la mano de grandes maestros de la poesía y de la literatura en general como Yeats, Basho, Kafka, Jorge Manrique o Rilke.