
Monsieur 
Lazhar, el primer largometraje del director Philippe Falardeau que llega a 
España, no es la primera película que trata el tema de la enseñanza, ni será la 
última. Y aun así la recordaremos como una de las más pertinentes, al igual que 
la excelente “Entre les murs”, la famosa Clase de Laurent Cantet 
(2008), el delicioso documental “Etre et avoir” - Ser y tener - de 
Nicolas Philibert (2002), o bien “Ça commence aujourd’hui” – Hoy empieza 
todo – de Bertrand Tavernier (1999).
 
El aula como imagen de las contradicciones de la 
sociedad moderna en un país privilegiado, eso es Monsieur Lazhar. 
Falardeau no sólo trata el rol del profesor, de los administradores, de los 
padres y los modelos que necesitan los niños, sino también la inmigración, la 
integración cultural y social, el exilio político, el concepto del esfuerzo – 
ese que parece haber desaparecido hoy en día -, el conocimiento del otro, la 
necesidad de hablar de los traumas, de la culpa…  
 
Monsieur Lazhar es un ejercicio de equilibrio a caballo entre las 
visiones de los niños y los adultos, un ejercicio de sutileza que hace posible 
expresar la intensidad y fragilidad de los lazos que se forman en una clase de 
12 niños, que, en muchas ocasiones, pasan más tiempo con el profesor que con los 
propios padres. Plantea también dilemas recientes de la educación moderna como 
la tenue frontera entre enseñar y educar, entendido aquí en su más amplio 
sentido cívico y humano: Bachir es regañado por un padre poco comprensivo que le 
recuerda que está ahí exclusivamente para transmitir conocimientos -¿es eso 
realmente lo que queremos?-, o la prohibición estricta del contacto físico entre 
profesores y alumnos - un sinsentido.
 
Mientras tanto, la historia personal de Bachir irá 
permeando a lo largo del film, una historia traumática que le ha llevado a pedir 
asilo político en Quebec, una historia de la que nunca habla, como tampoco se 
menciona, por prohibición explícita, el suicidio que pesa en el aula como una 
condena y que los niños, a pesar de la ayuda que reciben periódicamente de una 
psicóloga infantil, no son capaces de dejar atrás. Pero Bachir irá ganándose el 
cariño y la confianza de los pequeños para así poder guiarlos a través del dolor 
y la incomprensión, un proceso de cura lento a través del habla, la lectura, la 
enseñanza y sí, por supuesto, también la educación. 
 
Monsieur Lazhar es simplemente magnífica.
Trálier 
subtitulado de la película Profesor Lazhar, del director Phillippe 
Falardeua (vídeo colgado en YouTube por 
vcleblanc)