Carme Lafay atesora las cintas del mejor
Hitchcock, de tanto
que ha cenado con sus luctuosas obras, que oscilan entre el gore y el terror de
Saw. Se deja llevar por los fundamentos del ocultismo, de resultas de
esas sesiones de suspense en el sofá de su casa y de la disciplina coreana para
acabar las lecturas del romanticismo decadente, entre ellas, las de los
detectives que rastrean por las páginas de
Poe. Así, Carmen ha dado con
el Método Trachtenberg de la literatura, para que no se duerma en los laureles.
Los pasos para escribir son los siguientes:
Primero. Vivir
plenamente. “Ver lo que pasa a tu alrededor, empaparte.”
Segundo. Dar
con el argumento sobre el que escribir. “Dar con un tema que ocurra en la
sociedad que nos ha tocado vivir, hoy, aquí.”
Tercero. Documentarse. “Si
puedo, viajo a los países en los que sitúo mis tramas para hacerme una idea de
cómo son los lugares, los ambientes.”
Cuarto. Bosquejar una estructura
en capítulos. “Antes de empezar a escribir, sé el número de páginas que va a
tener el libro y qué va a pasar en cada una de sus partes.”
Quinto.
Ordenar la información. “Me hago un archivo con fichas de cada uno de los
personajes de ficción, y muchos de ellos acabo copiándolos de la realidad, y les
añado su foto.” Además, en una pizarra, como si fuera un caso de
Mentes
criminales (serie de televisión de
Jeff Davis), reproduce el esquema
con los lazos que unen a los integrantes de la narración.
Sexto A.
Escribir. “Escribo en el ordenador cada mañana. Me acuesto a las nueve de la
noche, y a las cuatro de la madrugada ya me suena el despertador; es la mejor
hora, porque la mente está despierta, nada la ha perturbado puesto que el día
comienza. Luego, a las ocho, entro a trabajar. Como he cogido experiencia, sobre
todo después de hacer un curso en el Aula de Escritores del barrio de Gracia,
ahora escribo más rápido que antes.”
Sexto B. Poner un título. Las obras
inéditas, con título, de Carme Lafay:
El sueño de Zita, con el
amor como fuente de energía;
Al-Andalus.com, sobre los juegos de rol;
Un piano en tierra yerma, sobre el conflicto árabe-israelí, y
La perla
de la corona, sobre las redes de prostitución en Barcelona.
Séptimo.
Editar. Por ahora, estos son sus títulos publicados:
Yo no soy tuya
(Hijos del Hule, 2005), historia sobre la violencia machista;
Nosotras y
ellos (Davinci Continental, 2008), sobre las relaciones humanas en una gran
ciudad, al estilo de
Sexo en Nueva York, y que quedó finalista de la IV
edición del Premio Delta de Novela Corta;
Tots tenim secrets (Cossetània,
2010), pasión, odio y engaño entre el Baix Empordà y Miami, y que ganó el Premio
Josep Lluís Savall de Narrativa Marítima;
Rojo mar
(Ediciones
Carena, 2011);
Las muertes de Poe (Davinci
Continental, 2011), sobre el trágico final del escritor estadounidense, que
entronca con
Los crímenes de la calle Morgue, quizá uno de sus relatos
más recomendados.
Octavo.
Reset y volver a iniciar los mismos
pasos: vivir plenamente… En
www.carmelafay.com, la
autora habla en tercera persona, y repite la última frase, como una coda: “La
escritura que, en forma de cuentos, relatos, o incluso diarios, ha ido
practicando desde pequeña, se define ahora como una afición que se ha
transformado en pasión, como un camino que seguir y que marcará en el futuro las
pautas de un estilo de vida”. Además, según ella, la literatura es la actividad
ideal para mantener el cerebro activo en la jubilación.
Contemporizando,
queda así:
Primero. Carme Lafay va al gimnasio para desentumecer los
músculos; no toma café, para dormir por las noches, y asiste a los conciertos de
la Orquesta Sinfónica de Viena en L’Auditori. Segundo. Le llama la atención, por
reportajes que ha visto en TV-3, cómo la República Popular China, “un sistema
capitalista en un Estado comunista”, está agrandando su mercado en África. Su
nuevo libro versará sobre la China que se está implantando en la República
Democrática del Congo. Tercero. Durante 15 días, a finales del 2010, Carme Lafay
estuvo en China, y habló con guías y jóvenes sobre las libertades individuales y
colectivas (“¿qué opináis por no poderos meter en Google?”). Cuarto. La novela
tendrá 400 páginas. Quinto. Entre los personajes, un boxeador, cuya figura se
inspira en el escritor
Juan Marsé (“es que tiene una cara de
sparring…”). Sexto A. Lleva escrito casi la mitad del libro, unas
doscientas páginas, en castellano. “Hice dos años de Filología Hispánica para
estudiar la gramática y el vocabulario”. Sexto B. Ya tiene el título:
Gato
blanco, gato negro, en recuerdo de
Deng Xiaoping. Séptimo. Piensa que
se convertirá en un
bestseller. Octavo. “Quiero seguir escribiendo y
seguir publicando. Me he dado cuenta de que soy muy
ambiciosa.”