Buried
(Enterrado) es una historia a tiempo real, el segundo largometraje de
Rodrigo Cortés, un film novedoso y arriesgado, enteramente rodado en un ataúd y
con un protagonista cuyo rostro escasamente iluminado seguiremos a lo largo de
95 minutos de tensión. Bajo todos los ángulos, Reynolds logra transmitir terror,
desesperación, angustia e impotencia, incluso asfixia y calor, tanto que el
espectador se ve envuelto en esa atmósfera claustrofóbica de planos cortos y
sudor sin perder el interés por el futuro inmediato del personaje, a pesar de
tener la certeza de que sólo existe un único desenlace posible.
Rodada en inglés en tan sólo 17 días, esta
fast-movie de un único protagonista y varios personajes cuyas voces van
y vienen al teléfono, logra alcanzar su objetivo. Si bien es cierto que alguna
escena de Buried podría haberse eliminado y que el ritmo decae en
contadas ocasiones, para inmediatamente volver a retomarse con fuerza, el
engranaje del film funciona eficazmente y tanto el
complicado rodaje en los diversos ataúdes y el montaje son dignos de
admiración.
Paul Conroy es un daño colateral sin mayor importancia, no es
el primero ni será el último, algún día su cuerpo será encontrado por azar, pero
mientras siga respirando dificultosamente los espectadores sufren con él.
Buried no es una película trascendente pero sí es un ejercicio
de estilo interesante y engancha a pesar de las reticencias que pueda tener uno
sobre ir a ver un film en el que, pase lo que pase, dentro y fuera de la escena,
el oxígeno faltará y sentiremos en nuestras carnes la asfixia lenta y progresiva
del protagonista.
Tráiler subtitulado en español de la película Buried
(Enterrado), del director Rodrigo Cortés (vídeo
colgado en YouTube por cyrusx87)