A los 13 años, empieza a cantar en un bar griego de San Francisco, cuyos
dueños se quedaron impresionados por esta niña madura y carismática, con una voz
tan hermosa como peculiar… Los viajes familiares y el trabajo de sus hermanas en
el
Circo del Sol la llevaron luego a Montreal, donde multiplicó las
actuaciones en público.
Lhasa de Sela: "De cara a la pared", CD La
Llorona (vídeo colgado en YouTube por onubufonu)En
1991,
Lhasa conoce al guitarrista
Yves Desrosiers, el hombre que
será el realizador y productor de su primer álbum en estudio,
La Llorona,
que saldrá a la venta 6 años más tarde. Los dos músicos, grandes aficionados al
jazz de los años 30, eligieron sin embargo para este primer trabajo un viaje a
los orígenes de la cantante, componiendo una selección de rancheras, melopeas
zíngaras, baladas al estilo country e interpretando juntos canciones populares
como “Los peces”, “Desdeñosa” o la increíble “Payande”. El triunfo es inmediato.
El público se queda hechizado por la tremenda sensibilidad que habita la voz de
esta mujer cuya silueta, mirada y fuerza recuerdan las de un felino.
Frente al éxito abrumador de este primer trabajo (vende más de medio
millón de copias, algo inesperado para un disco no comercial en español), Lhasa
siente la necesidad de alejarse un poco de los escenarios y de las cámaras para
reencontrarse con su vida nómada e iniciar un nuevo viaje interior. Durante
varios años, trabaja con el circo
Pocheros, desplazándose por el norte de
América al ritmo de la tropa. En esta época, nacen las primeras melodías que
llenarán el segundo disco de la artista,
The Living Road, publicado en
2003.
Lhasa de Sela: "Con toda palabra", CD The Living
Road (vídeo colgado en YouTube por rubyalf)Además de los
recuerdos circenses, este álbum fue inspirado por la luz del puerto de Marsella,
donde Lhasa se instaló para terminar su proceso creativo. Enteramente compuestas
por Lhasa, las 12 canciones de este segundo disco mezclan francés, español e
inglés y están todas envueltas en esta dulzura ya característica de la cantante.
La grabación de
The Living Road tendrá finalmente lugar en Montreal donde
Lhasa se junta con
Jean Massicotte y
François Lalonde para
remozar su obra. Sigue una gira de 160 conciertos durante los cuales los
seguidores de Lhasa pudieron apreciar de nuevo su carisma en el escenario.
Su tercer y último disco, que se llama simplemente
Lhasa, es sin
duda el más logrado de su carrera. En este álbum, Lhasa eligió expresarse en
inglés, idioma que le da un color especifico a su voz y le permite transmitir
una sensibilidad particularmente intensa. Su interpretación de los 12 temas
compuestos por ella misma es a la vez sobria y llena de relieve. La gran
complicidad que la une con sus músicos se nota enseguida cuando se escuchan los
instrumentos adaptarse naturalmente a los cambios de intensidad de su voz. El
arpa, los violines y el piano acompañan letras muy bonitas, cuya poesía atenúa
un poco el pesimismo. Temas como “Is Anything Wrong”, “Rising”, “What Kind Of
Heart”, “Bells”, “A Ish On Land”, “I’m Going In” son particularmente melódicos y
contrastan con canciones como “Love Came Here”, “Where Do You Go” o “The Lonely
Spider” en los que el contrabajo tiene un papel relevante. “Fool’s Gold”, con
unos coros muy bonitos, es quizás el mejor tema del disco; “1001 Nights” es de
lejos el más oscuro (con una voz que se adapta a las letras y parece salir de
ultratumba) y “Anyone And Everyone”, el último tema, es por suerte también el
más optimista.
Lhasa de Sela: "Rising", CD Lhasa (vídeo
colgado en YouTube por armandraoul)Lhasa de Sela es uno de estos
pocos artistas, como
Antony and the
Johnsons y el francés
Yann Tiersen por ejemplo, que logran
tocar de forma extremadamente melancólica y nostálgica sin caer nunca en la
tristeza, a pesar del pesimismo de algunas de sus letras. Sus músicas ponen la
piel de gallina, como si fueran caricias; como si pudieran acompañar cualquier
recuerdo, cualquier imagen bonita pero pasada, guardada escondida en el fondo
del corazón. En este tercer disco más que en ningún otro, Lhasa parece compartir
sus propios recuerdos, sus propias imágenes interiores con su público.
Esta definición podría ser el sello personal de esta artista fuera de lo
común y con una voz única. Lhasa de Sela es sin ninguna duda un valor añadido en
este mercado musical un poco saturado de voces femeninas sin mucha personalidad,
en el que, lamentablemente, subsiste la superficialidad.
Lhasa de Sela: "Fool's Gold", CD Lhasa (vídeo
colgado en YouTube por armandraoul)