¿Qué ha ganado y qué ha perdido la Barcelona postolímpica frente a la de Ruiz Zafón?
Es imposible establecer comparaciones entre una ciudad real, viva y en continuo cambio, y la recreación literaria de la misma ciudad. Ruiz Zafón utiliza distintos recursos para regalarnos sus apuntes de Barcelona: acuarelas, sanguinas o aguafuertes insinúan los decorados. Es tarea de cada lector concretar los perfiles de la ciudad en su mente, y situar en ella a los personajes y la acción. En cambio, la Barcelona postolímpica es esa realidad por donde caminamos –o por donde podemos caminar– todos los días sin prestar, tal vez, mucha atención a las albas o los atardeceres. Pero para eso están los libros, ¿no? Para regalarnos descripciones maravillosas de hechos cotidianos que solemos vivir con indiferencia.
Hay quienes acusan a Barcelona de estar convirtiéndose en un parque temático para guiris
Para cada cuestión hay tantas opiniones como personas. Tal vez el gran problema de Barcelona es que parece que nadie tiene un proyecto concreto, ilusionado e ilusionante para ella. Pero crece y crece, y va a seguir creciendo, con proyecto o sin él... Sería triste que la ciudad vendiera su personalidad a cambio de ser invadida por turistas low cost, pero ¿qué podemos hacer los barceloneses para impedirlo? Por otra parte, ¿cuántos de los ciudadanos que viven hoy en Barcelona la sienten como su ciudad?
¿Qué lugares que se describen en la Sombra del viento ya no están en Barcelona?
Hay algunos que no han existido nunca. Por ejemplo, la tienda de plumas estilográficas de la calle Clavé, o la librería de Gustavo Barceló, presuntamente en la calle de Ferran. En cambio, estamos seguros de la existencia del Cementerio de los Libros Olvidados... Claro que para poder encontrarlo tienen que darse unas circunstancias concretas... Los autores sólo pudimos verlo de reojo, fugazmente...
¿Cuánto hay de realidad y cuánto hay de ficción en los itinerarios de Daniel Sempere?
Los itinerarios de Daniel Sempere transcurren por calles y plazas reales. Por ello ha sido posible construir La Barcelona del Viento como una pequeña guía. No obstante, los itinerarios de nuestro libro no se ciñen a los de los personajes de Ruiz Zafón, sino que hemos redibujado rutas siempre relacionadas con Daniel Sempere, pero que se pueden recorrer en una mañana o una tarde.
¿Una buena forma de conocer la ciudad es a través de la literatura?
Como dice Vázquez Montalbán, «la literatura no te enseña a vivir». La literatura siempre nos transmitirá una ciudad inventada, de papel y sueños. Si queremos conocer una ciudad hay que ponerse los ojos de mirar, calzado cómodo, dejar en casa los prejuicios y la aprensión y, a cambio, llevarnos para el paseo una buena dosis de curiosidad. La Barcelona del Viento, en este caso, puede ser también de utilidad.
¿Le gustará a Ruiz Zafón este libro?
¿Por qué no? Es un libro lleno de amor por Barcelona y su historia...
¿Queda aún mucho por descubrir en Barcelona?
Hay tantas ciudades como miradas. Así que nosotros describimos detalles y anécdotas de calles y edificios, pero eso no significa que, una vez puesta en marcha la curiosidad, cada lector de La Barcelona del Viento se convierta en autor complementario con sus propias aportaciones.
¿Dónde está la Antigua Fundición de Cañones?
En el tramo final de la Rambla.
¿Quién es Mossèn Borra?
Un huésped ilustre del claustro de la Catedral.
¿Por qué Barcelona, cuando fue la ciudad más poderosa del Mediterráneo, no tenía puerto?
La respuesta está en el Llobregat y el Besòs. Y por supuesto, en La Barcelona del Viento.
¿Se parecen la Barcelona de Mendoza en La ciudad de los prodigios y la de Ruiz Zafón en La sombra del viento?
Volvemos a las miradas. Cada autor tiene la suya, como tiene un lenguaje propio y una iconografía personal. Por otra parte, los dos libros transcurren en épocas distintas y en escenarios poco coincidentes, aunque todo es Barcelona.
¿A qué creéis que se ha debido el enorme éxito de la novela La sombra del viento?
A que cuenta historias interesantes que suceden a personajes atractivos en un escenario mágico. A su lenguaje, ágil y asequible. A que la mayor parte de la trama se desenvuelve en la Barcelona de posguerra o en el París de los años treinta, dos escenarios espléndidamente literarios.
¿Qué tiene Barcelona que inspira a tantos escritores?
Historia. Misterio. Rincones. Puerto. Planos superpuestos e impermeables. Alma.
¿Qué otras ciudades literarias hay?
Incontables. Ciudades reales como París, Roma, Dublín, Londres, Madrid, Buenos Aires, Praga, Viena, Sevilla, Atenas, Venecia, Nueva York, Alejandría... Y las ciudades que son sólo literatura: Camelot, Macondo, Utopía, las Ciudades Invisibles de Calvino...
¿La Barcelona moderna también inspirará a autores?
Por supuesto. Barcelona es fascinante. Tal vez no sea la ciudad más hermosa del mundo, ni la más civilizada de Europa, ni la más ordenada del Mediterráneo, pero es fascinante. Colocad cualquier argumento, cualquier personaje, cualquier época, en Barcelona: funcionará.