Pablo-Ignacio de Dalmases es un periodista veterano que lleva cuarenta años en este oficio y siempre dice que le divierte comprobar cómo, al redactar ciertas notas biográficas, se recuerda que el interesado es “escritor y periodista”. “Como si un periodista no fuese por su propia naturaleza y en alguna medida escritor” se lamenta, aunque seguidamente reconoce que “debe ser una de las servidumbres del trabajo informativo, sobre todo cuando se desarrolla en medios audiovisuales y por tanto el soporte escrito o queda escondido en la intimidad de los estudios o a veces es en realidad inexistente porque se improvisa más de lo que sería menester y así salen las cosas”. Sea como fuere un verdadero periodista debe ser siempre escritor y de ahí que, si ha trabajado en la radio, aspire legítimamente a que su esfuerzo no se pierda en volutas de humo y desaparezca en el aire después de haberse leído.
Dalmases ha hablado mucho de viajes por la radio: fundó con Esther Eiros en la desaparecida Radio Peninsular el programa “Gente viajera” que actualmente se incardina en la parrilla de Onda Cero y tiene más de medio millón de oyentes y desde la fundación de Radio 5 Todo Noticias edita un programa de viajes que ha tenido diferentes denominaciones y en la actualidad se emite bajo la de “Paisajes y ciudades en el recuerdo”. Esta labor le ha valido numerosos reconocimientos, como la Medalla de Turismo de Cataluña y los premios de periodismo turísticos de Cataluña, Murcia, Lleida, Ceuta y las Oficinas Nacionales de Turismo extranjeras en España.
Pero Pablo-Ignacio de Dalmases tenía una asignatura pendiente: expresar a través de las páginas de un libro algunas de sus vivencias viajeras. Encontró eco en la sensibilidad del editor José Membrive, de Ediciones Carena, que le estimuló a preparar un primer texto. El resultado fue el libro Quiero ser Ali Bey con el que se inauguró la colección de relatos viajeros Ojos del Mundo. Su éxito dio lugar a que repitiera la experiencia con Islas, sirenas y navegantes, que apareció el día del Libro de 2007 y sobre cuyo contenido hablamos con el autor.
“Es –nos dice- un libro de viajes en el que, puestos a escoger un eje central, me incliné por explicar mis periplos por diversas islas de los cinco continentes. La experiencia me ha demostrado que, a pesar de las notabilísimas diferencias que hay entre unas islas y otras, existen algunos elementos comunes, el más importante de todos el “aislamiento”, palabra que deriva del mismo concepto de insularidad”.
Y añade: “este aislamiento cada cual lo vive a su manera. En el libro hablo, por ejemplo, del archipiélago de Seychelles, un país desperdigado en el Océano Índico y alejado del continente más cercano que es África. Pues bien, cierto director de hotel que estuvo destinado allí varios años me lo definió diciendo Vivir en Seychelles un semana es estar en el paraíso, pero a partir de los quince días es un infierno, aludiendo precisamente a su lejanía del resto del mundo, cosa que es muy cierta porque los transistores convencionales ni tan siquiera registran el eco de las emisoras de radio del continente más cercano, que es África. En cambio el ornitólogo tarraconense que fue allí a estudiar las aves del archipiélago, se enamoró tanto del país que se estableció de forma permanente y vive felizmente con su familia desde hace varios años sin añorar nada de lo que dejo atrás, en España y en Europa”.
La preguntamos si en el libro habla de todas las islas que ha conocido o sólo de algunas de ellas. “Con alguna excepción, sólo he escrito de aquellas en las que he estado más recientemente. Conozco muchas más, pero las hay que visité hace muchos años y por tanto los recuerdos se me han desdibujado lo suficiente como para no atreverme a escribir una evocación literaria de ellas. Es, sin ir más lejos, el caso de Creta o de Rodas, islas fundamentales en la cultura mediterránea, pero de las que recuerdo muy poco y sobre las que no quise permitirme el error de banalizar”.
Nos aclara que Islas, sirenas y navegantes no pretende ser en modo alguno un guía de viaje. “Es tan sólo un libro de recuerdos, sensaciones, evocaciones que, eso sí desea entretener y estimular la imaginación del lector, invitándole a viajar y a vivir sus propias experiencias”.
Por otra parte lo considera un libro abierto, que se enriquecerá en sucesivas ediciones…, si la hubiere ¡claro!. “En sus páginas hablo de muchas islas españolas. Pues bien, recién publicado he tenido ocasión de conocer una archipiélago de nuestras cosas mediterráneas al que todavía no había podido ir: las islas Columbretes, situadas frente a las costas de Castellón y cuya variedad medioambiental les ha valido su declaración como Reserva Marina. ¡Espero dar a conocer lo que he escrito sobre ellas en el futuro…!”.