Reseñas de libros/No ficción
Jared Diamond: "Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen" (Debate, 2006)
Por Inés Astray Suárez, martes, 5 de septiembre de 2006
Jared Diamond adquirió fama mundial cuando obtuvo, en 1998, el premio Pulitzer por su obra Armas, gérmenes y acero (Debate, 1998, reeditado en 2004). Aquel libro partía de una pregunta que, en principio, podría responder cualquier estudiante de la ESO más o menos aplicado: ¿Por qué Carlos V conquistó a Atahualpa? Porque sus hombres luchaban montados a caballo y portaban armas de fuego y de acero; así el pequeño grupo de hombres que dirigía Pizarro pudo vencer sin dificultad al mucho más numeroso ejército del Inca. De todas formas, añadiría el alumno resabido, para los que sobrevivieron al enfrentamiento armado, estaba aún el ataque no menos peligroso de la viruela, el sarampión, la gripe y otra serie de enfermedades infecciosas ante las que los incas no estaban inmunizados.
Pero el verdadero sentido de la pregunta, digno también de un alumno de la ESO (modelo revienta clases, en este caso), era mucho más enrevesado: ¿Por qué no fue Atahualpa el que envió sus hombres a explorar el otro lado del Atlántico y capturar a Carlos V? O dicho de otra forma: ¿por qué la sociedad europea del siglo XVI se había dotado de aquellas poderosas armas y de aquellos mortíferos gérmenes y la americana no? La respuesta a esa pregunta y, en general, la explicación al distinto grado de desarrollo entre unos continentes y otros, es un libro apasionante. Para quienes lo hayan leído, sobra recomendar esta nueva obra.
Hijo de una lingüista y de un médico especializado en genética de las enfermedades infantiles, los intereses y la formación de Diamond abarcaron desde la historia y las lenguas hasta las ciencias naturales en el sentido más amplio. Desde muy joven fue además un fanático observador de las aves, que ha perseguido por los más diversos lugares del planeta. Habla numerosos idiomas y sus investigaciones se extienden desde la fisiología molecular a la biología evolutiva y la biogeografía, especialidad que imparte actualmente en la Universidad de California, Los Ángeles. En realidad, y si no temiera parecer una cotilla, podría contarles muchas cosas sobre este autor, su familia y algunos de sus amigos, y juro que no tengo más fuente de información sobre él que los tres libros suyos que he leído. Diamond, que además de un gran científico es un gran divulgador y un profesor en el más amplio sentido de la palabra, habla casi siempre de cosas que conoce personalmente, de lugares en los que ha estado, de teorías que no solo ha leído sino que también ha discutido con su autor, y nos las explica de forma que quede fuera de toda duda que las hemos entendido. Es resultado es un estilo muy próximo, que puede resultar desconcertante para el lector europeo, pero cuya solvencia está fuera de toda duda, como puede apreciar quien se moleste en revisar la extensa bibliografía comentada que acompaña a todas sus obras.
Bajo un título tan catastrofista se esconde, en realidad, un libro “cautelosamente” optimista. Y no porque la situación no le parezca realmente peligrosa. Diamond identifica 12 problemas medioambientales, 12 bombas de relojería preparadas para estallar antes de 50 años. Cualquiera de ellas podría limitar drásticamente condiciones de vida de nuestros hijos, dicho ello en el sentido más concreto que se le pueda dar al término
Colapso promete explicarnos por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Para ello, la primera parte de la obra, hace un análisis de los problemas medioambientales que presenta en la actualidad el valle de Bitterroot, en el estado de Montana, es decir, un territorio que no destaca precisamente por el deterioro de su medio natural, sino más bien todo lo contrario: atrae a millonarios deseosos de pasar su vejez o sus vacaciones en un medio más “natural” que aquel en el que ganaron el dinero para disfrutar de ese merecido descanso. Pero ese aparente paraíso natural, esconde, en realidad, graves alteraciones: contaminación del agua, pérdida de la biodiversidad, minas abandonadas sin limpiar, introducción de especies foráneas dañinas, etc. No siempre es fácil detectar esos problemas, pero, sobre todo, no siempre es fácil ponerles remedio entre intereses contrapuestos. El jubilado californiano prefiere seguramente que se conserven los bosques intactos y que el estiércol no manche sus blancas zapatillas de deporte. Para el joven desempleado un poco más de contaminación no sería tan grave después de todo… Si los habitantes de Montana y sus autoridades, mínimamente informados, se supone, no saben o no pueden adoptar soluciones que atajen un problema que todavía tiene solución, pero que no puede seguir avanzando mucho más, sin llegar a una situación de no retorno, quizá nos resulte más fácil comprender por qué algunas sociedades del pasado descuidaron su relación con el medio natural hasta el colapso, hasta el suicidio.
La segunda parte del libro es el relato de algunos de los colapsos más llamativos de las sociedades del pasado, incluyendo, como no podía ser de otro modo el de la isla de Pascua, el de la cultura maya y el de la Groenlandia noruega, pero tratando también otros menos conocidos como el de las islas Pitcairn en la Polinesia sudoriental, o el de los anasazi en el oeste de los Estados Unidos. Son ejemplos de sociedades que fueron vencidas por un medio natural a cuyas exigencias no supieron doblegarse. Pero no todo son fracasos: los agricultores de las tierras altas de Nueva Guinea, primitivos en apariencia, desarrollaron mediante el sistema de ensayo y error unos sofisticados sistemas de cultivo que les permiten, para pasmo de los ingenieros agrónomos europeos, practicar una agricultura sostenible en terrenos de acusada pendiente y que reciben hasta diez mil milímetros de lluvia anuales.
Diamond apela a nuestra condición de ciudadanos, votantes, contribuyentes y consumidores. MacDonald´s se preocupó muy mucho de que sus proveedores abandonaran prácticas asociadas al riesgo de de propagación de mal de las vacas locas, por más que ello resultase caro, cuando se dio cuenta de que vendía menos hamburguesas
Pero quizá sean las sociedades del presente, en la tercera parte del libro, las que mejor ilustran la magnitud de los problemas a los que nos enfrentamos. El genocidio de Ruanda es para el autor el mejor ejemplo de la pesadilla malthusiana; China el de que la bomba demográfica se puede desactivar…y de que con eso no es suficiente. Pese a su aparente modernidad y prosperidad, Australia es representativa de una economía que Diamond llama “minera”, es decir esencialmente extractiva, que en buena medida es consecuencia de la pretensión de trasplantar las prácticas económicas de los colonos británicos a un entorno completamente diferente y mucho más vulnerable de lo que podría parecer.
El último apartado está dedicado a las enseñanzas prácticas que podemos extraer de las sociedades analizadas. Bajo un título tan catastrofista se esconde, en realidad, un libro “cautelosamente” optimista. Y no porque la situación no le parezca realmente peligrosa. Diamond identifica 12 problemas medioambientales, 12 bombas de relojería preparadas para estallar antes de 50 años. Cualquiera de ellas podría limitar drásticamente condiciones de vida de nuestros hijos, dicho ello en el sentido más concreto que se le pueda dar al término. Resulta un poco irónico que contratemos pólizas de seguros para garantizar el bienestar de nuestros retoños y despreciemos olímpicamente el entorno en el que van a vivir. Lo más peligroso es pensar que no podemos hacer nada. Diamond apela a nuestra condición de ciudadanos, votantes, contribuyentes y consumidores. MacDonald´s se preocupó muy mucho de que sus proveedores abandonaran prácticas asociadas al riesgo de de propagación de mal de las vacas locas, por más que ello resultase caro, cuando se dio cuenta de que vendía menos hamburguesas. Se trata de que seamos conscientes, cuando adquirimos un mueble cuya madera no fue obtenida en una explotación sostenible, de que también asumimos un grave riesgo personal.