03.01.2012
La caja no era tonta: Teleshakespeare, de Jorge Carrión (Errata Naturae, 2011)
Reseñas de libros
/
No ficción
Merece mucho la pena leer Teleshakespeare de Jorge Carrión, libro tan oportuno y necesario. Tiene un plan, sabe lo que quiere contar y por qué. Exhibe rigor metodológico, puesto que carga de principio a fin con las pautas de lectura que explícitamente ha asumido desde el inicio. Sabe que el mayor de sus riesgos es el de la sobreinterpretación –forzar al artefacto cultural a que signifique lo que nosotros queremos que signifique-, y lo elude con prudencia y honestidad. Somos testigos de una revolución en la cultura de masas cuyas consecuencias sería erróneo despreciar. Hablamos de la televisión, el medio masivo por excelencia durante el último medio siglo, aunque convendría no extender demasiado el tramo temporal de esa hegemonía, dada la actual omnipresencia de internet (por David P. Montesinos)
|
01.12.2011
El no muerto en la sociedad de masas: Filosofía zombi, de Jorge Fernández Gonzalo (Anagrama, 2011)
Reseñas de libros
/
No ficción
¿Podemos hablar de una “filosofía zombi”? No es la primera vez que los elementos de un universo figurado exitosamente en la esfera narrativa son convertidos en categoría filosófica, es decir, en clave comprensiva del presente. Si acertamos a definir el filosófico como un ejercicio crítico, la emergencia de una filosofía zombi o -para ser más precisos, aunque menos snobs- de un discurso sobre el imaginario zombi, nos puede ayudar a cumplir la vieja misión del pensador. En ese sentido, los zombis habrán de lanzarnos a recorrer espacios intransitados hasta ahora por la reflexión y dislocar la comodidad de los esquemas ya instituidos para abrir la interpretación a sendas nuevas. Quizá -y el ensayo de Jorge Fernández Gonzalo habita con soltura esta paradoja- lo característico del zombi sea precisamente que carece de una filosofía, que su infección supone la renuncia a todo discurso, pero es que acaso sea justamente ése, como ahora explicaremos, el contagio que se extiende hoy entre las masas (por David P. Montesinos)
|