01.11.2011
Gsús Bonilla: Ovejas esquiladas, que temblaban de frío
Creación
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Creación
"No hablaré de Gsús Bonilla, como una oveja sin lobo. No diré que su obra es la lana o que sus poemas son el balido más tierno aunque algunos duelan como aullidos. Hablaré de Gsús cerrando los ojos, porque al cerrar los ojos uno siempre ve lo de adentro y diré que Ovejas esquiladas, que temblaban de frío combina lo lejano con lo próximo, lo singular con lo universal, la injusticia en el poder con la miseria del ser humano. Gsús habla de los otros y de lo suyo propio, combinando alta y baja cultura. Habla del hambre, de la adicción y del paso del tiempo, del hombre, de la familia y del amor, con una estructura perfectamente equilibrada. Habla, en fin, de Los moradores del mundo con un verso directo, a modo de confesión honesta y empleando la imaginería de un subconsciente personalmente colectivo. David González probablemente diría que es `poesía de no ficción´. Yo digo que el juego más básico, la suma de palabras que da la imagen, es la esencia que destila un alma pura" (por Déborah Vukušic)
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