01.06.2010
Himno al haiku: o cuando la lengua es ópera y luz todavía
Tribuna
/
Tribuna libre
Como simple lector de literatura que ante todo soy, siempre me gusta tener una primera lectura que califico de “placentera”, pero luego siguen la del estudioso universitario que, con sus herramientas de analista, sus pinzas, escalpelo, tijeras, va leyendo y releyendo los textos a la luz de varias teorías literarias. Y sólo después de estas “segundas lecturas” puedo afirmar si el texto “resiste o no resiste” a la crítica, si de verdad es interesante y merece la pena, porque a cada nueva lectura el texto ofrece otras posibilidades de interpretaciones, un pozo sin fin de significados ocultos a las primeras lecturas y que se van revelando. Esas obras son pocas, y Haikus sin estación de Juan Antonio González Fuentes es una de ellas (por Philippe Merlo Morat)
|